El hecho que haya un vínculo entre la psique y la enfermedad ni es un nuevo descubrimiento, ni le pertenece al Dr. Hamer. Citando al Dr. Hamer:
“A través de los milenios, la humanidad siempre ha estado al tanto, en grado más o menos conciente, de que todas las enfermedades en último grado tienen origen psíquico, y esto se convirtió en un patrimonio “científico” anclado firmemente en el legado del conocimiento universal; es meramente la medicina moderna que ha convertido a nuestro ser animado en mera bolsa llenas de fórmulas químicas.”
Bienvenidos a la página de Web del Dr. Hamer sobre la Nueva Medicina Germánica.
Si esta es su primera visita, lo siguiente representa una breve introducción:
Hace más de veinte años, el Dr. Ryke Geerd Hamer, un doctor alemán con oficina en Roma, Italia, recibió un llamado telefónico en medio de la noche. Su hijo Dirk, de 17 años había sido baleado durante una vacación en el Mediterráneo. Tres meses más tarde Dirk murió y poco después, el Dr. Hamer, quien había sido sano durante toda su vida, pero totalmente abrumado por esta catástrofe, descubrió que sufría de un cáncer testicular.
Sospechando que esto no era mera coincidencia, decidió investigar las historias personales de los pacientes de cáncer para ver si es que habían sufrido algún choque conflictivo, angustia o trauma anteriormente a su enfermedad.
Con el tiempo, y tras intensa investigación con miles de pacientes, el Dr. Hamer finalmente consiguió demostrar que la enfermedad solamente es causada por un choque que nos pilla totalmente desprevenidos. Este último concepto es muy importante. Si de alguna forma conseguimos prepararnos para el evento chocante, evitaremos enfermarnos. De hecho, el Dr. Hamer prefiere no decir ‘cáncer’. Más bien, es una respuesta biológica especial a una situación insólita, y cuando la situación de ‘shock’ se resuelve, el cuerpo se apresa para volver a lo normal. Esta es una versión muy simplificada de los hechos, claro está. Los libros explican el proceso total con lujo de detalles.
Presentó su trabajo a la universidad en Alemania con la cual estaba afiliado. Ellos, sin embargo, sin explorar o comprobar sus hipótesis le pidieron negar sus hallazgos. Como no pudo considerar desdecirse de todo aquello que había comprobado científicamente y sin trazas algunas de duda, rehusó. Como consecuencia le fue quitada la licencia para practicar medicina, situación que persiste hasta el día de hoy. No obstante que la universidad de Tubinga fue ordenada por la corte a que llevara a cabo las pruebas necesarias para comprobar la teoría, este procedimiento jamás fue llevado a cabo.
La vida del Dr. Hamer ha sido un remolino de eventos desde entonces, llevando incluso a una sentencia a encarcelamiento de dieciocho meses en Alemania, que cumplió en celdas que compartía con criminales empedernidos. Gran parte de las contrariedades que sufrió procedían del hecho que las balas que mataran al hijo habían sido disparadas por el príncipe de Saboya, el último rey de Italia. Una situación complicada y delicada, como cualquiera pudiera imaginarse.
El Dr. Hamer cree fervientemente que los métodos presentes para tratar el cáncer son bárbaros, crueles y totalmente innecesarios. Estas opiniones no le generan muchos amigos.
Desde que descubriera la Nueva Medicina Germánica en 1981, el Dr. Hamer ha escrito varios libros sobre esta medicina y sus extraordinarios descubrimientos. Algunos de estos libros han sido ya traducidos a varios idiomas, y el trabajo continua. Muchos médicos europeos practican este sistema bajo cuerda, reconociendo su excepcional capacidad para generar diagnosis.
El hecho de que la medicina “oficial” o “convencional” no de reconocimiento oficial a este sistema es frustrante tanto para el Dr. Hamer como para el público. Esperamos pues que los cambios a este estado de cosas sean iniciados por aquellos que, comenzando a entender la forma en que funcionan sus cuerpos, insistan en que el personal de salud y sus instituciones tomen conciencia de la nueva ciencia.
El trabajo infatigable que ejecutan las terapias alternativas y los libros tales como los que escriben el Dr. Deepak Chopra y el Dr. Andrew Weil, han contribuido enormemente a la toma de conciencia que se hace notable en el mundo, al punto que los doctores y los hospitales comienzan a darse cuenta de estas cosas.
Una vez que Usted haya escuchado al Dr. Hamer hablar en uno de sus seminarios, haya leído sus libros, haya consultado una de sus tablas de las enfermedades, comprenderá que finalmente alguien ha establecido todos los vínculos y ha encontrado todos los enlaces que faltaban.
Con el paso del tiempo se espera que este trabajo pueda ser explicado de manera que “cualquier persona inteligente, aun careciendo de entrenamiento especial” pueda comprender. Queda mucho por hacer. Nuestra esperanza es que estas páginas le traerán consuelo, esperanza y optimismo.
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