En cuántas ocasiones hemos escuchado que la leche es mala o que la leche a algunas personas les sienta mal?
Este es un error muy común porque en muchas veces lo que ocurre no es que la leche siente mal, sino la lactosa, un componente de la leche.
Como ya hemos hablado en
anteriores ocasiones hay personas que sufren de intolerancia a la
lactosa y otras, que a pesar de no estar diagnosticadas sufren de síntomas similares
tras la toma de algún tipo de lácteo como son los gases, malestar,
diarrea, problemas intestinales… que lo único que hace es estropearnos
un día perfecto.
Por eso hoy no queríamos centrarnos en el origen de la intolerancia a la lactosa
ni adentrarnos más en sus síntomas que los que acabamos de mencionar,
hoy queremos hablaros de las soluciones porque la intolerancia a la
lactosa tiene que ser una característica más en tu vida no una
limitación.
Cada vez tenemos más posibilidades de encontrar una amplia gama de productos
sin lactosa, tanto para intolerantes como para aquellos que quieren
cuidarse un poco más porque lo importante no es el problema sino las
soluciones que encontramos.
Nadie tiene porqué dejar de consumir lácteos, todos podemos seguir disfrutando de la leche
e incluso puedes encontrar tantas opciones como la leche tradicional:
desnatada, semidesnatada o entera, para que no tengas porqué perderte
nada, para que nadie tenga que elegir por ti.
¡Y qué me decís de los postres! Personalmente no podría estar sin ellos, la nata
que nos ayuda a hacer unas tartas sensacionales, que acompaña a las
fresas o incluso en las comidas saladas, una pasta con su salsa
carbonara… qué delicia! Y los desayunos con los batidos de chocolate, los entrantes de queso, los yoghourts…
Cada vez tenemos más productos a nuestra disposición para que la lactosa que restamos la sumemos en salud
http://viviendosanos.com/resta-lactosa-y-suma-en-salud/
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