La contaminación atmosférica en la Unión Europea está causando muertes prematuras, incluso cuando los niveles cumplen con las directrices de calidad del aire acordadas, revela un estudio realizado por la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos.
Los científicos llegaron a la conclusión de que en Europa occidental existe un riesgo de muerte prematura más alto de lo normal incluso en las zonas donde la contaminación es mucho más baja que el límite establecido para la UE. El estudio, publicado en la revista de la Asociación Médica británica, 'The Lancet', revela que los europeos que han estado expuestos de manera prolongada a la contaminación provocada por actividades industriales o el tráfico de carretera tienen una mayor probabilidad de sufrir una muerte prematura.
El mayor riesgo para la salud de una persona está vinculado a partículas de hollín y polvo que miden solo 2,5 micrómetros (un micrómetro es la millonésima parte de un metro) y pueden quedar alojadas en los pulmones, causando enfermedades respiratorias.
Los investigadores analizaron el estado de salud de 367.000 personas en 13 países de Europa occidental durante 14 años. El equipo científico viajó a las zonas residenciales de los participantes para documentar los índices de contaminación del aire a los que eran expuestos sus habitantes. Durante la investigación, 29.000 personas de las que en 1990 empezaron a participar en el estudio murieron. Los investigadores, además de la contaminación del aire, tuvieron en cuenta otros factores: la actividad física, la masa corporal, la educación y los hábitos de fumar.
La Organización Mundial de la Salud ha clasificado la contaminación del aire como una de las principales causas del cáncer, por la que cada año en todo el mundo mueren alrededor de 3,2 millones de personas.
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