miércoles, 18 de agosto de 2010

Los jóvenes cada vez oyen peor

Isabel F. Lantigua | María Sainz El Mundo
Las pérdidas auditivas están un 31% más presentes entre los jóvenes.Escuchar música a todo volumen equivale al ruido del despegue de un avión

Algunas veces, no quieren escuchar; otras, no oyen bien. Los jóvenes de hoy en día tienen más pérdidas auditivas que los de la década de los 90. Así lo constata un nuevo trabajo publicado en 'The Journal of the American Medical Association'.

Lo que todavía no se sabe es qué causa esta pérdida de audición: iPod, reproductores MP3 o discotecas; factores de riesgo que no han demostrado una relación directa.

Un grupo de expertos, encabezado por Josef Shargorodsky, del Brigham and Women's Hospital (Boston, EEUU), cotejó los datos de dos estudios sanitarios realizados con una década de diferencia -en 1994 y 2006- en los que, entre otras mediciones, se analizó la salud auditiva de los participantes.

Tras realizar las pertinentes audimetrías, se consideró que los jóvenes presentaban una disminución leve de la capacidad auditiva cuando el umbral se situó entre los 15 dB y los 25 dB; y se consideró moderada o severa según se fue superando esta última cifra.

Además de la intensidad, los expertos caracterizaron este trastorno en función de su unilateralidad o bilateralidad (en uno o los dos oídos) y de si éste se producía con las frecuencias bajas (0,5, 1 y 2 kHz, que son sonidos más graves) o las altas (3,4,6 y 8 kHz, más agudos).

Como resultado general, los investigadores afirman en 'JAMA' que "la prevalencia de cualquier clase de pérdida de audición aumentó de forma significativa, de un 14,9%, entre 1988 y 1994, a un 19,5%, entre 2005 y 2006 [...] Esto representa un incremento del 31% en la presencia de este trastorno".

Uno de cada 20 niños

El documento destaca que "uno de cada 20 niños en esta franja de edad presenta una disminución auditiva moderada o severa", tal y como demuestra el incremento de un 3,5% a un 5,3% en su incidencia. Lo más común es sufrir esta pérdida en un solo oído y ante las frecuencias más altas.

Por otro lado, haber padecido tres o más infecciones de oído, el uso de armas de fuego o la exposición a música alta durante cinco o más horas semanales no fueron factores directamente relacionados con los problemas de audición. Sólo fue estadísticamente significativo vivir bajo el umbral de la pobreza.

No obstante, los autores recalcan que los jóvenes suelen subestimar los ruidos altos. E indican que el hecho de que la mayor incidencia de pérdidas auditivas sea con las frecuencias más altas podría indicar que el nivel de sonido sí está resultando dañino.

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