Un nuevo estudio demuestra que los riesgos de sufrir insuficiencia cardiaca, infarto cerebral, depresión o ansiedad, así como un simple resfriado o algo tan grave como un cáncer, aumentan después de perder a un ser querido.
Una persona realmente puede morir del llamado 'síndrome del corazón roto', según un estudio detallado por investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) que recoge el diario británico 'The Daily Mail'. Los resultados se suman a la creciente evidencia de que al morir un ser querido no solo aumenta el riesgo de depresión, sino de que las defensas del cuerpo se pueden debilitar y una persona queda indefensa contra todo tipo de enfermedades.
Los investigadores estiman que este síndrome multiplica las posibilidades de morir hasta por seis en el primer año después de perder a un ser querido. El fenómeno explica por qué muchas viudas y viudos mueren a los pocos meses después de fallecer su cónyuge.
Hay muchas causas complejas que pueden explicar el 'síndrome del corazón roto', pero la producción de cortisol, una sustancia química liberada por la glándula suprarrenal, da muchas respuestas al peligro que se corre tras perder a alguien cercano. Se cree, además, que esta sustancia es una de las mayores fuentes de los problemas de salud.
Sus funciones principales son incrementar el nivel de azúcar en la sangre, suprimir el sistema inmunológico en caso de ser necesario y ayudar al metabolismo de grasas, proteínas y carbohidratos. Asimismo, da más energía al cerebro y acelera la cicatrización de las heridas. Aunque sin duda ayuda al cuerpo en un sinnúmero de aspectos, puede llegar a ser fatal cuando una persona se enfrenta a una angustia emocional a largo plazo.
Los mayores problemas de saludLos expertos dicen que la hormona se puede acumular hasta niveles peligrosos en la sangre, afectando a muchas partes de nuestro cuerpo. Los autores de la investigación han hecho una lista detallada de los problemas de salud que una persona con dicho síndrome puede sufrir debido a los altos niveles de cortisol:
- Los autores del estudio aseguran que, pocas semanas después de la pérdida de un ser querido, algunas mujeres pierden el cabello a un ritmo alarmante, pero sostienen que el problema no es tan grave debido a la rápida recuperación del cuero cabelludo.
- Al estar en duelo se debilita el sistema inmunológico, lo que nos deja vulnerables a los resfriados, gripes, dolores de garganta y molestias en el estómago. Según los investigadores de la Universidad de Birmingham, el estrés crónico severo nos vuelve un 20% más propensos a pescar una infección viral.
- Esa tristeza puede provocar dolores de cabeza por la tensión experimentada. Junto a los mareos, náuseas y dolores musculares son muy comunes en las personas que sufren un estrés emocional intenso.
- No es sorprendente que la presión arterial se eleve por lo general en las primeras semanas después de la pérdida de un ser querido. Esto se debe a que las hormonas de estrés hacen que el corazón lata más rápido. Según el estudio, este problema afecta más a las personas de mediana o de tercera edad.
- El sistema inmunológico es fundamental en la defensa contra el cáncer, pero los altos niveles de cortisol pueden debilitarlo. Un estudio de más de 6.000 familias israelíes en 2000 sugirió que la incidencia de cáncer fue mayor en los padres que perdieron a un hijo adulto en la guerra. Sin embargo, varios estudios han demostrado que la relación es pequeña o inexistente.
- Los especialistas advierten que la pérdida de un ser querido puede desencadenar una serie de cambios de estilo de vida poco saludables como el hábito de beber y fumar, así como comer comida basura y hacen menos ejercicio .
- La pérdida de un ser querido puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, la versión de la enfermedad que suele aparecer en la edad madura.
-Los científicos creen que los altos niveles crónicos de cortisol dañan las células en el páncreas que producen la insulina, sustancia que controla el azúcar en la sangre.
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