Una de cada cuatro personas sufre dispepsia en el mundo occidental, según un estudio publicado el pasado año en la revista Journal of Clinical Gastroenterology.
Se trata de un síndrome complejo y heterogéneo que afecta aproximadamente al 25 por ciento de la población general.
Pesadez, presión en el abdomen superior, náuseas o vómitos son algunas manifestaciones de dispepsia.
"Su etimología griega (digestión difícil) queda concretada en la definición actual: dolor o molestia abdominal, persistente o recurrente, localizado en el hemiabdomen superior y que se manifiesta, en el intervalo de los últimos 12 meses, durante al menos 12 semanas, no necesariamente consecutivas", explica el Dr. Antonio María Caballero, profesor de Aparato Digestivo en la Universidad de Granada.
El síndrome de intestino irritable, por su parte, afecta al menos a uno de cada diez españoles, según la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD).
Entre las medidas generales para evitar o minimizar los síntomas de la dispepsia funcional o del síndrome del intestino irritable están las siguientes:
- Comer despacio, masticando bien.
- Ingerir pequeñas cantidades para favorecer la relajación adaptativa y el vaciamiento gástrico.
- Beber poca agua durante la comida (los líquidos diluyen los jugos gástricos, provocando una digestión lenta.
- Evitar tóxicos como el alcohol, el tabaco y ciertos fármacos, sobre todo AINEs.
- Restringir el consumo de alimentos muy condimentados o grasos.
- Aumentar el consumo de frutas y verduras. Incluir piña y papaya, pues contienen enzimas digestivas muy beneficiosas.
- Consumir bacterias 'bifidus' regeneradoras de la flora intestinal.
- Aumentar el consumo de fibra. Se recomienda tomar cereales integrales, como salvado de trigo en forma de copos o galletas, o bien cucharadas de granulado, empezando con una dosis de 15-20 g/día hasta alcanzar 50-75 g/día.
- Reducir la ingesta de productos lácteos, ya que producen mucha mucosidad gastrointestinal que afecta a la correcta digestión protéica.
- No masticar chicles ni caramelos.
- Tomar infusiones de angélica, hierba que destaca por ser digestiva, sedante y antiinflamatoria y que ayuda a calmar el intestino y a combatir las molestias y síntomas del colon irritable.
- Aprender a controlar las situaciones de estrés (psicoterapia).
- Evitar el sedentarismo y realizar ejercicio moderado de manera regular.
- Las bolsas de agua caliente pueden ayudar a aliviar el dolor abdominal y los calambres.
Por Monica De Haro
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