Leer el boletín mensual de la Agencia de Medicamentos y seguirlo en el tiempo te da una perspectiva real de cómo funcionan algunos productos.
Está claro que los fármacos se ponen en el mercado sin que se conozcan TODOS sus efectos secundarios pero de ahí a que con el tiempo sigan apareciendo nuevos daños o se descubra que los ya conocidos son más graves de lo que se sabía…
Un ejemplo de ello son los medicamentos antidepresivos y en concreto los del grupo denominado Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SRS)/serotonina y noradrenalina (ISRN).
Se sabe desde hace mucho tiempo que te dejan impotente lo que anuncia ahora la Agencia es que la cosa es más grave de lo que parecía: persistencia de disfunción sexual.
Y es que en personas que toman estos tratamientos se han notificado casos de disfunción sexual de larga duración en los que los síntomas persisten a pesar de la interrupción del tratamiento.
Se incorporará este hallazgo a las advertencias de estos medicamentos… ahora, cuando millones de personas en todo el mundo llevan años consumiendo millones de dosis. Vaya, un medicamento para levantar el ánimo pero con el que no se te levanta otra cosa.
Era otro de los secretos a voces pues desde hace años se sabe que los fármacos antidepresivos pueden incitar al suicidio en quienes los consumen. Está claro que hay un déficit de información en lo que se refiere a los daños que pueden provocar estos y otros tantos medicamentos.
Otro ejemplo que cita el último boletín de la institución que depende de Sanidad es el Prolia (denosumab), muy recetado para la osteoporosis y del cual están apareciendo cada vez más efectos secundarios y mujeres afectadas.
Según la Agencia de Medicamentos se han notificado casos mortales de hipocalcemia con Prolia (efecto ya conocido para denosumab).
La hipocalcemia (nivel bajo de calcio en la sangre) ocurrió, en la mayoría de los casos, a las primeras semanas de iniciar el tratamiento, pero pueden ocurrir más tarde. También reconocen las autoridades, erupciones liquenoides medicamentosas y alopecia en pacientes a tratamiento con Prolia.
Otro caso que recogen desde Sanidad, es el de los fármacos anticoagulantes orales. Los resultados de un estudio indican que la administración de Xarelto (rivaroxaban) incrementa el riesgo de eventos trombóticos en pacientes con síndrome antifosfolípido (un cuadro autoimunitario grave) y antecedentes de trombosis.
Este riesgo también podría estar aumentado con el uso de otros anticoagulantes orales directos (apixaban, edoxaban y dabigatran etexilato).
En consecuencia, no se recomienda el uso de anticoagulantes orales directos en pacientes con síndrome antifosfolípido y antecedentes personales de trombosis.
La pregunta es: ¿Esto lo saben todos los médicos antes de extender la receta de esos populares medicamentos y se hacen las debidas pruebas?
Claro que quienes los toman también deberían saberlo con antelación.
La pregunta es: ¿Esto lo saben todos los médicos antes de extender la receta de esos populares medicamentos y se hacen las debidas pruebas?
Claro que quienes los toman también deberían saberlo con antelación.
Ese es otro grupo de medicamentos que menuda joyita pues hace sólo mes y medio la propia Agencia nos advertía de que incrementan el riesgo de trombos, lo que resulta paradójico porque estos fármacos ¡se usan para prevenir los trombos precisamente!
También nos cuenta la Aemps que los resultados preliminares de un ensayo clínico en curso han mostrado un incremento del riesgo de embolismo pulmonar (EP) y de mortalidad global en pacientes con artritis reumatoide (AR), de 50 años o mayores y con al menos un factor de riesgo cardiovascular, tratados con Xeljanz (tofacitinib).
Por este motivo se ha iniciado una revisión del balance beneficio-riesgo de tofacitinib en sus indicaciones autorizadas.
Esta es otra curiosidad de cómo funciona el sistema en torno a los medicamentos.
Se descubre un daño y el producto no se retira de manera preventiva sino que en nombre de que se necesita permanece en el mercado hasta próxima orden aún a riesgo de que siga causando los daños de los que se alerta.
Como siempre escribo, os aconsejo que si tenéis interés leáis este tipo de documentos que la Agencia acompaña siempre de la coletilla «información dirigida a profesionales sanitarios» pero que ya veis que es de interés general.
Por Miguel Jara 2 de julio de 2019
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