Más allá de la hamburguesa es un estremecedor documento de hierro, que hiere como una daga, como un puyazo en la conciencia se clava y sangra. El dolor cruelmente ignorado de estas inocentes criaturas sacrificadas en la cadena industrial y despojadas de toda dignidad animal, de seres vivientes y dolientes, transformados en mera mercancía, brutalmente cosificados, clama al cielo pidiendo justicia y sobre las mesas ensangrentadas de la monstruosa civilización toma venganza.
Venganza es el cáncer, la artritis, la fibromialgia y toda la inacabable lista de males que afligen a la
Monomanía nutritiva. Pil Yepes
humanidad carnívora; pero no acaban ahí las cosas, sino que también todas las guerras, desmanes y violencias, todo desafuero e injusticia que a la tierra asolan, tienen su origen en la violencia primigenia que este mundo ejerce diariamente alrededor de la mesa.
Se inca el diente contra natura, contra nuestra salud y contra la carne maltrecha de esos pequeños hermanos nuestros en la especie, a los que deberíamos cuidar, amar y tratar con absoluta justicia, para de esta forma poder amarnos a nosotros mismos.
Salta perrito. Pil Yepes
Seamos justos con los animales, pero no con esta justicia de este mundo tan injusta, que no está basada en el amor sino en las leyes de los hombres. Esta justicia solo crea nuevos ultrajes, como las cárceles, los desahucios, las ejecuciones, etc etc… La verdadera justicia no brota sino de lo más profundo del corazón del hombre que ha trascendido la ilusión de la separación y que ve la unidad última de la esencia de todas las cosas.
Solo el santo es justo, solo aquel que ha roto con la institución del sacrificio sanguinario, rechazando el consumo de la carne animal, al tiempo que ofrece en sacrificio la carne de su ego. Así, despojados de esta individualidad estúpida y absurda, que en el error hemos asumido, y revestidos con el manto de la santidad, debemos prepararnos para volver, cual hijos pródigos, a la casa añorada de la madre, la naturaleza, donde reconciliados con nuestros hermanos en la vida, celebremos las doradas bodas alquímicas que abren el pórtico de la nueva era.
Artículo: El afilador de su alma
No hay comentarios:
Publicar un comentario