INVESTIGADORES HAN DISEÑADO UN EFECTIVO EXPERIMENTO PARA CURAR LA ANSIEDAD SOCIAL QUE, SIN EMBARGO, REQUIERE GRAN DISPOSICIÓN DE LOS SUJETOS QUE PADECEN ESTE DESORDEN
La ansiedad social afecta a millones de personas, especialmente en sociedades occidentales, y aunque no necesariamente es un síntoma de nuestros tiempos, es evidente que en nuestra época se hace más patente (al menos, las personas la ventilan más y se escudan en sus ventanas sociales digitales).
Según el profesor Stefan G. Hofmann, director del Social Anxiety Program de la Universidad de Boston, este desorden es el resultado de nuestro miedo a no ser aceptados por nuestros iguales y de una necesidad biológica de recibir afecto y aceptación. Durante ciertas edades infantiles es normal que exista esta presión, pero puede convertirse en un desorden cuando se mantiene por largos períodos o se manifiesta aún en la adultez.
Una interesante observación tiene que ver con que culturas como la china o la japonesa no reportan tanta ansiedad social. Esto, según los investigadores, parece tener que ver con que son culturas menos individualistas, en las que las cosas no giran alrededor del individuo.
No pensar demasiado en uno ni creer que todo gira alrededor de nosotros, perder importancia personal parecer ser una forma de evitar la ansiedad social, la cual es el resultado de nuestra sobreidentificación con nuestra individualidad. Si relajamos la importancia personal y dejamos de apegarnos a la imagen que tenemos de nosotros mismos, es probable que podamos estar con muchas personas sin estresarnos. Aprender a relajarse es una de las claves de una buena vida.
Sin embargo, la cura para este desorden que los investigadores han implementado con efectividad es mucho más práctica y quizás desafiante para gente que teme ser rechazada. Se trata de una terapia de de conducta cognitiva, la cual es una forma de evitar el consumo de fármacos psicotrópicos. La premisa es colocar a las personas que sufren este desorden en situaciones que generalmente les producirían ansiedad, bajo condiciones terapéuticas controladas.
El ejercicio primordial, después de unas siete u ocho sesiones de terapia, es pedirle a estos individuos que vivan el peor de los escenarios posibles. Por ejemplo, a un hombre que tiene problemas para tener relaciones de pareja se le pide que vaya a un restaurante y le pida el teléfono a todas las mujeres que estén solas en una mesa.
“Obviamente, la persona es rechazada gran cantidad de veces y ese es el punto”, dice Hofmann. Para que la persona pueda soportar este duro ejercicio se le da un guión de lo que tiene que decir y de lo que va a hacer. Según explica el investigador, en conjunto los resultados son de un 75% de efectividad.
Así que ya lo sabes: si tienes una ansiedad social o alguna otra fobia, quizás una buena forma de afrontarla es viéndola como un juego o un experimento. Puedes empezar invitando a salir a todas las chicas o chicos que veas en la calle o algo así, sin desanimarte, simplemente siendo científico al respecto. Y si te rechazan, recuerda que justo de eso se trata.
POR: PIJAMASURF - 23/10/2015 A LAS 11:10:10
http://pijamasurf.com/2015/10/esta-puede-ser-una-efectiva-aunque-radical-cura-a-la-ansiedad-social/
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