Después del parto el cuerpo de la mujer necesita recuperarse, sobre todo ciertas partes como el suelo pélvico y la zona de la barriga. En las primeras semanas hay que tener paciencia y no excederse con los esfuerzos. Entre otras cosas, en los meses posteriores a dar a luz hay que hidratase mucho, seguir una alimentación adecuada y realizar ejercicios de Kegel y gimnasia abdominal hipopresiva para reforzar abdomen y zona pélvica. Pero sin lugar a dudas, el yoga es la disciplina perfecta para retomar la actividad física después del parto.
Yoga postparto: por qué es una buena idea
Este deporte se adapta sin problemas a cualquier persona al margen de la condición física y también puede ser una estupenda opción sin necesidad de estar embarazada o con la maternidad recién estrenada. Durante la fase de gestación se realiza el yoga prenatal, mientras que para recuperarse del parto está el yoga posnatal.
Las personas que practicaron yoga antes del embarazo comprobaron como el posparto les costó mucho menos. A continuación te detallamos algunos de los beneficios del yoga después de tener un bebé.
– Sirve para prevenir la depresión posparto: esta disciplina de relajación permitirá mantener la calma y fortalecer el sistema nervioso. Es importante que la madre sea capaz de transmitirle a la criatura serenidad. Seguro que las madres se sienten mucho mejor y se liberan de las tensiones y del estrés.
– Facilita la convivencia con el agotamiento: durante esta etapa de la vida resulta muy complicado que las madres puedan descansar por las noches debido a que tienen que atender a los pequeños. Los expertos aseguran que 15 minutos de relajación profunda suponen varias horas de sueño. De ahí que suene tan interesante para ellas.
– Fortalecer el abdomen: durante el embarazo el abdomen es una de las partes del cuerpo que más sufre, y posiblemente la que más cueste recuperar. Con el yoga, muchas de las posturas isométricas actúan sobre los músculos abdominales, reforzando y tonificando sin forzar con los abdominales de siempre.
– Relajar musculatura de la espalda: la espalda también se resiente al coger al bebé o darle el pecho. Con la práctica de yoga se consigue estirar y relajar la espalda, evitando muchas molestias.
– Dedicar un momento solo para ti: a diario hay que buscar unos minutos para desconectar y mimarse a sí mismo. Estar a solas con uno mismo permite que te llenes de energía.
Algo muy importante del yoga es que las posturas se pueden ajustar a las condiciones físicas de cada uno.
F:saludyvidasana
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