Sumada a la evidencia de que el estilo de vida afecta la progresión de la enfermedad, una nueva investigación sugiere que los pacientes en etapa tardía del cáncer de colon se enfrentan a un mayor riesgo de recurrencia del cáncer o la muerte si consumen una dieta rica en hidratos de carbono.
Lo mismo parece ser cierto para los pacientes cuya dieta está generalmente en el extremo superior de los llamados niveles de ingesta de carga glucémica, que incluye un alto consumo de productos como el pan, las patatas y productos de panadería, dijeron los investigadores.
Ambos hallazgos se basan en estudios previos que observaron que el comportamiento sedentario y la obesidad pueden aumentar el riesgo de recurrencia del cáncer y de la muerte. Las investigaciones señalaron que el exceso de peso y la falta de ejercicio tienen un impacto negativo en los niveles de insulina, que a su vez aumenta el riesgo de hiperinsulinemia (una condición en la cual los pacientes tienen un exceso de insulina en la sangre) en los pacientes que han sobrevivido a un ataque inicial de cáncer de colon.
Lo que es más, los autores del nuevo estudio, dirigido por el Dr. Jeffrey Meyerhardt, del Instituto de Cáncer Dana-Farber en Boston, sugieren que sus hallazgos pueden reflejar esas inquietudes acerca de la obesidad y falta de ejercicio, ya que los que llevan dietas con carbohidratos excesivos y de alto índice glucémico tienen más probabilidades de caer en exceso de peso.
El equipo de Meyerhardt reportó que “teniendo en cuenta que los pacientes que consumen altas cargas glucémicas o hidratos de carbono después del diagnóstico de cáncer pueden haber consumido una dieta similar antes del diagnóstico, no podemos excluir la posibilidad de que las personas con estas exposiciones dietéticas adquieran tumores que son biológicamente más agresivos”, a través de en un comunicado de prensa de la revista.
Para explorar la posible relación entre la dieta y la supervivencia del cáncer de colon, los investigadores analizaron los datos de más de 1000 pacientes en la etapa 3 de cáncer de colon. Todos ellos habían proporcionado información detallada sobre su dieta durante un período de seis meses durante la inscripción en un estudio de tratamiento de quimioterapia, así como por otros seis meses después de que el estudio fue completado.
Después de evaluar el impacto de los hidratos de carbono, de la fructosa (un tipo de azúcar) y las cargas y los índices glicémicos en el desarrollo de cáncer de colon, el equipo de Meyerhardt concluyó que había una conexión de los hidratos de carbono y la carga glucémica con el cáncer.
En un editorial anexo a la publicación, el Dr. Neal Meropol y el Dr. Nathan Berger, ambos de la división de hematología y oncología en la University Hospitals Case Medical Center y de Case Western Reserve University School of Medicine en Cleveland señalaron que los hallazgos de Meyerhardt están en línea con la noción bien conocida de que las células cancerosas son en realidad consumidores ávidos de azúcar.
Sin embargo, Lona Sandon, dietista registrada y profesora asistente de nutrición clínica de Dallas, advirtió en contra de darle demasiada importancia a los hallazgos del nuevo estudio. “Una de las cosas más importantes de este estudio es que se trata de un estudio observacional”, dijo Sandon. “Esto no prueba causa y efecto, sólo una relación.”
“No podemos hacer recomendaciones dietéticas basadas en este estudio solo”, agregó. “Y no es suficiente para cambiar las recomendaciones dietarias que ya existen, como ser: para mantener un peso saludable hay que aumentar la actividad física y elegir una dieta saludable con escasos exceso de azúcar”, concluyó.
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