Los vasos sanguíneos de las mujeres responden al frío de forma distinta que los hombres.
La reducción del flujo sanguíneo a las extremidades se utiliza para mantener calientes los órganos vitales. Es un proceso natural, y normal en invierno, pero las mujeres suelen tener las manos y los pies fríos todo el año.
Según Michael Tipton, profesor de fisiología aplicada de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido), "los receptores que se encuentran debajo de la superficie de la piel son los responsables del cambio de temperatura".
Se llaman termorreceptores y actúan sobre el flujo de sangre que llega a los capilares. Cuando la temperatura exterior cae, se reduce este flujo de sangre y se desvía en mayores cantidades a órganos internos vitales tales como el corazón, los pulmones o el hígado.
De modo, que están protegidos por el calor, y por consiguiente, se produce una reducción del flujo sanguíneo a las extremidades (vasoconstricción), provocando una disminución de la temperatura en los dedos de las manos, los pies, la punta de la nariz y las orejas.
Este fenómeno se debe en parte a que son zonas que están más expuestas, pero también a que el cuerpo sacrifica estos extremos para mantener el calor de los órganos internos. Todo forma parte del ciclo natural de las cosas, pero en el caso de las mujeres se magnifica, según se demuestra en un estudio publicado en la revista médica The Lancet.
"En las mujeres, la vasoconstricción a bajas temperaturas se produce mucho más rápidamente, el flujo de sangre en la piel se reduce primero y más intensamente que los hombres y después las mujeres necesitan más tiempo para calentarse," explicó el profesor Tipton.
Todo depende del estrógeno, la hormona que debe regular los vasos sanguíneos periféricos. En otras palabras, los niveles elevados de estrógeno pueden reducir la temperatura de las extremidades.
Durante la ovulación, las mujeres son más susceptibles al cambio climático, mientras que en las embarazadas, tener las manos y los pies fríos puede estar vinculados a la necesidad de proteger al niño.
En algunos casos, las mujeres con las manos frías pueden ser portadoras de una enfermedad. El síndrome de Raynaud afecta principalmente a mujeres entre los 20 y los 40 años. Los síntomas van más allá, se producen cambios en el color de la piel, los dedos se ponen blancos, luego azulados y parecen entumecidos.
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Cuando la circulación mejora, la piel cobra un color más rojizo y se puede sentir una sensación de hormigueo en las zonas. Esto puede durar desde un minuto hasta horas. Las zonas más afectadas son los dedos de las manos y de los pies, pero también puede ocurrir en la punta de la nariz, las orejas e incluso los pezones.
Fuente: Yahoo! Lifestyle
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