Muchos expertos afirman que las compañías de alimentos se han estado aprovechando de nuestra adicción a los aditivos como la sal, el azúcar y la grasa con el fin de atraer a más clientes y vender más alimentos.
¿Cuál es la ciencia detrás de la adicción a la comida chatarra? ¿Es la industria alimentaria quien tiene la culpa?
¿Podría nuestra creciente adicción a estos alimentos chatarra poco saludable ser la causa de nuestra creciente crisis de obesidad? ¿Y qué rol juega la industria alimentaria?
Según algunos expertos, la sal es el “ingrediente mágico”, ya que proporciona una explosión de sabor, con los mínimos costos. No sólo hace que el azúcar sea más dulce, incluso puede añadirles ese crujiente sabor a las galletas y patatas fritas. También ayuda a prolongar la vida útil de los alimentos. Sin embargo, en exceso, no sólo puede aumentar la presión sanguínea y dañar el corazón, sino que también puede hacer que nos veamos hinchados y retengamos líquido.
Por otro lado, nuestros cuerpos están fuertemente predispuestos a desear los alimentos con azúcar. Las compañías de alimentos lo saben y toman ventaja de ello mediante la adición de azúcar tanto como sea posible, y así logran crear una cadena de milagros dulces fabricados. De hecho, existe un punto de inflexión crucial que las empresas de alimentos buscan al añadir azúcar a los alimentos llamado el “punto de felicidad.” Esta es la cantidad exacta de azúcar añadida que enviará al punto de la euforia.
La grasa es incluso más potente que el azúcar. Se presenta en muchas formas y no es fácil de reconocer en las etiquetas de los alimentos; y brinda el doble de la energía que el azúcar.
Mientras más grasa una empresa de alimentos suma a un producto en particular, más atractivo será debido a su “sabor de boca” alterado.
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