Mark Hutchinson 07 de octubre 2013
Si has sufrido en otros inviernos de la tos y los estornudos, o estás a punto de ser golpeado por las alergias de primavera, entonces ya conoces la sensación de estar cansado y de mal humor, donde todo parece doler un poco más y deseando que todo el mundo te dejen en paz.
Y lo que es peor aún es que tus comidas favoritas y la música no parecen levantarte el ánimo cuando estás tan enfermo.
Pero, ¿cómo puede ser que la enfermedad cambie nuestra manera de sentir y actuar? Tu sistema inmunológico está trabajando horas extras frente a los bichos. Esta lucha debe estar agotando tus baterías y haciéndote sentir un tanto basura, ¿no? Bueno, tal vez un poco, pero en realidad no lo suficiente como para que te sientas así. ¿Entonces?
Todo lo que sientes y piensas sucede en el cerebro, así que debe haber una conexión con los bichos o entre el sistema inmune y el cerebro ... ¡Bingo, eso es!
Nuestro sistema inmunológico está constantemente charlando con nuestro cerebro, manteniéndolo actualizado sobre cualquier cambio en nuestra salud. Así que, si padecemos una infección, nuestro cerebro puede cambiar nuestro comportamiento para hacer frente a la enfermedad de alguna antigua forma ya probada y verdadera, con el descanso y la recuperación (con un poco de mal humor llevado en buena medida).
Pero si el cerebro sabe "hablar" un lenguaje de neurotransmisor químico. ¿Puede el sistema inmunológico "hablar" de esa misma manera a nuestro cerebro?
Pues aquí está el quid de la cuestión: ¿Sabías que tu cerebro en realidad es más "sistema inmune" que "cerebro"?
Espera, espera, ¿qué pasa con todos esos vídeos tan interesantes, donde volando a través del cerebro se ve todo el cableado y el envío de mensajes desde todas partes? Ahí no se ven células inmunes.
Bueno, a pesar de nuestra percepción común, ¡nadie tiene tanto aire en su cabeza! Y ese espacio está lleno de células inmunes, llamadas glia. En realidad superan en número a las del cableado neuronal, en diez a una. Estas células inmunes son fundamentales para la salud y el bienestar de nuestros cerebros. También ayudan a traducir los mensajes inmunes a nuestro cerebro para decirnos que estamos enfermos.
La adición del cerebro
Este darse cuenta de que la inmunología de nuestro cerebro contribuye a muchos aspectos de la conducta y de la cognición, ha dado lugar a cambios de paradigma en el campo de la psiquiatría y la salud mental. Un emocionante desarrollo reciente ha sido el descubrimiento de que unos cambios en la inmunología del cerebro contribuyen a la adicción a las drogas.
Por supuesto, la dopamina sigue siendo el neurotransmisor clave de recompensa del cerebro; pero el sistema inmune que rodea los sistemas de dopamina cerebrales también parecen ser muy sensibles al abuso de drogas. Tanto es así, que en los estudios preclínicos, es posible hacer que a las ratas les guste el alcohol, los opiáceos y la metanfetamina, tan sólo con la activación de las células inmunes de regiones específicas del cerebro.
Esto tiene especial significado para el tratamiento de la adicción a las drogas. Significa que el tratamiento desde una perspectiva "cerebral" sólo puede resolver una parte del problema. El "otro cerebro", las células inmunitarias del cerebro, necesitarían también un poco de atención.
De hecho, los estudios que se han hecho, con el apoyo del Instituto Nacional sobre Drogadicción (NIDA) en Estados Unidos, han demostrado ser muy prometedores en el tratamiento de opiáceos y la adicción a la metanfetamina, con los tratamientos dirigidos al sistema inmune cerebral.
¿Qué significa esto para los adictos?
Los actuales programas de sustitución de drogas, como los de mantenimiento con metadona proporcionados en Australia son la vanguardia innovadora y ofrecen un servicio de salud de clase mundial para drogadictos.
Pero, sorprendentemente, estos programas no están ampliamente disponibles en muchos países desarrollados, debido a la presión política negativa que argumenta que, "se acaba dando a los adictos lo que quieren de forma gratuita" y "si se esforzaran más, ellos solos podrían pararlo".
Pero pensando en ello, si tu inmunología cerebral le está diciendo a tu cerebro que necesitas una siguiente dosis, tienes una batalla cuesta arriba en tus manos: diez células inmunes frente a cada neurona. No es una lucha justa. Y esto significa que las terapias dirigidas al sistema inmune cerebral podrían ser una opción mucho más aceptable políticamente en el futuro, a fin de complementar los programas existentes de terapia de sustitución.
¿Y ahora qué? ¿Cuándo podríamos ver el fin de la drogadicción con este nuevo entendimiento de la inmunología cerebral?
En el fondo no lo sabemos. Pero al menos ahora podemos empezar a integrar estos desarrollos de la inmunología cerebral con las muchas décadas de investigación en la neurociencia de la adicción a las drogas, para dar una esperanza a los cientos de miles de adictos a las drogas de todo el mundo, para decirles que la cura podría estar a la vista.
- Mark Hutchinson is a panelist at the University of Adelaide’s public research forum this evening on Tackling Addiction.
- Imagen: síntomas de enfermedad.
Referencia: The.Conversation.com .
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