Partiendo de que todas las personas reaccionan de forma diferente a los acontecimientos traumáticos el trabajo vino motivado por la voluntad de buscar factores que influyen en el comportamiento humano en el estrés y medirlos.
Para resolver el problema, los científicos tuvieron que combinar técnicas genéticas, moleculares, electrofisiológicas y de comportamiento, partiendo del centro emocional del cerebro: la amígdala cerebral. Las investigaciones mostraron que la amígdala reacciona al estrés incrementando la producción de una proteína denominada neuropsina que por su parte pone en funcionamiento un gen que determina la respuesta a nivel celular y del comportamiento.
El equipo utilizó a ratones para realizar los experimentos. "Los estudios en ratones revelaron que, al sentirse estresados, evitaban zonas del laberinto de experimentos donde se sentían especialmente inseguros, espacios abiertos e iluminados a los que no entran cuando sienten ansiedad", explica Pawlak. Pero cuando los investigadores bloqueaban la producción de la proteína clave en la amígdala con fármacos o con manipulaciones genéticas, los ratones abandonaban ese comportamiento motivado por el estrés.
"Nuestra conclusión es que la actividad de la neuropsina y los mecanismos asociados pueden determinar la vulnerabilidad al estrés", señala Pawlak.
Sólo una pequeña proporción de las personas que sufren un episodio traumático desarrolla después un trastorno de ansiedad. La clave de esta disparidad podría estar en la neuropsina. Ante una situación de estrés, el centro emocional del cerebro, la amígdala, segrega esta molécula y desencadena así el fenómeno que conocemos como ansiedad.
Sólo una pequeña proporción de las personas que sufren un episodio traumático desarrolla después un trastorno de ansiedad. La clave de esta disparidad podría estar en la neuropsina. Ante una situación de estrés, el centro emocional del cerebro, la amígdala, segrega esta molécula y desencadena así el fenómeno que conocemos como ansiedad.
Ahora que se ha descubierto el mecanismo del estrés, se puede encontrar los medios para controlarlo. Los científicos esperan que su hallazgo ayude a los médicos a desarrollar terapias preventivas y curativas de los desórdenes psiquiátricos asociados al estrés
Articulo completo en: http://actualidad.rt.com/ciencia_y_tecnica/medicina_salud/issue_23335.html
Fuente: RT
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