El asma se ha convertido en una de la enfermedades crónicas más extendidas en el mundo. 300 millones de personas sufren esta dolencia en el planeta. En España entre el 8% de los adultos y el 12% de los niños padece de asma, tal y como destaca la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), datos que han salido a la luz con motivo del Día Mundial del Asma, que se celebra hoy.
No suelo hacerme eco de los “días de…” si no es para aportar algo crítico y eso es lo que voy a intentar. Para empezar chirría y preocupa en la comunidad sanitaria que las llamadas sociedades científicas promuevan enfermedades no se sabe bien si para agitar mercados y que se vendan más fármacos.
Escribo esto porque la citada SEPAR ofrece información en la aparte de abajo de su web sobre sus “patronos y mecenas”, nueve compañíasfarmacéuticas con intereses en el mercado del asma, que ya vemos que es muy amplio.
En “días como hoy” estas informaciones suelen citar losmedicamentos como principal “solución” al problema. En España tratar el asma cuesta casi 1.500 millones de euros al año y el 27% del presupuestos se va en fármacos. Todos sintomáticos y en cierta medida peligrosos por ser por lo generalpotentes broncodilatadores que han de usarse el menor tiempo posible, sólo en crisis graves. Pero ya sabemos el poco miedo que tenemos por estos lares a los fármacos y usamos los tratamientos antiasmáticos de manera cotidiana.
Llama la atención que se ponga el foco en los datos estadísticos y en los medicamentos y no tanto en el origen de la enfermedad. Ocurre con todos los “días de…”. Deberíamos saber que el asma y las alergias se duplican por los tóxicos en el aire y en la alimentación. Es decir, que el mejor “medicamento” es vivir en ambientes sanos y alimentarse de manera lo más limpia posible (con alimentos bio o ecológicos).
Si hay un ámbito de la salud que de manera evidente tiene que ver con la polución y así es reconocido de manera general, es el que tiene que ver con la alergología y las enfermedades respiratorias. Son enfermedades que manifiestan una clara relación con la calidad del aire que se respira. Los tóxicos ponen en jaque al sistema inmunitario.
El problema no es tan sanitario como se nos hace ver. El problema es social, económico, político. Si tendemos a una sociedad más limpia ganaremos en calidad de vida al reducir las enfermedades (no sólo el asma y alergias). ¿Cuantos asmas se curarían (dicen que el asma no se cura) dejando de exponernos a los tóxicos con los que convivimos de manera cotidiana?
Por Miguel Jara 6 de mayo de 2014
http://www.migueljara.com/2014/05/06/asma/
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