14/01/2019
Son muchas las mujeres que quieren lucir un abdomen plano y marcado. Sabemos que para lograrlo se deberían hacer abdominales y como a la mayoría no les gusta la idea, dejan a un lado esta opción.
Sin embargo, eso no significa necesariamente tumbarse en una colchoneta y subir y bajar el tronco repetidas veces, muriendo de aburrimiento. Existe un ejercicio mucho más eficaz y capaz de endurecer esta área en menos tiempo y además trabajando otras partes importantes del cuerpo.
La plancha es un ejercicio abdominal que también exige mucho de los brazos y la zona lumbar.
Existen algunas variaciones de la modalidad, pero la más común consiste en ponerse boca abajo con las puntas de los pies y las palmas de las manos apoyadas en el suelo. Los pies deben mantenerse paralelos y levemente separados, y los brazos, estirados.
Debes mantenerte inmóvil en dicha posición por un tiempo determinado, controlando el equilibrio y la suspensión con el abdomen. Según Geralyn Coopersmith, entrenador físico de Nike, hacer 10 minutos de plancha algunas veces a la semana es más eficaz que realizar mil abdominales.
CÓMO HACER LA PLANCHA
Presiona las palmas de las manos firmemente contra el suelo y extiende los brazos hasta que tus hombros estén lo más lejos posible del piso, manteniendo el cuello estirado.
Tus brazos deben estar cómodos, y no como si estuvieran a punto de ceder al peso del cuerpo.Tus manos deben quedar alineadas con tus hombros.
Además del abdomen, sentirás trabajo en las piernas también.
Si no lo sientes, baja un poco el cuerpo, llevando los talones hacia atrás y apuntándolos hacia abajo, y aprieta los glúteos para activar los músculos de la región inferior.
Mantén la espalda recta: tu trasero debe permanecer bajo, no empinado. Imagina tu cuerpo como una línea recta, no como un triángulo.
Además de concentrarte en contraer los músculos, recuerda también respirar rítmicamente.
Para alinear correctamente el cuerpo, imagínate un vaso de agua equilibrándose en la parte inferior de tu espalda, o una pelota rodando desde tu nuca hasta tus talones, sin detenerse en el trasero.
Mentén esa posición por 20 a 60 segundos y luego descansa, apoyando las rodillas en el piso. Repite el ejercicio dos veces más. A medida que adquieras práctica, intenta extender el tiempo de la plancha para más de 1 minuto.
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