¿Crees que sería bueno que España adoptara el horario británico?
Las recomendaciones finales del informe elaborado por la subcomisión de racionalización de horarios ?que no es vinculante y que según la oposición choca de frente con las políticas gubernamentales de recortes y la reforma laboral? están basadas en las aportaciones de casi 60 expertos que han puesto sobre la mesa los enormes problemas de conciliación laboral y familiar que persisten en España.
Oposición y sindicatos temen que el informe caiga en saco roto y resaltan que sus conclusiones chocan con las políticas gubernamentales de recortes y con la reforma laboral Entre los expertos consultados está la catedrática Nuria Chinchilla, quien considera que regresar al huso horario de Greenwich, adelantado una hora el reloj, permitirá a los españoles dejar de vivir en "un jet lag constante" y será el primer paso necesario para racionalizar los horarios de trabajo. España asumió el horario actual, el que se corresponde con Europa Central, en el año 1942. Franco tomó la decisión para coincidir con el horario alemán, por razones bélicas en plena II Guerra Mundial. Sin embargo, muchas son las voces que reclaman, setenta años después, la vuelta de España al huso que le corresponde geograficamente, el que comparten Portugal, Reino Unido o Marruecos.
El presidente de la asociación por la racionalización de los horarios españoles (Arhoe), Ignacio Buqueras, ve "lógico abandonar el merididano de Berlín y volver al de Greenwich, que atraviesa España de los Pirineos a Castellón". Los defensores de este cambio argumentan que el horario del reloj no está sincronizado con el solar como debería. Asimismo, sostienen que los españoles siguen comiendo y cenando con respecto al horario solar, a la 1 y a las 8, aunque en el reloj (en verano) ponga que son las tres y las diez, respectivamente.
Para Buqueras, sin embargo, el cambio de huso horario aunque importante no es suficiente si no va unido a la apuesta por favorecer la racionalización de los horarios laborales. La organización que preside defiende que se implanten en las empresas jornadas compactas, con una salida máxima a las 18.00 horas y una hora entre medio para comer, que colocaría a España en sintonía con los horarios laborales europeos.
El principal beneficio para el trabajador es que dispondría de tiempo propio para el ocio, la formación o la familia. Además, los partidarios de acabar con el 'abierto hasta las ocho' defienden que una jornada compacta mejora la productividad, reduce el absentismo, el estrés y hasta el fracaso escolar.
En las grandes ciudades españolas ya hay bastantes las empresas "sobre todo multinacionales" que optan por cerrar las oficinas antes de las seis de la tarde. Y los restaurantes comienzan a poner turnos de comida, con menús rápidos a la una, para estos trabajadores. "Iberdrola fue la primera del Ibex 35 que lo implantó en 2007, y ha demostrado que con esta medida se incrementa la productividad, se disminuyen los gastos energéticos y se mejora el capital humano", en [...]
Fuente: 20 minutos
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