¿Realmente quieres leer esto? Piénsalo bien, pues cuando termines el último párrafo tal vez no vuelvas a consumir ciertas cosas que te parecen deliciosas o que te traen profundos recuerdos. La ignorancia puede llegar a ser una bendición y te lo advertimos desde ahora, si realmente quieres seguir con la venda en los ojos y no saber de qué están hechas algunas cosas que son comunes para millones de personas en todo el planeta, no sigas leyendo.
La producción en un mundo globalizado debe encontrar la forma de hacer más con menos y a veces eso implica usar tóxicos, químicos o productos artificiales que permiten que algo que se pudriría en dos días pueda durar hasta 1 año. O también sustancias que nos darían náuseas de solo pensar en que podríamos comerlas.
Un ejemplo es el chocolate. Todos sabemos que el cacao es necesario para su producción, pero la realidad es que la mayoría del planeta nunca ha comido chocolate real, sino productos de baja calidad con saborizantes artificiales. Aún estás a tiempo de cerrar la página y seguir con tu vida normal, ¿no? Está bien, nosotros te lo advertimos.
Malvaviscos
Marshmellow es su nombre en inglés, debido al extracto que en el pasado se usaba para crear estos bombones esponjosos que si bien sabemos que son muy azucarados y nada buenos para nuestra salud, son parte de nuestro imaginario y comer uno cada cierto tiempo es delicioso.
Lástima que los días de usar “marshmallow” para hacerlos terminó y ahora parte de lo que compone a un malvavisco es una gelatina surge de hervir piel y restos de hueso de vacas y cerdos sobrantes de los rastros de carne.
Tarta de manzana industrial
Hornear un pastel o pay es una delicia, pero a veces preferimos ir a un restaurante de comida rápida y de postre tener uno de esos paquetes individuales llenos de algo que esperamos sea manzana.
La forma en que esos pays son hechos, además de saborizantes artificiales y algunas manzanas reales , es con algo llamado cistina, creado a partir de plumas de pájaros y pelo de ganado, incluso hay quienes dicen que se utiliza cabello humano en el proceso.
Helado de vainilla
El delicioso olor de la vainilla muchas veces nos recuerda al pasado, a nuestra infancia y a esos helados que amábamos comer en un día caluroso.
Lo malo de esos recuerdos es que si comías helado de vainilla de alguna heladería industrial seguramente lo que percibías era algo llamado castóreo o castoreum, una secreción de las glándulas anales del castor que también se usó en la perfumería.
Cerveza
A pesar de que cerveceras como Guinness ya eliminaron por completo el isinglass como parte del proceso para elaborar una de las bebidas más deliciosas del mundo, hay quienes continúan usando el producto proveniente de la vejiga de un pequeño pez.
Eso es lo que ha hecho que muchos veganos se horrorizaran al saber que llevaban bebiendo un derivado de animal ingenuamente durante años sin saberlo.
El colágeno concentrado en el isinglass es necesario para la levadura de muchas cervezas, sobre todo las artesanales.
Skittles
Esos dulces utilizan muchos colorantes artificiales, pero el rojo tiene una peculiaridad, es creado a partir de extracto de carmín, que se obtiene aplastando insectos de ese exacto color el cuál al mezclarlo con agua permite que sea usado industrialmente.
Goma de mascar
La goma de mascar lleva mucho tiempo entre nosotros, pero en el pasado se usaba la hoja de coca, misma que es usada para la producción de cocaína.
Para sustituirla, se utilizan cientos de químicos que al juntarlos sirven para hacer dos cosas, goma de mascar y hule, por lo que la próxima vez que veas unos juguetes de hule te recomendamos pensar si eso también te lo llevarías a la boca.
Red Bull
La energía que te da la bebida energizante proviene de la taurina sintética que puede provocar embolias, migraña y estrés.
Sin embargo hay algo peor, también utiliza aspartamo, un endulcorante no calórico que puede es responsable de provocar leucemia.
Shampoo
Hay ciertos productos para el cabello que buscan ser mucho mejores que otros, y en busca de ser más orgánicos y eficientes, sustituyen las proteínas que obtienen de huevos y plantas por las de semen de toro, una moda que comenzó en salones de belleza de Gran Bretaña y se extendió por todo el mundo, y que parece ser bastante contraproducente con el efecto que en realidad querían conseguir.
Siempre puedes encontrar alternativas orgánicas y locales para esos productos, pero seguramente puedes irte despidiendo de los que son fabricados por grandes industrias que siempre buscarán la forma más barata de darte algo.
FUENTES:
por Lucio Villegas
http://www.labioguia.com/notas/8-productos-que-no-querras-volver-a-comprar-despues-de-saber-de-que-estan-hechos
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