Una discreta antigua hierba medicinal griega vuelve a ser popular. Preparada como infusión, es tres veces más saludable que el té verde, protege las células del envejecimiento prematuro, elimina metales pesados del cuerpo –e incluso ayuda en caso de acné y neurodermatitis. Su nombre:”Cistus” o jara gris.
Ulrich Arndt
En la península de Chalkidiki se explica la leyenda de que hubo una junta en la cumbre del Olimpo en que los dioses determinaron qué plantas deberían asumir una cierta labor curativa. Los padres de los dioses asignaron a la jara la tarea de curar a los guerreros heridos en la batalla. Esto molestó a las diosas, porque estaban seguras de que esa hierba de delicadas flores de color rosa sería más adecuada para los cuidados de belleza –interna y externamente.
El resultado fue que a la jara se le dieron ambas tareas, la de curar y la de embellecer. No hay duda: en el mundo antiguo esta planta era muy popular. Particularmente su resina, llamada ládano, era famosa en toda la zona del Mediterráneo como cosmético y como ayuda para los problemas de piel y del cabello.
Además, se la apreciaba como remedio para la pestilencia de aquel tiempo y para otras enfermedades. Sin embargo, los monjes de las famosas abadías del monte Athos y los granjeros griegos usaron la jara como infusión medicinal para diversas dolencias.
Protege el corazón y desintoxica
Actualmente, después de que sus extraordinarios poderes curativos fueran verificados por la ciencia, no sólo es popular en Grecia. El hecho es que la infusión de jara es tres veces más saludable que el té verde y el zumo de la baya del saúco. Protege el corazón cuatro veces mejor que el vino tinto y es un antioxidante veinte veces más fuerte que el zumo de limón recién exprimido. Este fue el resultado de unas pruebas dirigidas por el Instituto Lefo de Ahrensburg. En su estudio, los investigadores compararon diversas infusiones, zumos y vinos para ver su capacidad en neutralizar los llamados radicales libres, como los contaminantes medioambientales y los subproductos que perjudican el metabolismo.
Las bien conocidas depredadoras de los radicales libres son las vitaminas E y C, el beta-caroteno y pigmentos de plantas (flavonoides). Si el cuerpo no tiene suficientes antioxidantes, las sustancias tóxicas pueden desarrollarse libremente. Son las responsables del envejecimiento prematuro y de multitud de diferentes enfermedades.
Dañan, por ejemplo, las paredes de los conductos sanguíneos pequeños. Como primera ayuda, el cuerpo tiene que producir colesterol para reparar los agujeros –los niveles de colesterol aumentan enormemente. Lo malo es que el residuo del metabolismo y los minerales se pegan rápidamente en estos lugares; se inhibe el flujo sanguíneo –el resultado es arterioesclerosis, tensión sanguínea alta y otras enfermedades cardiovasculares. Los científicos del Instituto Lefo descubrieron que la jara contiene una combinación excepcionalmente efectiva de antioxidantes: 44 ml. de esta infusión concentrada ya tiene el mismo efecto que una dosis diaria de vitamina C (como ácido ascórbico). En Chalkidiki, la gente bebe mucha infusión de jara durante el día. Quizá sea ésta la razón por la que hay tanta gente que supera los cien años de edad.
Sin embargo, la jara es capaz de mucho más. El profesor Claus Peter Siegers, de la Universidad de Lübeck, ha demostrado que la jara desintoxica el cuerpo y elimina los metales pesados tóxicos que se derivan del humo de los cigarrillos, los empastes dentales y la contaminación medioambiental.
En el estudio de Sieger, los fumadores bebieron sólo 50 mililitros de cocción de jara dos veces al día. La jara concentrada es comparable a una extracción de té fuerte (véase el recuadro de información más adelante). Tras cuatro semanas, al final de la prueba, el nivel de cadmio en sangre del participante era significativamente más bajo. Los terapeutas aconsejan beber un litro de infusión de jara al día durante el tiempo en que se acude al dentista.
Más fuerte que las vitaminas E y C
El Dr. Vinzenz Nowak, de Bad Iburg, descubrió en tests de laboratorio que la jara también es beneficiosa para el sistema inmunitario. Una sola taza de infusión diaria se supone que estimula el sistema inmunitario de forma significativa (ver el cuadro de abajo). Además, el Dr. Frank Petereit afirmó en su disertación en la Universidad de Münster que la jara ayuda en muchas infecciones causadas por hongos, como la peligrosa micosis intestinal y vaginal, la candida albicans. La jara controla también otros microorganismos perjudiciales, como las bacterias coliformes y el helicobacter, este último causante de gastritis. Éste es muy importante en nuestra época, porque el estrés y la tensión creciente a través de los contaminantes medioambientales desestabilizan rápidamente el delicado equilibrio de las bacterias útiles del intestino. Los síntomas son digestiones lentas, picor, fatiga y falta de energía. La infusión de jara mejora todos estos síntomas y mantiene una flora de bacterias saludable. Petereit descubrió también que la jara alivia varias formas de inflamación. Si se bebe un litro de esta infusión, los síntomas típicos en sangre disminuyen significativamente. El efecto en caso de inflamaciones de las encías es obvio; simplemente, enjuáguese la boca varias veces al día con esta infusión durante varios minutos y, además, bébase dos o tres tazas de esta infusión.
Lo que aún es más espectacular es que la cocción de jara concentrada posee un fuerte efecto antiviral sobre los virus de la gripe e incluso sobre los virus de la gripe aviar (se examinó el H7N7). Esto lo descubrieron biólogos del “Institut für Molekulare Virologie“(”Instituto de Virología Molecular”) de Münster. El profesor Stefan Ludwig, de Hospital Universitario de Münster, señala que lo mejor es que esta infusión no perjudica a las células del cuerpo afectadas por el virus. Contrariamente a los tratamientos con antibióticos, los virus no desarrollan ninguna señal de resistencia.
Jara gris para embellecer
También los científicos examinaron con atención el deseo de las diosas olímpicas. Resultado: si alguien se aplica sobre la piel una infusión de jara concentrada dos veces al día, al cabo de 4 semanas conseguirá tener un cutis mucho más limpio y saludable, incluso aunque tenga acné y neurodermatitis.
Esta noción está confirmada en los estudios del profesor Weissling, del Laboratorio Químico de Altenberge, así como en un estudio práctico del Dr. Reiner Wöbling de Bad Rothenfelde. Los tests del profesor G. Wiese, de Hamm, confirman que, gracias a la jara, el aspecto de la piel mejoró en 61 de los 95 pacientes que tenían neurodermatitis, y que habían sido tratados anteriormente sin un buen resultado. Contrario a otras terapias (medicación, tratamientos con luz y acupuntura), el 64% de los pacientes mejoró tras ser tratados durante cuatro semanas. El secreto de estos asombrosos efectos versátiles de la jara es el nivel particularmente alto de vitamina P. También están involucrados ciertos compuestos del ácido tánico, los llamados polifenoles. La jara pertenece al grupo de plantas con el nivel más elevado de estos agentes activos. En concentraciones más bajas, se pueden encontrar también en alimentos saludables como las cebollas y el vino tinto. Estas sustancias tienen un efecto antioxidante más poderoso que las bien conocidas vitaminas E y C. El “Deutsche Gesellschaft für Ernährung” (“Asociación Alemana para la Nutrición”) recalca:
“Alimentos ricos en polifenoles evitan que las células se reproduzcan de forma irregular, estabilizan el corazón y la circulación (efecto del vino tinto) y mantienen la actividad biológica de la vitamina C.”
Jara olímpica
La jara con sus cinco hojas florales y flores de color rosa se parece a una rosa canina. Sin embargo, pertenece a las plantas jara, y no todas ellas tienen el mismo efecto. Toda la investigación que se ha descrito hasta ahora fue dirigida con los productos del Dr. Pandalis Naturprodukte (Productos Naturales del Dr. Pandalis) y se refiere al “Cystus incanus tauricus,” (jara gris), también llamado Cystus®. La jara gris crece en lugares especiales de la región mediterránea; en Grecia únicamente en los suelos de Chalkidiki, que son ricos en magnesio. El arbusto gusta del calor y la luz y crece hasta una altura de un metro, esparciendo un aromático olor a resina. En sus hojas alargadas almacena una gran cantidad de aceite, parte del cual se evapora con el calor.
El aceite esencial así extraído se aprecia en aromaterapia. Se supone que es un remedio para aquellos que tienen problemas de frialdad y sensación de entumecimiento internos. Comparable a la flor del Cistus, que es ligeramente arrugada, parece que algo delicado y muy hermoso se haya secado o se haya destruido en estas personas –a menudo en relación a emociones y experiencias que no se han superado. El aceite puede producir alivio: póngase de tres a cinco gotas de aceite de jara en un recipiente para aromatizar y aleje las experiencias negativas soplando. Si se le añade a aceites de masaje como el jojoba, puede conservar algunas formas de tratamientos “no reprimidos”, como el drenaje linfático. Como tal, la gran variedad de efectos de Cistus es realmente “olímpico” –una hierba medicinal para el cuerpo, la mente y el alma.
Consejos e información
Bibliografía: Günter Harnisch: „Cystus. Gesundheit und Schönheit aus der griechischen Wildpflanze", Turm Verlag
Bildquellen: ©Naturprodukte Dr. Pandalis Gmbh
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