Una joven está a punto de iniciar una revolución en la industria de la belleza y arrebatarle sus ganancias de 55.000 millones de dólares, después de encontrar la forma de producir cosméticos de colores en una impresora 3D hecha en casa.
© YouTube / TechCrunch
Grace Choi, una neoyorquina de 30 años, ha encontrado la manera de ahorrar en productos de belleza imprimiéndolos en su propia casa con una impresora 3D que cualquiera puede construir con un ordenador convencional y una impresora normal y corriente, informa 'Business Insider'.
Después de graduarse en 2013 en la Escuela de Negocios de Harvard, Choi fue reclutada por Burger King para trabajar en el campo de la innovación alimentaria en la cadena de comida rápida. Después de tres meses, sin embargo, la joven se sentía fuera de lugar y dejó el trabajo para inventar su impresora 3D Mink Printer.
Choi descubrió que los fabricantes de productos de belleza cobran un suplemento por los colores y tintes que utilizan en sus fórmulas, componentes "que la tecnología puede ofrecer gratis". El invento de Choi permite reducir significativamente el precio del maquillaje y crear el color necesario con ayuda de una imagen digital a color, una herramienta como Photoshop que pueda determinar un código de color hexadecimal y la impresora 3D Mink Printer o cualquier otra impresora conectada a un ordenador.
© Mink / Vimeo
Lo más importante es que para conseguir el color necesario, por inusual que sea, se utilizan los cuatro colores primarios de las impresoras habituales (negro, cian, amarillo y magenta). La tinta de la impresora de Choi (llamada 'Mink Printer') añade color a las sombras y cremas blancas. La inventora especifica que pequeñas cantidades de un mismo maquillaje blanco puede 'pintarse' de distintos colores según desee la usuaria.
Mink Printer, presentado por Choi en una feria de tecnología este mayo, despertó mucho interés entre los inversores.
No obstante, la joven inventora todavía no ha aceptado ninguna propuesta, en vez de ello decidió publicar un video explicando cómo montar en casa un aparato propio de las mismas características que Mink Printer. "Una sola persona no puede desmontar todo el mercado de la belleza", dice Choi. "Juntos, como comunidad, podemos alterarlo. Me atrae el éxito financiero, pero mi objetivo número uno es la motivación para el cambio. Esto es una misión social muy importante para mí. Pienso en Mink Printer como en una herramienta educativa para los niños y las niñas interesados en la tecnología", añade Choi, que insiste en que va a hacer todo lo posible para que la revolución en la industria de belleza llegue lo antes posible.
© Facebook / Grace Choi
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