Existen remedios y suplementos naturales que mejoran tus defensas y te ayudan a combatir y prevenir el doloroso y molesto herpes.
El herpes labial, frecuente y muy molesto, es una infección contagiosa causada por el virus del herpes simple.
Generalmente se localiza alrededor de la boca y de la nariz, aunque a veces puede extenderse a las mejillas y a los párpados.
Salvo que afecte a la zona ocular, no se considera un trastorno grave.
El contagio puede pasar inadvertido si no aparecen síntomas, pero el virus queda escondido, latente en las células nerviosas, hasta que surge un factor que lo active.
AUMENTAR LAS DEFENSAS PARA EVITAR EL HERPES
Todos los seres humanos son susceptibles, en un momento u otro, de entrar en contacto con el virus del herpes.
La primoinfección o primer contacto con el virus va a provocar la inmunidad solo en un cierto número de personas, mientras que el resto serán propensas a las recidivas, que normalmente aparecen al bajar las defensas.
Es, por tanto, fundamental que el sistema inmunitario funcione adecuadaente, pues es el factor principal que determinará la resistencia a la infección o la aparición de los síntomas.
Para ello podemos potenciar el consumo de ciertos nutrientes. Además contamos con recursos naturales que ayudan a prevenir y combatir la infección.
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1. Aloe vera para secar y cicatrizar
El jugo del aloe vera, aplicado dos o tres veces al día, calma y seca las vesículas.
También hay preparados farmacéuticos de aloe con sustancias emolientes o hidratantes que ayudan a cicatrizar.
2. Celidonia mayor antivírica
El látex de la celidonia mayor tiene propiedades antivíricas y antimitóticas, lo que evita la replicación del herpes.
Antes de aplicarlo hay que proteger la piel sana de alrededor. Suele bastar con tres aplicaciones diarias hasta que desaparece.
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3. Hierba mora contra el picor
La hierba mora (Solanum nigrum) calma el picor gracias al glucoalcaloide solanina. Solo se debe utilizar por vía externa.
Se aplica sobre el herpes el jugo fresco o una cataplasma de las hojas machacadas.
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4. Zinc y vitamina C para tu inmunidad
Ambos se asocian a una mejor respuesta ante las infecciones. El zinc se encuentra en pipas de calabaza, cereales integrales y frutos secos. Como fuentes de vitamina C destacan naranjas, pimientos rojos y kiwis.
Puedes suplementarlos tomando 15 mg diarios de picolinato de zinc junto con un complejo de bioflavonoides (1 g diario) y vitamina C (2 g diarios). Esta combinación mejora la inmunidad e inhibe la reproducción del virus.
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5. Lisina para prevenir
La lisina es un aminoácido esencial que se encuentra sobre todo en el arroz y otros cereales integrales, y en las levaduras.
Se ha comprobado que su consumo habitual dificulta la activación del virus, por lo que se recomienda como medida de prevención.
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6. Regaliz en compresa
Lo mejor es aplicarse una maceración:
Déjala toda la noche y fíltrala.
Empapa una compresa en la maceración y aplica tres veces al día.
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7. Betacaroteno para ayudar a tus leucocitos
Este antioxidante potencia la actividad antivírica de los leucocitos y aumenta el número de células T colaboradoras. Se encuentra en los alimentos de color naranja, como la zanahoria o la calabaza.
Pero para asegurarte la dosis recomendada también puedes recurrir a un suplemento: 100.000 UI diarias.
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8. Vitamina E por su poder antioxidante
La función principal de la vitamina E es actuar como antioxidante. Sin vitamina E, las membranas celulares y el ADN se encuentran menos protegidos frente al daño de los radicales libres y de las infecciones víricas.
Tomar un suplemento de 400 UI diarias ayuda a disminuir el dolor y el tiempo de cicatrización de las lesiones provocadas por el herpes.
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9. Hielo
EVITAR EL CONTAGIO DEL HERPES LABIAL, EL MEJOR TRATAMIENTO
Lasrecidivas o nuevas apariciones del herpes simple son habituales y suelen repetirse en periodos determinados y bajo la influencia de ciertas circunstancias, como la exposición intensa al sol, la menstruación, la fiebre, los resfriados, el estrés, las alergias alimentarias, el uso de ciertos medicamentos e incluso tras un peeling.
Mención especial merece la exposición al sol, ya que, lejos de propiciar la curación, puede desencadenar el ataque del viruso agravarlo si ya ha hecho acto de presencia.
¿CÓMO SE CONTAGIA?
Los primeros síntomas se presentan una o dos semanas después del contagio por contacto con una persona infectada.
Se inicia con una ligera quemazón y picor en los labios y alrededor de la boca.
Horas después, sobre la piel inflamada aparecen unas pequeñas vesículas o ampollas que se llenan de líquido transparente. Luego se rompen y se transforman en costras.
El proceso suele durar entre siete y diez días.
La persona afectada puede sentirse fatigada, tener algunas décimas de fiebre y notar inflamados los ganglios linfáticos locales. La incidencia de las infecciones por herpes es difícil de determinar, pero según algunos estudios un 30% de la población española sufre infecciones recurrentes.
¿QUÉ PODEMOS HACER FRENTE AL HERPES?
Debemos potenciar el consumo de nutrientes que estimulen el sistema inmunitario, especialmente el betacaroteno, el zinc y la vitamina C, el aminoácido lisina o la antioxidante vitamina E.
Al mismo tiempo es importante reducir el consumo de:
Carbohidratos refinados.
Alimentos ricos en arginina (un aminoácido esencial que se halla en grandes cantidades en los frutos secos y en las legumbres), ya que favorecen la replicación del virus..
Rosa Guerrero
21 DE OCTUBRE DE 2019 · 12:03
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