Un creciente cuerpo de evidencia sugiere que beber té verde podría ayudar a prevenir el cáncer. Según la Sociedad Americana del Cáncer, muchos estudios de laboratorio sobre cultivos celulares y animales han demostrado que el té verde tiene propiedades quimiopreventivas.
Dos meta-análisis hallaron que el consumo de té verde puede prevenir el crecimiento de tumores de cáncer de mama, especialmente en las primeras etapas.
Y un estudio de laboratorio más reciente, realizado en China, encontró que el componente principal del té verde, un antioxidante llamado epigal locatechin-galato (EGCG), induce a las células de cáncer de mama a la auto-destrucción.
El EGCG, bloquea el crecimiento de vasos sanguíneos en los tumores, lo que los deja hambrientos de nutrientes. Los investigadores también observaron que, al parecer, el EGCG se une a una proteína específica que se encuentra presente en cada célula del cuerpo y evita así la transmisión de señales que inician el proceso de desarrollo de cáncer (las células cancerosas tienden a tener niveles más altos de esta proteína que las otras células)
Los profesionales de salud recomiendan beber de 6 a 10 tazas de té verde orgánico al día. Además, es recomendable elegir uno que contenga cafeína, a menos que se está embarazada o se deba limitar el consumo de cafeína. Una taza de té verde contiene 20 miligramos de la misma; aproximadamente una cuarta parte de la cantidad en el café. Algunas investigaciones han encontrado que la eliminación de la cafeína reduce el potencial quimioprotector.
En caso de embarazo o periodo de lactancia, es recomendable consultar por las limitaciones del consumo de cafeína con el médico.
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