La terapia energética con orgonites/as es una técnica holística vibracional que utiliza los principios básicos del orgón fundamentalmente.
Se complementa con otras terapias y en diferentes secuencias de otras técnicas energéticas, así como del propio canal de sanación de Francisco “KPA” y que va interactuando con el paciente en función de sus necesidades y de su estado físico, mental, y emocional, sin olvidar la parte espiritual, ya que es precisamente el espíritu, ser superior, divinidad o alma, quien habita y reside en el vehículo físico que llamamos cuerpo material, siendo éste mensajero de transmisión en diversas ocasiones y/o sesiones terapéuticas, quién decide finalmente su evolución en cada plano dimensional y el deseo de ser sanado o ayudado, partiendo de un reconocimiento profundo de su alma divina e inmortal con aceptación, respeto y amor de toda experiencia que viva, viviera y vivirá en este plano terrenal tridimensional y atemporal que ahora ocupamos en este hermoso planeta llamado Tierra.
Somos seres espirituales inmortales viviendo experiencias humanas temporales, no humanos mortales viviendo experiencias espirituales, y como resultado de un sistema dogmático en nuestra era, haciéndonos creer una realidad distorsionada sin darnos cuenta y dando igual el hecho de donde estés, con quien estés y lo que hagas con tu vida y tu libre albedrío.
Con referencia a los orgonites, el Dr. Wilhem Reich, como médico que fue entre otras disciplinas, estuvo investigando y desarrollando la terapia orgonómica en la sexualidad y la libido de los seres humanos, independientemente de su raza, sexo, religión o lugar de nacimiento.
En su libro “Análisis del carácter”, habla de la patología masiva del hombre animal que consiste en una rigidez crónica de la musculatura que bloquea el movimiento de energía como causa de la emoción y en consecuencia de los bloqueos emocionales.
El Dr.Reich intentando entender esta energía mientras hacía su trabajo médico, cruzó más allá de la psiquiatría en áreas como la medicina y la biología.
El concepto de la energía libido se desarrolló en algo más concreto como “bioelectricidad”, aunque más tarde se daría cuenta que no era lo mismo y la llamaría finalmente orgón.
En esta etapa los libros de “La función del orgasmo” y “La biopatía del cáncer”, explica con detalle sus experimentos y ensayos sobre los efectos y resultados del descubrimiento del orgón en sus pacientes.
Aunque el Dr.Reich descubrió la energía orgón en el cuerpo humano, aprendió más tarde a través de la observación y la experimentación que éste existe libremente en la atmósfera.
Así cruzó la frontera de la biología y entró en la física-atmosférica y metereológica, descubriendo la función cósmica de la energía del orgón en el universo, entrando sin saberlo en la Astronomía y Astrofísica experimental.
Por tanto, según el Dr.Reich, la energía orgón es una energía cósmica primordial, libre de masa y que fluye a través de cada organismo como fuerza vital. Se caracteriza por movimiento, pulsación, radiación y superimposición.
Experimentó con acumuladores de orgón para curar a pacientes de cáncer, ya que observó que era una biopatía resultado de una energía vital bloqueada en un cuerpo infestado de DOR.
La acumulación de orgón era estimulada por una combinación de material orgánico y e inorgánico, así que fabricó unas cajas de madera y metal, llamándolos ORAC, donde los pacientes se sentaban para tratarse de su enfermedad.
Los beneficios de los orgonites para la salud pueden ser visibles de forma inmediata, resultando ser útiles a la hora de meditar con sólo ponerlos en la mano o colocarlos cerca de los chakras, consiguiendo así el mismo tipo de equilibrio y de curación emocional y física que los métodos más tradicionales como el Reiki, Magnetoterapia, etc.
El orgón aumenta las propiedades naturales de los minerales pudiendo tener efectos terapéuticos, de ahí su uso y utilidad en el trabajo artesanal de cada dispositivo de orgonite.
Otra cuestión importante y relacionada con los orgonites es la contaminación electromagnética de nuestros días.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que los campos electromagnéticos constituyen un factor cancerígeno del tipo 2B.
Cuando estamos en reposo somos más vulnerables a las radiaciones electromagnéticas (nuestro sistema inmunológico está desactivado), siendo de suma importancia reducir al mínimo las radiaciones electromagnéticas en nuestros lugares de trabajo y en el dormitorio. La radiación electromagnética atraviesa las paredes, por lo que el único resguardo es mantener una distancia adecuada.
Sus efectos se traducen en depresión, irritabilidad y desequilibrios emocionales, así como disfunciones del sistema inmunológico, lo que nos hace más vulnerables a las enfermedades. Aunque por lo general no nos afecte de forma inmediata, sus efectos biológicos son acumulativos, deteriorando paulatinamente la calidad de vida.
En niños, ancianos, embarazadas o personas enfermas los efectos perniciosos de la contaminación electromagnética pueden manifestarse a corto plazo.
Los dos órganos más afectados por los campos electromagnéticos externos son el corazón y el cerebro, al funcionar ambos por impulsos eléctricos.
Estos efectos están en relación con la potencia de emisión recibida y con la duración de dicha exposición.
Cuando esta energía está bloqueada en el ser humano se manifiesta como tensión muscular y es Orgón Muerto (DOR).
Otro de los efectos perniciosos de la contaminación electromagnética es que inhibe la produción de la hormona melatonina, denominada hormona de la oscuridad, dado que sólo se produce durante la noche mientras dormimos. La melatonina es uno de los antioxidantes más poderosos que se conocen, y juega un papel fundamental en la prevención de numerosos cánceres. Los estudios realizados concluyen que las personas invidentes, al tener niveles más elevados de melatonina, tienen un riesgo menor de contraer cáncer.
Según las recomendaciones de Salzburgo, las de mayor reconocimiento internacional, la máxima exposición admisible a la radiación electromagnética correspondería a 0,1 microwatios/cm2. Sin embargo, en España el límite se encuentra en 450 microwatios/cm2 (aunque en algunas comunidades autónomas como Cataluña, Castilla La Mancha o Navarra los límites son inferiores), superando 1.400 veces lo establecido en otros países de nuestro entorno.
Según las recomendaciones de Salzburgo, las de mayor reconocimiento internacional, la máxima exposición admisible a la radiación electromagnética correspondería a 0,1 microwatios/cm2. Sin embargo, en España el límite se encuentra en 450 microwatios/cm2 (aunque en algunas comunidades autónomas como Cataluña, Castilla La Mancha o Navarra los límites son inferiores), superando 1.400 veces lo establecido en otros países de nuestro entorno.
Esta terapia está indicada para aquellas personas que verdaderamente necesitan una ayuda o aporte energético para sanar su proceso de enfermedad o simplemente para aquellas personas que quieran despertar y necesiten dar un empujón vibracional a su espíritu o alma para estos tiempos que vivimos y que están por venir.
Se realiza en dos fases o sesiones de mínimo una hora de duración y máximo de dos horas. Va dependiendo del estado del paciente y de su sistema biológico. Unos van más rápidos, otros van más lentos, cada uno bajo sus biorritmos.
También existen diversas etapas en cada sanación o terapia, siendo estas de armonización, relajación, apertura, conexión, ensamblaje, estabilización y anclaje de nuestro estado de divinidad con nuestro estado más físico y mundana, recordando siempre que somos parte del cosmos e hijos de las estrellas con una clara misión en este u otros planetas.
Debemos salir de esta matrix auto impuesta si queremos evolucionar como seres divinos y espirituales que somos, que siempre hemos sido y siempre seremos. Sólo así podremos romper las barreras de esta prisión virtual.
Nuestro planeta Tierra se está graduando dimensionalmente y desea que seamos parte de su evolución como habitantes de ella que somos. En nuestro libre albedrio estará finalmente actuar en consecuencia y escoger lo que queramos para nuestra propia evolución, cada uno de nosotros tiene su última palabra y la decisión que su alma acepte sin resignación y con amor incondicional hacia el creador.
Namasté.
KPA
Más información;
GHB - Información difundida por http://hermandadblanca.org/ 
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