Un estudio publicado recientemente en la revista Diabetología revela que por cada 336 ml. diarios derefresco azucarado, el equivalente a una lata aproximadamente, el riesgo de padecer diabetes de tipo 2 aumenta hasta un 22 por ciento.
El consumo de estos refrescos aumenta el IMC asociado a enfermedades mortales. (Foto: Getty Images)El hallazgo se enmarca dentro del consorcio InterAct, un subgrupo del Estudio prospectivo europeo sobre dieta, cáncer y nutrición (EPIC).
Con la coordinación de Dora Romaguera, investigadora del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), en este estudio se analizó el consumo de zumos, refrescos azucarados y refrescos edulcorados artificialmente en 350.000 personas de ocho países europeos.
Para ello, se atendieron las siguientes variables: consumo de alcohol, nivel educativo, nivel de actividad física y si eran fumadores o no.
Como ya se ha mencionado anteriormente, los resultados corroboraron que por cada 336 ml. diarios de refresco azucarado aumenta hasta un 22 por ciento el riesgo de padecer diabetes de tipo 2, porcentaje que desciende ligeramente, hasta un 18 por ciento, si se tienen en cuenta el resto de calorías ingeridas y el índice de masa corporal (IMC).
"Si alguien consideraba que un vaso o una lata al día era poco estaba equivocado. El consumo ha de ser prácticamente excepcional", destaca Romaguera.
En cuanto al zumo o néctar de frutas no se registraron casos de una mayor incidencia de diabetes entre sus consumidores.
No obstante, cabe puntualizar que no se hizo distinción entre naturales y procesados, por lo que sería necesario un estudio más específico en el que se diferenciase el tipo de consumo.
La obesidad y el sobrepeso se asocian al consumo de productos de alto contenido calórico. (Foto: Fotolia)Por otro lado, y de acuerdo con los ocho países en los que se realizó el estudio (España, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Suecia, Dinamarca y Holanda), se concluyó que el consumo de bebidas azucaradas es mayor en los territorios del norte de Europa que en los del sur.
Asimismo, y más allá del ámbito geográfico, el estudio desveló el perfil mayoritario de consumidor de refrescos azucarados:
- Hombre físicamente activo.
- De bajo nivel educativo.
- Fumador.
- Con una mayor circunferencia de cintura.
- Con una alimentación pobre en fruta y verduras y rica en carnes rojas y procesadas.
En cambio, el perfil de consumidor de zumo o néctar tiende a ser una mujer joven, físicamente activa, ex fumadora y con un mayor nivel educativo.
En general, las personas asiduas al zumo o néctar tienen un Índice de Masa Corporal (IMC) y una circunferencia de cintura menor.
Sin embargo, la mayor parte padece alguna enfermedad crónica y su patrón alimentario es muy similar al de los consumidores de bebidas azucaradas.
Por último, los usuarios que optan por bebidas edulcoradas artificialmente cuentan con unas probabilidades más altas de padecer enfermedades crónicas, poseen antecedentes familiares con diabetes y se caracterizan por tener un IMC y una circunferencia de cintura mayores que en otros casos.
Por Monica De Haro
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