Neurontin y Lyrica son fármacos peligrosos, de dudosa eficacia y cuya necesidad en numerosos casos está “creada”.
Pero son muy recetados. Se usan para tratar multitud de condiciones médicas, muchas de ellas son indicaciones que no están autorizadas.
Y continúan haciéndose ensayos clínicos manipulados, “comerciales”, para abrir nuevos mercados a su receta.
Que la Ciencia es insustituible en el campo de los medicamentos es obvio. Que la investigación científica se ha convertido en el mejor marketing para las farmacéuticaslo hemos explicado unas cuantas veces.
Una estrategia para vender fármacos es hacer estudios “científicos” tendentes a comparar un medicamento, el que quiero vender pongamos por caso, con uno de la competencia.
Si obtengo resultados favorables lo publico en alguna revista médica de prestigio y difundo sus bondades. Si no es así oculto esos resultados, que nadie se entere (pese a que si el ensayo clínico está bien diseñado sus resultados tienen interés científico y merece conocerlo la comunidad de investigadores).
Hace poco se hizo un análisis con dos medicamentos antiepilépticos muy usados para el dolor, Lyrica (pregabalina) y Neurontin (gabapentina).
Se compararon para ver cual era mejor para algo concreto como el dolor como la lumbociática crónica, la ciática, ya sabéis.
Luego se publicó en una importante revista, como veis en el enlace y se difundió en redes sociales por médicos con el típico mensaje de que son efectivos pero uno lo es más y además es más seguro.
Bueno, una de las cosas de los ensayos clínicos en que sus datos concretos son interpretables, como las elecciones en política, que da la impresión de que todos los partidos políticos han ganado si hacemos caso de sus interpretaciones individuales.
Resulta que cuando esos medicamentos, por separado, se comparan con placebo -sustancia inerte usada en las pruebas para ver si un principio activo es eficaz- no fueron muy eficaces para la ciática. Como explica el médico Rafa Bravo en ese link:
La cuestión sería si la gabapentina y la pregabalina tienen algún papel en el tratamiento de la lumbalgia crónica y no cuál es el mejor cuando se comparan”.
Ahí está la clave. Como en ese ensayo no se han comparado ambos con placebo
Es difícil sostener que el efecto beneficioso de estos fármacos fuera superior al mero efecto placebo”.
Bravo se ha tomado la molestia de analizar los pormenores del ensayo sobre Neurontin y Lyrica y además ha estudiado su difusión en las redes sociales. ¿Su conclusión?:
La validez metodológica y los resultados ofrecidos no permiten concluir que ninguno de los dos fármacos sea eficaz en el tratamiento de la lumbociática crónica. En este escenario determinar cuál de los dos es mejor carece de importancia.
Las redes sociales podrían transmitir ideas preestablecidas o las conclusiones de los autores sin un mínimo análisis. Se difunden así, conclusiones falsamente positivas sobre la eficacia de los fármacos“.
Lo escrito, este tipo de ensayos clínicos denominados “comerciales” se hacen para conseguir una herramienta de marketing con la que vender mejor fármacos. Para ampliar mercado, en este caso el de medicamentos para la epilepsia recetados para el dolor provocado por la ciática.
La historia de Lyrica está llena de promoción ilegal, médicos “incentivados” para que lo receten, asociaciones de pacientes que hacen lobby para su uso, multas por publicidad ilegal e indicaciones no aprobadas en Europa que se han obviado. Es un claro ejemplo de pelotazo medicamentoso cuyas irregularidades algunos denunciamos desde hace años.
Neurontin es el clásico ejemplo de fármaco promocionado de manera irregular para ampliar su mercado, para que sea recetado a cuantas más personas mejor, vaya. Y el laboratorio que lo fabrica fue denunciado hace ya años por ello y debió pagar en USA multas abultadas. Neurontin se recetaba para más de una docena de patologías para las que no estaba aprobado.
La farmacéutica Pfizer decidió promocionarlo también para patologías tan dispares como las crisis maniacodepresivas, el déficit de atención, las migrañas, el trastorno bipolar, el síndrome de piernas inquietas o el síndrome de abstinencia.
¿Sabéis que Pfizer es el mismo fabricante de Lyrica y de Neurontin? ¿Entendéis ahora por qué hace ensayos clínicos en los que compara dos fármacos suyos para una misma indicación pero sin comprarlos a su vez con placebo?
Para poder construir una narrativa de los mismos (acientífica y tramposa, claro) que luego los médicos y el público difundan: “Tenemos dos fármacos eficaces para tu ciática (y para muchas más cosas jeje) aunque uno es incluso mejor que el otro y más seguro”.
¿Por qué esa “preferencia” por Lyrica?, porque es más nuevo, la versión potente del otro y por ello le interesa económicamente promocionarlo.
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