El fraude en la cadena de valor de los productos alimentarios es un problema global que genera pérdidas estimadas en U$S 40 mil millones. PwC estimó que en Argentina 1 de cada 2 compañías son víctimas de esas maniobras.
SSAFE y PwC lanzaron una herramienta gratuita para detectar vulnerabilidades, reducir las oportunidades de adulteración de productos e incrementar los controles internos en las compañías alimenticias.
Se anticipa a los nuevos requerimientos de seguridad globales establecidos por la GFSI (Global Food Safety Iniciative).
1 de cada 3 organizaciones son víctimas de un fraude. En Argentina, esta cifra se incrementa a 1 de cada 2 compañías.
Andrés Sarcuno, senior manager de Forensic Services de PwC Argentina, agrega: “La industria de alimentos debe prestar especial atención a esta amenaza. Más allá del costo económico, un fraude de este tipo atenta contra la salud pública y daña la confianza del consumidor”.
Además, sugiere que las compañías “conozcan quiénes son sus proveedores de materia prima y cuáles son sus procesos, como así también quiénes proveen los materiales de envasado y embalado de los productos destinados al consumidor; controlar el destino de los productos próximos a expirar o vencidos y cómo es el proceso de destrucción, es un aspecto vital de toda la cadena. Nadie quiere que termine en manos del consumidor un producto vencido o adulterado, por ello procedimientos tales como realizar un due diligence de los proveedores o realizar auditorías a nuestros socios de negocio ayudan a evitar que la reputación de la compañía resulte dañada”, finaliza.
La herramienta permitirá a las empresas de alimentos estar en una posición más fuerte para identificar vulnerabilidades y dar a los consumidores la confianza y seguridad acerca de sus alimentos.
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