1. Admitir la realidad
Los problemas y dificultades aparecen tarde o temprano y de forma más o menos continua en la vida de cualquier persona, y queramos o no cuando dicen de aparecer no podemos hacer nada por evitarlos, lo que si podemos hacer es enfrentarnos a ellos y tratar de poner soluciones.
Lo importante es admitir la realidad que nos ha tocado vivir, la vida suele estar llena de dificultades, problemas y sinsabores con los que hay que contar, y cuando éstos se abordan de un modo decidido y con energía, no suelen ser tan difíciles de superar como puede parecer en un primer momento. La solución reside en cambiar lo cambiable, aceptar lo que no se puede cambiar y saber distinguir lo uno de lo otro.
No hay que olvidar que a veces la causa de las preocupaciones está en uno mismo, en nuestros pensamientos y en la forma que tenemos de analizar e interpretar la realidad que nos toca vivir. Hay personas que hacen de su vida un auténtico problema, siempre están preocupándose por insignificancias, o por lo que imaginan que les puede pasar en un futuro.
2. ¿Qué actitudes se deben evitar?
Lamentarse. La autocompasión no resolverá nuestros problemas.
- Evitar paralizarse y no hacer nada: En ocasiones ciertos acontecimientos de nuestra vida nos sitúan ante situaciones que nos superan y desbordan. Lo importante ante las dificultades es no paralizarnos sino actuar y confiar en nuestra capacidad de resolución. Es un error pensar que los problemas se irán tal y como han venido o encerrarse en uno mismo y lamentarse de lo que ocurre. Esto lo único que hará es alargar la situación problemática.
- Evitar planteamientos derrotistas: Si uno se cree incapaz de enfrentarse a una situación nunca lo hará. Este tipo de planteamientos para lo único que sirven es para desanimarnos e incapacitarnos para enfrentarnos a las dificultades.
- Evitar las comparaciones: la mayoría de las veces que nos comparamos con los demás lo hacemos valorando solamente aquello en lo que ellos son afortunados y tienen éxito o nos comparamos con personas que tienen unas circunstancias diferentes a las nuestras. Esto nos lleva a interpretar nuestra situación como injusta.
- No caer en el error de estar solamente pendiente de lo que nos falta, de lo que no conseguimos tener, ya que por muy mal que nos vaya en la vida siempre habrá algo por lo que merezca la pena luchar. Evita caer en el error de desear solamente lo que no tienes.
3. Cómo actuar
- Buscar el apoyo de los amigos y si es posible solicitar algún consejo.
- Expresar abiertamente los problemas ayuda a verlos desde otra perspectiva: puedes escribirlos en un papel o contárselos a alguien de confianza.
- Abordar los problemas como oportunidades para empezar de nuevo y descubrir otras facetas de uno mismo nos ayudará a superarlos.
- Tener presente que de las equivocaciones se aprende, por lo tanto aceptar los fracasos y errores se puede considerar el primer paso para intentarlo de nuevo.
- Tener presente que preocuparse por problemas que no existen contribuye a crearlos.
- Fomentar la confianza y seguridad en uno mismo: esto te ayudará a afrontar las dificultades de forma realista y a ver las ventajas e inconvenientes de tomar una determinada decisión. Las personas con buena autoestima son conscientes de sus limitaciones y posibilidades, y por lo tanto a la hora de enfrentarse a un problema pueden hacer una valoración más o menos objetiva de sus posibilidades de éxito o de la necesidad de pedir ayuda.
- Procurar pensar siempre en positivo e intentar relativizar más los acontecimientos.
Dª. Trinidad Aparicio Pérez
Psicóloga. Especialista en infancia y adolescencia
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