La propaganda que ha creado el milagro de las ventas de soja es tanto más notable cuanto que, hace sólo algunas décadas, el frijol soja era considerado no apto como alimento, ni siquiera en Asia.
Durante la dinastía Chou (1134-246 AC), al frijol soja era designado uno de los cinco granos sagrados, junto con la cebada, el trigo, el mijo, y el arroz.
Durante la dinastía Chou (1134-246 AC), al frijol soja era designado uno de los cinco granos sagrados, junto con la cebada, el trigo, el mijo, y el arroz.
Sin embargo, la pictografía del frijol soja, que data de épocas anteriores, indica que al principio no se usaba como alimento; porque, mientras las pictografías de los otros cuatro granos muestran la semilla y la estructura del tallo de la planta, la pictografía del frijol soja enfatiza la estructura de la raíz.
La literatura sobre agricultura de la época habla frecuentemente del frijol soja y su uso en la rotación de las cosechas. Aparentemente, la planta de soja se usaba al principio como método para fijar el nitrógeno. [13]
La literatura sobre agricultura de la época habla frecuentemente del frijol soja y su uso en la rotación de las cosechas. Aparentemente, la planta de soja se usaba al principio como método para fijar el nitrógeno. [13]
El frijol soja no sirvió como alimento sino hasta el descubrimiento de las técnicas de fermentación, en algún momento durante la dinastía Chou. Los primeros alimentos de soja eran productos fermentados, como el tempeh [alimento asiático que se prepara fermentando frijoles soja con rizópodos], natto, miso, y salsa de soja.
En fecha posterior, posiblemente en el siglo II a. C., los científicos chinos descubrieron que un puré de frijoles soja cocidos podía ser precipitado con sulfato de calcio o sulfato de magnesio (yeso o sales de Epsom) para hacer una cuajada suave y pálida - tofú o cuajada de frijol. El uso de productos de soja fermentados y precipitados pronto se extendió a otras partes del Oriente, notablemente Japón e Indonesia.
Los chinos no comían frijol soja fermentado como las otras legumbres, como lentejas, porque el frijol soja contiene grandes cantidades de toxinas naturales, o "antinutrientes". Primero entre ellos están los potentes inhibidores de enzimas que bloquean la acción de la tripsina y otras enzimas que se necesitan para digerir las proteínas.
Estos inhibidores son proteínas grandes, dobladas apretadamente, que no son desactivadas por completo durante el cocimiento normal. Pueden producir serias molestias gástricas, una reducida digestión de las proteínas, y deficiencias crónicas en la absorción de los aminoácidos. En animales de laboratorio, las dietas altas en inhibidores de la tripsina causan agrandamiento y condiciones patológicas del páncreas, incluyendo cáncer. [14]
El frijol soja también contiene hemaglutinina, una sustancia que promueve la formación de coágulos y hace que las células rojas de la sangre formen grumos.
Los inhibidores de la tripsina y la hemaglutinina son inhibidores del crecimiento. Las ratas en destete alimentadas con soja que contiene estos antinutrientes dejan de crecer normalmente. Los compuestos que debilitan el crecimiento son desactivados durante el proceso de fermentación, así que, una vez que los chinos descubrieron cómo fermentar el frijol soja, comenzaron a incorporar en su dieta alimentos a base de soja.
En productos precipitados, los inhibidores de enzimas se concentran en el líquido que remoja más bien que en la cuajada. Por eso, en el tofú y la cuajada de frijol, los debilitadores del crecimiento se reducen en cantidad, pero no son eliminados por completo.
La soja también contiene bociógenos - sustancias que debilitan la función de la tiroides.
Además, el 99 por ciento de un gran porcentaje de soja es modificada genéticamente, y tiene uno de los más altos por cientos de contaminación por pesticidas en cualquiera de nuestros alimentos.
El frijol soja tiene un alto contenido de ácido fítico, que está presente en el salvado o la cáscara de todas las semillas. Es unasustancia que puede bloquear la asimilación de minerales esenciales - calcio, magnesio, cobre, hierro, y especialmente zinc - en el tracto intestinal.
Aunque no es un nombre común, el ácido fítico ha sido estudiado extensamente; en la literatura científica contemporánea hay literalmente cientos de artículos sobre los efectos del ácido fítico. En general, los científicos concuerdan en que las dietas basadas en granos y legumbres altas en contenido de fitatos contribuyen a deficiencias minerales muy difundidas en países del tercer mundo. [15]
Los análisis muestran que el calcio, el magnesio, el hierro, y el zinc están presentes en las plantas que se comen como alimento en estas áreas, pero el alto contenido de fitatos en las dietas a base de soja y granos evita que estos minerales sean absorbidos.
El frijol soja tiene uno de los niveles más altos de fitatos de cualquier grano o legumbre que se haya estudiado [16], y los fitatos de la soja son muy resistentes a las técnicas normales para reducirlos, como el cocimiento lento y prolongado. [17] Sólo un largo período de fermentación reducirá significativamente el contenido de fitatos del frijol soja.
Cuando productos precipitados de soja, como el tofú, son consumidos con carne, se reducen los efectos del bloqueamiento mineral de los fitatos. [18] Los japoneses comen tradicionalmente una pequeña cantidad de tofú o miso como parte de un caldo de pescado rico en minerales, seguido por un plato de carne o pescado.
Los vegetarianos que consumen tofú y cuajada de frijol como sustituto de la carne y productos lácteos corren el riesgo de sufrir severas deficiencias minerales. Los resultados de la deficiencia de calcio, magnesio, y hierro son bien conocidos; los de la deficiencia de zinc no tanto.
Al zinc se le llama el mineral de la inteligencia porque se necesita para el óptimo desarrollo y funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Juega un papel importante en la síntesis de la proteína y la formación de colágeno; participa en el mecanismo de control del azúcar en la sangre, protegiendo así contra la diabetes; es necesario para un sistema reproductivo saludable.
El zinc es un componente clave de numerosas enzimas vitales, y juega un papel en el sistema inmunológico. Los fitatos que se encuentran en los productos de soja interfieren con la absorción de zinc más completamente que con la de otros minerales.[19] La deficiencia de zinc puede causar una sensación de estar en el "espacio", que algunos vegetarianos confunden con una "alta" iluminación espiritual.
El beber leche se menciona como la razón de por qué los japoneses de segunda generación en los Estados Unidos crecen más que sus antepasados nativos. Algunos investigadores proponen que el menor contenido de fitatos en la dieta estadounidense - cualesquiera que sean sus otras deficiencias - es la verdadera explicación, pues señalan que los niños tanto asiáticos como occidentales que no reciben suficientes productos de carne y pescado para contrarrestar los efectos de una dieta alta en fitatos, con frecuencia sufren de raquitismo, atrofias, y otros problemas de crecimiento. [20]
El Aislado de Proteína de Soja: No Tan Amigable
Los procesadores de soja han trabajado duro para sacar estos antinutrientes de los productos terminados, en particular el aislado de proteína de soja (SPI) [por sus siglas en inglés], que es el ingrediente clave en la mayoría de alimentos de soja que imitan productos de carne y lácteos, incluyendo fórmulas para bebés y algunas marcas de leche de soja.
El SPI no es algo que usted puede fabricar en su propia cocina. La producción tiene lugar en fábricas industriales, donde una mezcla acuosa de frijol soja se mezcla primero con una solución alcalina para quitar la fibra, luego es precipitada y separada usando un lavado ácido, y finalmente, es neutralizada en una solución alcalina.
El lavado ácido en tanques de aluminio lixivia gran cantidad de aluminio al producto final. Las cuajadas resultantes son secadas por aspersión a alta temperatura para producir un polvo de alto contenido proteínico. Una humillación final contra el frijol soja original es el procesamiento por extrusión del aislado de proteína a alta temperatura y alta presión para producir proteína vegetal texturizada (TVP) [por sus siglas en inglés].
Gran parte del contenido de inhibidor de tripsina puede ser eliminado mediante el procesamiento a alta temperatura, pero no todo. El contenido de inhibidor de tripsina del aislado de proteína de soja puede variar hasta cinco veces. [21] (En ratas, aún la alimentación con inhibidor de tripsina de bajo nivel en el SPI resulta en un reducido aumento de peso en comparación con los controles. [22]).
Pero el procesamiento a alta temperatura tiene el desafortunado efecto secundario de desnaturalizar las otras proteínas en la soja hasta el punto de que las dejan virtualmente ineficaces. [23] Por esta razón, los animales alimentados con soja necesitan suplementos de lisina para el crecimiento normal.
Los nitritos, que son potentes carcinógenos, se forman durante el secado por aspersión, y una toxina llamada lisinoalaninase forma durante el procesamiento alcalino. [24] Numerosos sabores artificiales, en particular el MSG, se añaden al aislado de proteína de soja y a los productos de proteína vegetal texturizada, para disfrazar su fuerte sabor a frijol e impartir el sabor a carne. [25]
En experimentos alimentarios, el uso de SPI aumentó las demandas de vitaminas E, K, D, y B12, y creó síntomas de deficiencia de calcio, magnesio, manganeso, molibdeno, cobre, hierro, y zinc. [26]
El ácido fítico que queda en estos productos de soja inhibe grandemente la absorción de zinc y hierro; los animales de laboratorio alimentados con SPI les aparecen órganos agrandados, en particular el páncreas y la glándula tiroides, y ocurre una mayor deposición de ácidos grasos en el hígado. [27]
El ácido fítico que queda en estos productos de soja inhibe grandemente la absorción de zinc y hierro; los animales de laboratorio alimentados con SPI les aparecen órganos agrandados, en particular el páncreas y la glándula tiroides, y ocurre una mayor deposición de ácidos grasos en el hígado. [27]
Sin embargo, el aislado de proteína de soja y la proteína vegetal texturizada se usan extensamente en programas de almuerzos escolares, alimentos horneados comerciales, bebidas de dieta, y alimentos de comida rápida. Estos alimentos son promovidos fuertemente en países del tercer mundo y forman la base de muchos programas de alimentos donados.
A pesar de los resultados deficientes en pruebas de alimentación animal, la industria de la soja ha patrocinado cierto número de estudios diseñados para mostrar que los productos de proteína de soja pueden usarse en dietas humanas como reemplazo para alimentos tradicionales.
Un ejemplo es "La Calidad Nutricional de los Aislados de Proteína del Frijol Soja: Estudios en Niños de Edad Pre-Escolar" [Nutritional Quality of Soy Bean Protein Isolates: Studies in Children of Preschool Age] patrocinado por Ralston Purina Company. [28]
Un grupo de niños centroamericanos que sufrían de desnutrición fue estabilizado primero y su salud mejorada dándoles alimentos nativos, incluyendo carne y productos lácteos. Luego, durante dos semanas, estos alimentos tradicionales fueron reemplazados con una bebida hecha de aislado de proteína de soja y azúcar.
Un grupo de niños centroamericanos que sufrían de desnutrición fue estabilizado primero y su salud mejorada dándoles alimentos nativos, incluyendo carne y productos lácteos. Luego, durante dos semanas, estos alimentos tradicionales fueron reemplazados con una bebida hecha de aislado de proteína de soja y azúcar.
Todo el nitrógeno ingerido y todo el nitrógeno excretado fue medido con estilo verdaderamente orwelliano: los niños eran pesados desnudos cada mañana, y todo el excremento y el vómito era recogido para ser analizado. Los investigadores descubrieron que los niños retenían el nitrógeno y que su crecimiento era "adecuado", así que el experimento fue declarado un éxito.
Que los niños estuviesen o no realmente saludables con esa dieta o si podrían permanecer así durante un largo período, es cosa aparte. Los investigadores observaron que los niños vomitaban "a veces", por lo general después de terminar de comer; que más de la mitad sufrían de períodos de diarrea moderada; que algunos tenían infecciones de las vías respiratorias superiores; y que otros sufrían de sarpullido y fiebre.
Debe observarse que los investigadores no se atrevieron a usar productos de soja para ayudar a los niños a recuperarse de la desnutrición, y que fueron obligados a suplementar la mezcla de soja y azúcar con nutrientes en su mayoría ausentes de los productos de soja - notablemente, vitaminas A, D, y B12, hierro, yodo, y zinc.
Comercializando el Producto Perfecto
"Imagínese que usted pudiese cultivar el alimento perfecto. Este alimento no sólo proporcionaría nutrición costeable, sino que debería ser delicioso y fácil de preparar de varias maneras. Sería un alimento saludable, sin grasas saturadas. En realidad, usted estaría cultivando casi una fuente de la juventud en su patio trasero."
El autor es Dean Houghton, escribiendo para The Furrow [28], una revista que John Deere publica en 12 idiomas. "Este alimento ideal ayudaría a evitar, y quizás revertir, algunas de las enfermedades más temidas en el mundo. Usted podría cultivar este alimento milagroso en varios tipos de suelos y climas. Su cultivo reforzaría, no agotaría, la tierra ... este alimento milagroso ya existe. Se llama soja".
Imagínese. Los agricultores han estado imaginando - y plantando - más soja. Lo que una vez fue un producto agrícola de menor importancia, listado en el manual del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para el año 1913, no como alimento, sino como producto industrial, cubre ahora 72 millones de acres de tierras labrantías estadounidenses.
Gran parte de esta cosecha se usará para alimentar pollos, pavos, cerdos, vacas, y salmones. Otra gran porción será prensada para producir aceite para margarina, grasa para repostería, y aderezos para ensaladas.
Gran parte de esta cosecha se usará para alimentar pollos, pavos, cerdos, vacas, y salmones. Otra gran porción será prensada para producir aceite para margarina, grasa para repostería, y aderezos para ensaladas.
Los progresos en tecnología hacen posible producir proteína aislada de soja de lo que una vez se consideró producto de desecho - lascas de soja sin grasa, de alto contenido proteínico - y luego transformar algo que se ve y huele horrible en productos que pueden ser consumidos por seres humanos. Sabores, preservativos, edulcorantes, emulsificantes, y nutrientes sintéticos han convertido el aislado de proteína de soja, el patito feo de los procesadores de alimentos, en la Cenicienta de la Nueva Era.
El nuevo alimento de cuento de hadas ha sido comercializado tanto por su belleza como por sus virtudes. Desde el principio, los productos basados en aislados de proteína de soja se vendieron como extensores y substitutos de la carne - una estrategia que no produjo la requerida demanda de los consumidores. La industria cambió su técnica.
"La manera más rápida de obtener aceptabilidad de un producto en la sociedad menos acaudalada", dijo un vocero de la industria, "es hacer que el producto sea consumido por su propios méritos en una sociedad más acaudalada". [3] Así que la soja se vende ahora a consumidores más pudientes, no como alimento barato, de pobres, sino como substancia milagrosa que evita enfermedades del corazón, así como el cáncer, ahuyenta los acaloramientos, produce huesos fuertes, y nos mantiene jóvenes por siempre.
La competencia - la carne, la leche, el queso, la mantequilla, y los huevos - ha sido debidamente demolida por las correspondientes instituciones gubernamentales. La soja sirve como la carne y la leche para una nueva generación de virtuosos vegetarianos.
La Comercialización Cuesta Dinero
Esto es especialmente cierto cuando necesita ser reforzada con la "investigación", pero hay abundancia de fondos disponibles. Todos los productores de frijol soja pagan un gravamen obligatorio de entre un medio a uno por ciento del precio del frijol soja en el mercado.
El total - algo así como $80 millones anuales [4] - sostiene el programa de United Soybean para "reforzar la posición del frijol soja en el mercado y mantener y expandir los mercados domésticos y extranjeros para el frijol soja y productos de soja".
El total - algo así como $80 millones anuales [4] - sostiene el programa de United Soybean para "reforzar la posición del frijol soja en el mercado y mantener y expandir los mercados domésticos y extranjeros para el frijol soja y productos de soja".
Los consejos estatales del frijol soja de Maryland, Nebraska, Delaware, Arkansas, Virginia, North Dakota, y Michigan proporcionan otros $2.5 millones para "investigación". [5] Compañías privadas como Archer Daniels Midland también contribuyen con su parte. ADM gastó $4.7 millones en anuncios en Meet the Press, y $4.3 millones en Face the Nation en el curso de un año. [6]
Las firmas de relaciones públicas ayudan a convertir proyectos de investigación en artículos de periódico y anuncios, y firmas de abogados hacen campaña a favor de leyes gubernamentales favorables. Dinero del Fondo Monetario Internacional financia plantas de procesamiento de soja en países extranjeros, y políticas de libre comercio mantienen la abundancia de frijol soja fluyendo hacia destinos en ultramar.
La campaña a favor de la soja ha sido implacable y mundial en su alcance. La proteína de soja se encuentra ahora en la mayoría de las marcas de pan que se venden en supermercados. Se está usando para transformar "la humilde tortilla, el alimento básico mexicano basado en el maíz, en una 'super tortilla' fortificada con proteína, que reforzaría la nutrición de los casi 20 millones de mexicanos que viven en extrema pobreza". [7]
La publicidad a favor de un nuevo pan fabricado por Allied Bakeries, de Gran Bretaña, está dirigida a las mujeres menopáusicas que buscan alivio de los accesos de calor. Las ventas alcanzan al cuarto de millón de hogazas por semana. [8]
La publicidad a favor de un nuevo pan fabricado por Allied Bakeries, de Gran Bretaña, está dirigida a las mujeres menopáusicas que buscan alivio de los accesos de calor. Las ventas alcanzan al cuarto de millón de hogazas por semana. [8]
La industria de la soja contrató los servicios de Norman Roberts Associates, una firma de relaciones públicas, para "poner más productos de soja en los menús escolares". [9] La USDA respondió con una propuesta para desechar el límite de 30 por ciento de soja en los almuerzos escolares. El programa NuMenu permitiría el uso ilimitado de soja en estos almuerzos.
Con la adición de soja a las hamburguesas, los tacos, y la lasagna, los dietistas pueden rebajar el contenido total de grasa por debajo del 30 por ciento de las calorías, cumpliendo así los dictados del gobierno. "Con los artículos alimenticios reforzados con soja, los estudiantes reciben más nutrientes y menos colesterol y grasa".
Con la adición de soja a las hamburguesas, los tacos, y la lasagna, los dietistas pueden rebajar el contenido total de grasa por debajo del 30 por ciento de las calorías, cumpliendo así los dictados del gobierno. "Con los artículos alimenticios reforzados con soja, los estudiantes reciben más nutrientes y menos colesterol y grasa".
La leche de soja ha declarado las mayores ganancias, que subieron de $2 millones en 1980 a $300 millones en los Estados Unidos el año pasado. [10] Los progresos recientes en el procesamiento de la leche de soja han transformado esta bebida asiática de color gris, delgada, amarga, que sabe a frijol, en un producto que los consumidores occidentales aceptan, una bebida que sabe a batido de leche, pero que no lleva ninguna culpa aparejada.
Los milagros en el procesamiento, buen empaque, publicidad en masa, y una estrategia de mercadeo que subraya los posibles beneficios de estos productos para la salud son los responsables del aumento de las ventas a los grupos de todas las edades. Por ejemplo, los informes de que la soja ayuda a evitar el cáncer de próstata han hecho la soja aceptable a hombres de mediana edad.
"No es necesario torcer el brazo de un hombre de entre 55 y 60 años de edad para que pruebe la leche de soja", dice Mark Messina. Michael Milken, antiguo financista de bonos descartados, ha ayudado a la industria a deshacerse de su imagen de "hippie" con esfuerzos bien publicitados para consumir 40 gramos diarios de proteína de soja.
"No es necesario torcer el brazo de un hombre de entre 55 y 60 años de edad para que pruebe la leche de soja", dice Mark Messina. Michael Milken, antiguo financista de bonos descartados, ha ayudado a la industria a deshacerse de su imagen de "hippie" con esfuerzos bien publicitados para consumir 40 gramos diarios de proteína de soja.
Norteamérica hoy, mañana el mundo. Las ventas de leche de soja están aumentando en Canadá, aunque la leche de soja cuesta allí el doble que la leche de vaca. Están brotando plantas procesadoras de leche de soja en lugares como Kenya. [11]Hasta China, donde la soja es realmente un alimento de pobres y cuya población quiere más carne, no tofú, ha optado por construir fábricas de soja al estilo occidental, antes que desarrollar pastizales occidentales para criar animales. [12]
La Afirmación de la FDA Puesta en Tela de Duda
El 25 de octubre de 1999, la US Food and Drug Administration [Administración de Alimentos y Drogas, FDA por sus siglas en inglés] decidió admitir una declaración a favor de productos "bajos en grasa saturada y colesterol" que contienen 6.25 gramos de proteína de soja por porción.
Cereales para el desayuno, alimentos horneados, comidas rápidas, licuados o batidos, y substitutos de carne pueden venderse ahora con etiquetas que pregonan sus beneficios para la salud del sistema cardiovascular, con tal de que estos productos contengan una cucharada colmada de proteína de soja por cada porción de 100 gramos.
Cereales para el desayuno, alimentos horneados, comidas rápidas, licuados o batidos, y substitutos de carne pueden venderse ahora con etiquetas que pregonan sus beneficios para la salud del sistema cardiovascular, con tal de que estos productos contengan una cucharada colmada de proteína de soja por cada porción de 100 gramos.
La mejor estrategia de mercadeo para un producto que es de por sí malo para la salud es, por supuesto, una afirmación de que es bueno para la salud.
"El camino a la aprobación de la FDA", escribe un apólogo de la soja, "fue largo y exigente, y consistió de una detallada revisión de datos clínicos humanos recogidos de más de 40 estudios científicos llevados a cabo en los últimos 20 años. Se averiguó que la proteína de soja es uno de los raros alimentos con suficiente evidencia científica, no sólo para calificar para una propuesta de declaración de salud por parte de la FDA, sino también para en definitiva pasar el riguroso proceso de aprobación". [29]
El "largo y exigente" camino hacia la aprobación de la FDA en realidad tomó algunos giros inesperados. La inesperada solicitud, presentada por Protein Technology International [PTI], hacía una declaración de salud a favor de las isoflavonas, los compuestos semejantes a estrógeno que se encuentran en abundancia en el frijol soja, basándose en afirmaciones de que "sólo la proteína de soja que ha sido procesada de modo que las isoflavonas sean retenidas resultará en una reducción del colesterol".
En 1998, la FDA tomó la decisión sin precedentes de reescribir la solicitud de PTI, eliminando cualquier referencia a los fitoestrógenos y poniendo en su lugar una declaración a favor de la proteína de soja, una decisión que contradecía directamente el reglamento de la agencia. La FDA está autorizada para establecer reglas sólo en relación con substancias presentadas por medio de una solicitud.
El cambio abrupto de dirección se debía sin duda al hecho de que cierto número de investigadores, incluyendo científicos empleados por el gobierno de los Estados Unidos, habían presentado documentos que indicaban que las isoflavonas son tóxicas.
Al principio de 1998, la FDA también recibió el informe final del gobierno británico sobre los fitoestrógenos. El informe no encontraba mucha evidencia de beneficio, y advertía de efectos adversos potenciales. [30]
Aún con el cambio a aislados de proteína de soja, los burócratas de la FDA embarcados en el "riguroso proceso de aprobación" se vieron obligados a ocuparse rápidamente de los efectos del bloqueo de minerales, inhibidores enzimáticos, bociogenicidad, alteraciones del sistema endocrino, problemas del sistema reproductor, y mayores reacciones alérgicas al consumo de productos de soja. [31]
Una de las más enérgicas cartas de protesta llegó de los Drs. Dan Sheehan y Daniel Doerge, investigadores del gobierno en el Centro Nacional Para la Investigación Toxicológica. [32] Sus ruegos a favor de etiquetas de advertencia en los envases fueron desestimadas por considerárselas injustificadas.
"La suficiente evidencia científica" de las propiedades de la soja para reducir el colesterol fue tomada mayormente de un meta-análisis en 1995 llevado a cabo por el Dr. James Anderson, patrocinado por Protein Technologies International y publicado en elNew England Journal of Medicine. [33]
Un meta-análisis es una revisión y un resumen de los resultados de muchos estudios clínicos sobre el mismo tema. El uso de los meta-análisis para sacar conclusiones generales ha sido criticado severamente por los miembros de la comunidad científica.
"Los investigadores que reemplazan pruebas más rigurosas con meta-análisis corren el riesgo de hacer falsas suposiciones y embarcarse en una contabilidad creativa", dice Sir John Scott, presidente de la Royal Society of New Zealand. "Lo semejante no está siendo puesto junto con lo semejante. Varios grupos están poniendo juntos montones pequeños y grandes de datos".[34]
Hay la tentación adicional de que los investigadores, en particular los que son financiados por compañías como PTI, dejen fuera estudios que evitarían las conclusiones deseadas. El Dr. Anderson descartó ocho estudios por varias razones, dejando un resto de veintinueve.
El informe publicado indicaba que los individuos con niveles de colesterol superiores a 250 mg/dl experimentarían una "significativa" reducción de entre 7 y 20 por ciento en los niveles de colesterol sérico si reemplazaban la proteína animal con proteína de soja. La reducción de colesterol fue insignificante en los individuos cuyo colesterol era inferior a 250 mg/dl.
En otras palabras, para la mayoría de nosotros, si renunciamos a los biftecs y en su lugar comemos hamburguesas vegetales no reduciremos los niveles de colesterol en la sangre. La declaración de salud que la FDA aprobó "después de una detallada revisión de datos clínicos de seres humanos" no informa al consumidor estos importantes detalles.
La investigación que enlaza la soja con los efectos positivos sobre los niveles de colesterol es "increíblemente inmadura", dijo Ronald M. Krauss, MD, director del Molecular Medical Research Program [Programa de Investigación de Medicina Molecular], y del Lawrence Berkeley National Laboratory [Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley]. [35]
Podría haber añadido que los estudios según los cuales los niveles de colesterol fueron reducidos por medio de dietas o drogas han resultado consistentemente en un número de muertes en los grupos en tratamiento mayor que en los grupos de control - muertes causadas por ataques, cáncer, desórdenes intestinales, accidentes, y suicidios. [36]
Podría haber añadido que los estudios según los cuales los niveles de colesterol fueron reducidos por medio de dietas o drogas han resultado consistentemente en un número de muertes en los grupos en tratamiento mayor que en los grupos de control - muertes causadas por ataques, cáncer, desórdenes intestinales, accidentes, y suicidios. [36]
Las medidas para reducir el colesterol en los Estados Unidos han estimulado una industria para la reducción del colesterol por valor de $60 mil millones anuales, pero no nos han salvado de la destrucción causada por las enfermedades del corazón.
Referencias
3. Coleman, Richard J., "Vegetable Protein - A Delayed Birth?" Journal of the American Oil Chemists' Society 52:238A, April 1975.
4. See www.unitedsoybean.org
5. These are listed in www.soyonlineservice.co.nz
6. Wall Street Journal, October 27, 1995.
7. Smith, James F., "Healthier tortillas could lead to healthier Mexico", Denver Post, August 22, 1999, p. 26A.
8. "Bakery says new loaf can help reduce hot flushes", Reuters, September 15, 1997.
9. "Beefing Up Burgers with Soy Products at School", Nutrition Week, Community Nutrition Institute, Washington, DC, June 5, 1998, p. 2.
10. Urquhart, John, "A Health Food Hits Big Time", Wall Street Journal, August 3, 1999, p. B1
11. "Soyabean Milk Plant in Kenya", Africa News Service, September 1998.
12. Simoons, Frederick J., Food in China: A Cultural and Historical Inquiry, CRC Press, Boca Raton, 1991, p. 64.
13. Katz, Solomon H., "Food and Biocultural Evolution: A Model for the Investigation of Modern Nutritional Problems", Nutritional Anthropology, Alan R. Liss Inc., 1987, p. 50.
14. Rackis, Joseph J. et al., "The USDA trypsin inhibitor study. I. Background, objectives and procedural details", Qualification of Plant Foods in Human Nutrition, vol. 35, 1985.
15. Van Rensburg et al., "Nutritional status of African populations predisposed to esophageal cancer", Nutrition and Cancer, vol. 4, 1983, pp. 206-216; Moser, P.B. et al., "Copper, iron, zinc and selenium dietary intake and status of Nepalese lactating women and their breastfed infants", American Journal of Clinical Nutrition 47:729-734, April 1988; Harland, B.F. et al., "Nutritional status and phytate: zinc and phytate X calcium: zinc dietary molar ratios of lacto-ovovegetarian Trappist monks: 10 years later", Journal of the American Dietetic Association 88:1562-1566, December 1988.
16. El Tiney, A.H., "Proximate Composition and Mineral and Phytate Contents of Legumes Grown in Sudan", Journal of Food Composition and Analysis (1989) 2:6778.
17. Ologhobo, A.D. et al., "Distribution of phosphorus and phytate in some Nigerian varieties of legumes and some effects of processing", Journal of Food Science 49(1):199-201, January/February 1984.
18. Sandstrom, B. et al., "Effect of protein level and protein source on zinc absorption in humans", Journal of Nutrition 119(1):48-53, January 1989; Tait, Susan et al., "The availability of minerals in food, with particular reference to iron", Journal of Research in Society and Health 103(2):74-77, April 1983.
19. Phytate reduction of zinc absorption has been demonstrated in numerous studies. These results are summarised in Leviton, Richard, Tofu, Tempeh, Miso and Other Soyfoods: The 'Food of the Future' - How to Enjoy Its Spectacular Health Benefits, Keats Publishing, Inc., New Canaan, CT, USA, 1982, p. 1415.
20. Mellanby, Edward, "Experimental rickets: The effect of cereals and their interaction with other factors of diet and environment in producing rickets", Journal of the Medical Research Council 93:265, March 1925; Wills, M.R. et al., "Phytic Acid and Nutritional Rickets in Immigrants", The Lancet, April 8,1972, pp. 771-773.
21. Rackis et al., ibid.
22. Rackis et al., ibid., p. 232.
23. Wallace, G.M., "Studies on the Processing and Properties of Soymilk", Journal of Science and Food Agriculture 22:526-535, October 1971.
24. Rackis, et al., ibid., p. 22; "Evaluation of the Health Aspects of Soy Protein Isolates as Food Ingredients", prepared for FDA by Life Sciences Research Office, Federation of American Societies for Experimental Biology (9650 Rockville Pike, Bethesda, MD 20014), USA, Contract No. FDA 223-75-2004, 1979.
25. See www.truthinlabeling.org
26. Rackis, Joseph, J., "Biological and Physiological Factors in Soybeans", Journal of the American Oil Chemists' Society 51:161A-170A, January 1974.
27. Rackis, Joseph J. et al., "The USDA trypsin inhibitor study", ibid.
28. Torum, Benjamin, "Nutritional Quality of Soybean Protein Isolates: Studies in Children of Preschool Age", in Soy Protein and Human Nutrition, Harold L Wilcke et al. (eds), Academic Press, New York, 1979.
29. Zreik, Marwin, CCN, "The Great Soy Protein Awakening", Total Health 32(1), February 2000.
30. IEH Assessment on Phytoestrogens in the Human Diet, Final Report to the Ministry of Agriculture, Fisheries and Food, UK, November 1997, p. 11.
31. Food Labeling: Health Claims: Soy Protein and Coronary Heart Disease, Food and Drug Administration 21 CFR, Part 101 (Docket No. 98P-0683).
32. Sheegan, Daniel M. and Daniel R Doerge, Letter to Dockets Management Branch (HFA-305), February 18, 1999.
33. Anderson, James W. et al., "Meta-analysis of the Effects of Soy Protein Intake on Serum Lipids", New England Journal of Medicine (1995) 333:(5):276-282.
34. Guy, Camille, "Doctors warned against magic, quackery", New Zealand Herald, September 9, 1995, section 8, p. 5.
35. Sander, Kate and Hilary Wilson, "FDA approves new health claim for soy, but litte fallout expected for dairy", Cheese Market News, October 22, 1999, p. 24.
36. Enig, Mary G. and Sally Fallon, "The Oiling of America", NEXUS Magazine, December 1998-January 1999 and February-March 1999; also available at www.westonaprice.org
Sally Fallon y Mary G. Enig
soyonlineservice.co.nz
mar, 06 sep 2011 15:29 CDT
Tradudido por Román Quirós M.
Fuente:http://es.sott.net/article/9010-Soja-El-lado-oscuro-de-La-Cenicienta
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