Incluso los médicos, cuando no tienen claro un diagnóstico, evitan aliviar el dolor con analgésicos para que no enmascaren la progresión de los síntomas y se puede saber qué es lo que lo produce. Es algo que al enfermo no le hace ni puñetera gracia pero es por su propio bien.
1.
Dolor Testicular Repentino
No es tan grave como una patada en la entrepierna, pero casi. (Cómo se nota que la página es por y para tíos). Y suele acompañarse de hinchazón e inmovilidad del testículo.
Condición: Lo más probable es que se trate de una torsión testicular. Normalmente, los testículos de un hombre se encuentran unidos al cuerpo de dos formas: Por el cordón espermático que se introduce en el abdomen y por tejidos de sujeción de alrededor del escroto.
Pero, algunas veces, en un defecto de nacimiento relativamente frecuente, estos tejidos de sujeción han desaparecido.
Esto permite que el testículo pueda girar sobre sí mismo retorciendo el cordón espermático, lo que corta la irrigación sanguínea del mismo testículo. Esto también puede pasar de forma espontánea sobre todo en niños y adolescentes, más frecuentemente por la noche.
Si consigues pillarlo a tiempo, antes de las 6 horas, normalmente puedes salvar el testículo. Pero si pasan más de 12 o 24 horas lo más probable es que se dé por perdido debido a la necrosis (muerte) de éste.
Otra posible causa de dolor inguinal sería una infección del epidídimo, el lugar donde maduran los espermatozoides. Aunque no duele ni mucho menos tanto como la torsión testicular.
No creo que nadie pudiera aguantarse ese dolor ni dudara ni un minuto en ir a urgencias. Porque duele, en palabras de un urólogo: Mucho, mucho, mucho.
Diagnóstico: Examen físico y puede que a continuación una ecografía. Antibióticos si se tratara de una infección del epidídimo.
Si se trata de una torsión testicular, lo más urgente es rotar el testículo en el sentido contrario al que se produjo la torsión de forma manual, si se puede y si no, urgentemente al quirófano para corregir la torsión y sujetar por medio de otros tejidos el testículo al escroto para que no pueda volver a girar.
2. Dolor Grave de Espalda
Dolor muy penetrante en la espalda, que no se alivia con los típicos remedios: Calor, reposo, analgésicos…
Condición: Si no está relacionado con el ejercicio, un dolor grave y agudo (repentino) de espalda puede ser el síntoma de un aneurisma (un ensanchamiento de una arteria). Los que más problemas dan son los aneurismas abdominales, sobre todo el debilitamiento de la aorta justo por encima de los riñones.
Si las cosas se ponen feas, esta arteria, que es la más importante del cuerpo, puede “estallar” y la sangre salir hacia las cavidades provocando una gran hemorragia interna. Ah, lo “bueno” es que el dolor desaparece o disminuye.
Aunque también puede tratarse de algo más inofensivo, una piedra en el riñón. Eso sí, dolerá mucho más y durante más tiempo.
Diagnóstico: Una arteriografía, un método con el cual podemos ver los vasos sanguíneos con mucha más definición que si sólo utilizáramos un TAC. Con esta prueba se puede ver el tamaño, forma y localización del aneurisma. Una vez que se han determinado las dimensiones, se tratará con fármacos antihipertensivos o con una cirugía para implantar un injerto sintético.
3. Dolor Persistente en el Pie o en la Espinilla
Un dolor persistente en la parte superior del pie o en la parte anterior de la espinilla que empeora cuando haces ejercicio y que permanece aún descansando. El Ibuprofeno o el Paracetamol no hacen nada para aliviarlo. Este es el famoso “Shint Splints” que comentamos aquí.
Condición: Probablemente se deba a una fractura de estrés. Los huesos, como cualquier otro tejido del cuerpo, se encuentran regenerándose continuamente. Pero si te entrenas o haces demasiado ejercicio, el hueso no consigue recuperarse y se desarrolla una fractura de estrés. Con el tiempo, el hueso puede quedar permanentemente debilitado.
Diagnóstico: Con rayos X y un contraste radiactivo, se puede observar la fractura y te dirán que pares de hacer ejercicio hasta que la fractura se suelde. En el peor de los casos, tendrás una escayola durante unas semanas.
4. Dolor Punzante en el Abdomen
Como si te clavaran o pincharan continuamente en el abdomen.
Condición: Tienes donde elegir. Como el abdomen está lleno de vísceras, el dolor puede ser desde una apendicitis, una pancreatitis o una inflamación de la vesícula biliar.
En esos 3 casos, la causa suele ser la misma: Algo se ha quedado bloqueado dentro del órgano es cuestión, dando como resultando una infección fatal. Si estos órganos revientan, dan lo que se llama una peritonitis (una inflamación de los tejidos de la cavidad abdominal) y es algo muy grave.
Por eso, ante la sospecha de alguno de estos tres cuadros hay que acudir al médico cuanto antes. La apendicitis es muy frecuente, sobre todo en jóvenes y pasar de una apendicitis “normal” a que el apéndice reviente y se convierta en una peritonitis, supone muchas complicaciones y riesgos.
Diagnóstico: Si el dolor se encuentra en la zona derecha inferior del abdomen, con un aumento del recuento de glóbulos blancos, lo más probable es que sea una apendicitis.
Si el dolor es de la zona superior del abdomen con un recuento de glóbulos blancos muy alto lo más probable es que se trate de una vesícula biliar inflamada.Si el dolor se encuentra por debajo del esternón y algunas enzimas están elevadas, probablemente la pancreatitis sea la culpable.
Tanto para la apendicitis como para la inflamación de la vesícula biliar, se extirpan sin dudar. Y aunque un cirujano, con sospechas de apendicitis, se encontrara una vez abierto el abdomen, que en realidad no existe tal apendicitis, se curaría en salud y lo extirparía igualmente (y así se ahorra una doble faena, dada la frecuencia de las apendicitis).
5. Dolor Transitorio del Pecho
Un fuerte dolor que aparece y desaparece rápidamente.
Condición: Podría tratarse de una indigestión. O podría ser un ataque al corazón. Si el dolor es opresivo, más o menos detrás del esternón con sudoración y nauseas tiene casi todas las papeletas para ser un ataque. Incluso aunque el dolor sea muy breve, puede ser un síntoma de algo serio:
Como un coágulo sanguíneo que se queda obstruyendo una arteria coronaria (del corazón) con un diámetro disminuido. Cortando completamente el riego sanguíneo a una sección del corazón. ¿Cuánto tiempo debes esperar a ver lo que ocurre? Realmente, nada. El 50% de las muertes por ataques al corazón ocurren a los 3 o 4 horas de la aparición de los primeros síntomas. Así que el tiempo cuenta.
Diagnóstico: Análisis de sangre para detectar unos marcadores específicos del corazón dañado. El tratamiento es mediante bypass o una angioplastia.
6. Dolor en la Pierna con Hinchazón
La pantorrilla duele mucho. Está hinchada y es sensible al tacto e incluso puede parecer que está caliente, como si se estuviera asando por dentro.
Condición: Siéntate en un lugar durante 6 horas o más y espera a que la sangre que rellena las zonas más bajas de las piernas formen un coágulo (también conocida como trombosis venosa profunda o TVP). Si el coágulo es lo suficientemente grande, bloqueará una vena de la pantorrilla produciendo dolor e hinchazón.
Desafortunadamente, lo primero que querrás hacer, frotarte la pierna, será lo peor que puedas hacer. Ya que puede facilitar que el coágulo llegue hasta los pulmones lo cual puede matarte.
Diagnóstico: Venografía, en la que se inyecta una sustancia de contraste en la vena y después se utilizan rayos x. Es la forma definitiva para diagnosticar una TVP. Se intentará disolver el coágulo con fármacos o poner una especie de “filtros” en las venas vulnerables para evitar la migración del coágulo y que éste te mate.
7. Micción Dolorosa
Cada vez que orinas, sientes escozor y la orina tiene un color rojizo.
Condición: En el peor de los casos, un cáncer de vejiga. El dolor y la sangre en la orina son signos de eso, el cuarto cáncer más frecuente en hombres. El principal factor de riesgo es el tabaco. Si se coge a tiempo, hay un 90% de probabilidades de solucionarlo. El problema es que las infecciones de vejiga pueden dar los mismos síntomas.
Diagnóstico: Se explora al paciente haciéndole un tacto rectal o vaginal para detectar una masa extraña en la vejiga. Después se hace un análisis de orina para ver si hay bacterias extrañas o células cancerosas en orina y, más tarde, con un cistoscopio se ve la vejiga directamente. El tumor se tratará con cirugía, radiación o quimioterapia
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