Unas señales más visibles podrían inclinar la balanza hacia una alimentación más saludable
LUNES, 28 de noviembre de 2016 (HealthDay News) -- ¿Ayuda saber que una hamburguesa con queso tiene 740 calorías? Probablemente no, según un nuevo estudio.
A partir del próximo mayo, las cadenas de comida rápida con más de 20 restaurantes en Estados Unidos deben mostrar los conteos de calorías en el menú. Pero este estudio cuestiona si las regulaciones, a pesar de sus buenas intenciones, realmente conseguirán que los clientes tomen alimentos que engorden menos.
La investigación de Filadelfia, donde esas normas ya existen, indica que apenas un 8 por ciento de los consumidores de comida rápida eligen opciones saludables basándose en los conteos de calorías de los menús, encontró el estudio.
"Creo que las etiquetas de los menús son un esfuerzo de política importante para combatir un problema de salud pública para el cual tenemos pocas soluciones", señaló el autor del estudio, Andrew Breck.
"Pero el éxito de esa campaña de conteo de calorías requiere que los consumidores a la que se dirige simultáneamente vean las etiquetas de calorías, estén motivados para comer de forma saludable, y comprendan cuántas calorías deberían comer", comentó Breck, candidato doctoral de la Facultad de Postgrados en Servicios Públicos Wagner de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
Simplemente presentar la información sobre las calorías no es suficiente, enfatizaron Breck y sus colaboradores.
Para ser efectivas, las etiquetas nutricionales deben ser más claras y más grandes. También deben llegar a los consumidores regulares de comida rápida: las personas que expresaron más preocupación sobre el costo y la comodidad que sobre la nutrición, encontraron Breck y sus colaboradores.
La tendencia a poner etiquetas nutricionales en los menús de comida rápida comenzó en respuesta a la epidemia de obesidad de EE. UU. Más o menos un 38 por ciento de los adultos y un 17 por ciento de los adolecentes son obesos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. La obesidad se ha vinculado con un mayor riesgo de hipertensión, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer y otros problemas de salud.
En 2010 Filadelfia obligó a los restaurantes de comida rápida a publicar el contenido de calorías, grasa y sodio de las comidas. La ciudad de Nueva York y Seattle ya tenían normas similares.
Pero según entrevistas con 1,400 personas en Filadelfia, el equipo de Breck concluyó que se necesitan mejoras significativas en las etiquetas para que esas leyes tengan un impacto.
Los investigadores analizaron respuestas de unos 700 clientes en 15 restaurantes de comida rápida en Filadelfia, y entrevistaron a 700 personas más por teléfono.
Casi dos tercios de los encuestados en los restaurantes y un tercio de los encuestados por teléfono no se percataron de la presencia de las etiquetas nutricionales, encontraron los investigadores.
Para aumentar la visibilidad del contenido de calorías, los autores del estudio recomendaron aumentar el tamaño de la letra o el contraste del color de la información sobre las calorías en los menús de las mesas y los menús de las paredes.
Hacer que esas cifras destaquen más podría también tener otro efecto, sugirieron los investigadores.
"Esperamos que una publicación altamente visible del contenido de calorías en los menús pueda también hacer que algunos restaurantes añadan nuevas opciones más saludables al menú", dijo Breck.
Pero primero los clientes deben saber cuál debería ser su ingesta calórica recomendada, y muchos no lo saben, encontró el estudio.
Menos de la mitad de los encuestados en los restaurantes estimaron de forma correcta la cantidad de calorías que deberían consumir a diario, dijo Breck.
Para poner el contenido calórico en perspectiva, Breck dijo que le gustaría ver declaraciones como la siguiente en los menús de las paredes de los restaurantes de comida rápida: "Se utilizan 2,000 calorías al día como un consejo general de nutrición, pero la necesidad de calorías varía".
"Unas etiquetas parecidas a semáforos o a señales de 'pare' que indiquen qué tan saludables son los alimentos son otro ejemplo de una política que ha resultado exitosa en el laboratorio para mejorar las opciones de los consumidores", comentó Breck. Pero aún no se sabe si eso funcionaría en el mundo real.
Por último, dijo Breck, unas etiquetas nutricionales exitosas deben ofrecer información que difiera de las expectativas de los consumidores respecto a la cantidad de calorías que contienen los alimentos.
Connie Diekman, directora de nutrición universitaria en la Universidad de Washington, en St. Louis, dijo que las etiquetas de calorías son solo un principio respecto a la mejora de las conductas de alimentación del país.
"La concienciación es el primer paso en el proceso de cambio, de forma que si los consumidores comienzan a ver las cifras, un cambio es posible con el tiempo", dijo Diekman.
La motivación también es esencial, aseguró, "y lograrlo requiere de tiempo, educación, el deseo de cambiar y un ambiente que respalde las conductas modificadas".
Diekman dijo que como sociedad "nos falta mucho para ofrecer un ambiente que fomente y respalde una alimentación saludable".
El estudio aparece en una edición reciente en línea de la revista Journal of Public Policy & Marketing.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Andrew Breck, Ph.D. candidate, Wagner Graduate School of Public Service, New York University, New York City; Connie Diekman, M.Ed, R.D., director of university nutrition, Washington University in St. Louis; October 2016, Journal of Public Policy & Marketing, online
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