PARA REMEDIAR CIERTOS MALES QUE, SE CREÍA, SOLO AFECTABA A LAS MUJERES, SE INVENTÓ ESTE PROTO-VIBRADOR QUE APROVECHABA EL RECIENTE DOMINIO SOBRE LA ENERGÍA ELÉCTRICA.
El dominio de la electricidad podría considerarse más o menos reciente. Aunque en su forma natural se conoce desde tiempos remotos, fue solo hasta el siglo XIX cuando la experimentación de personajes como Benjamin Franklin (quien, dicho sea de paso, tiene una serie de consejos amatorios sumamente provocadores), Alessandro Volta, Michael Faraday y algunos otros, cuando por fin esta fuerza pudo someterse a los designios y necesidades humanas, convirtiéndose desde entonces en uno de los imprescindibles de nuestra vida cotidiana y, específicamente, de eso que a grandes rasgos podríamos denominar la “vida activa”.
Sin embargo, dichas invenciones fueron tan decisivas, que impactaron incluso en los ámbitos menos esperados, por ejemplo, el sexual. Imprevisible menos por una razón moral que por una histórica: si una época intentó poner límites claros y férreos a la sexualidad, esa fue el siglo XIX, especialmente en Occidente.
Quizá por eso resulta un tanto sorprendente este dispositivo que, para fines prácticos, califica como un vibrador avant la lettre, esto a pesar de que su desarrollador, Julian Petit, lo vendiera como un aparato de fines médicos para aliviar “malestares ginecológicos”.
Cuando se sitúa en el útero de la paciente será sujeto de la acción química de la mucosa, lo cual derivará una reacción eléctrica y, al mismo tiempo, estimulará los órganos generativos, promoviendo así la cura de varias enfermedades propias del sexo femenino.
Y si esto no es suficientemente claro sobre el propósito del aparato, Petit añadió esto a su descripción:
[al insertar el dispositivo] ella sentirá una deliciosa corriente fresca por todo su ser.
POR: PIJAMASURF - 13/07/2015 A LAS 13:07:52
http://pijamasurf.com/2015/07/el-dominio-de-la-electricidad-tambien-beneficio-al-sexo-un-dildo-de-1894/
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