¿Cómo hacer para que esta longevidad no sea una acumulación de dolencias y enfermedades, sino una etapa vital, plena de experiencias y desarrollo personal?
Tomando en cuenta aspectos biológicos, sociológicos, psicológicos e incluso espirituales, presenta una manera de encarar los próximos años que permitirá frenar el envejecimiento y renovar, con inteligencia, la segunda mitad de la vida de muchos. Profesor de la Universidad Maimónides y reconocido gerontólogo dedicado a estudiar las causas de la longevidad saludable sostiene con humor que: “El cerebro es un ‘músculo’ fácil de engañar; si sonríes cree que estás contenta(o) y te hace sentir mejor”. Explica que el pensamiento es un evento energético que transcurre en una realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción (del griego emotion, movimiento), un movimiento de neuroquímica y hormonas que cuando es negativo hace colapsar a nuestro organismo físico en forma de malestar, enfermedades e incluso de muerte.
Las conductas S generan actitudes A: Animo, aprecio, amor, amistad, acercamiento. Fíjate que así nos enteramos de que lo que siempre se llamó “hacerse mala sangre” no es más que un exceso de cortisol y una falta de serotonina en la sangre. Algunas reflexiones más del Dr. Hitzig: Presta atención a tus pensamientos pues se harán palabras. Presta atención a tus palabras pues se harán actitudes. Presta atención a tus actitudes porque se harán conductas. Presta atención a tus conductas porque se harán carácter. Presta atención a tu carácter porque se hará biología. Practiquemos.
Hace muchos años el poeta Rabindranath Tagore decía: “Si tiene remedio, ¿de qué te quejas? Y si no tiene remedio, ¿de qué te quejas?” Podría servirnos para aprender a dejar las quejas y los pensamientos negativos de lado y buscar en cada situación el aspecto positivo ya que hasta la peor de ellas lo tiene. De esa forma nos inundaría la serotonina con todas sus eses, la sonrisa se nos grabaría en las mejillas y todo ello nos ayudaría a vivir mucho mejor ese montón de años que la ciencia nos ha agregado.
Porque, olvidaba escribirlo, el Dr. Hitzig ha comprobado con sus investigaciones que quienes envejecen bien son las personas activas, sociables y sonrientes. No las rezongonas, malhumoradas y avinagradas que nadie quiere tener cerca. Empecemos hoy practicando las ese frente al espejo para mejorar nuestro humor y cuidar nuestra salud. ¿Estás de acuerdo con el alfabeto emocional? ¿Qué abunda más en tu vida, R o S? Suena lógico ¿verdad? Finalmente todo es cuestión de actitud.
por maria angelica sassone el marzo 5, 2013
Fuente: http://myinstitutodelnuevoser.blogspot.com.es/2013/03/el-cerebro-despues-de-los-50-angelesamor.html
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