sábado, 23 de enero de 2021

Científicos hallan una forma inesperada de revertir el Alzheimer


Una imagen representativa de una persona que padece de la enfermedad de Alzheimer.

Publicada: martes, 19 de enero de 2021 3:16

Un grupo de los científicos descubre que el sulfuro de hidrógeno, conocido por su olor a huevo podrido, inesperadamente, puede ayudar a combatir el alzheimer.

Unos experimentos realizados en ratones permitieron demostrar que el sulfuro de hidrógeno es capaz de ayudar a proteger las células cerebrales envejecidas contra la enfermedad de Alzheimer, afirmó la Universidad Johns Hopkins en un comunicado.

Según la investigación, publicada en Proceedings of the National Academies of Science, los niveles de sulfhidratación en el cerebro disminuyen con la edad, una tendencia que se amplifica en los pacientes con la enfermedad de Alzheimer.

Para este estudio, los investigadores inyectaron a los ratones un compuesto portador de sulfuro de hidrógeno llamado NaGYY que libera lentamente las moléculas de sulfuro de hidrógeno mientras viaja por el cuerpo y las pruebas mostraron que el sulfuro de hidrógeno mejoró la función cognitiva y motora en un 50 % en comparación con los ratones que no recibieron las inyecciones de NaGYY.

Los ratones tratados fueron capaces de recordar mejor la ubicación de las salidas de la plataforma y parecían más activos físicamente.

“Corrigiendo los niveles cerebrales de sulfuro de hidrógeno, podríamos revertir con éxito algunos aspectos de la enfermedad de Alzheimer”, señaló Matt Whiteman, profesor de terapéutica experimental en la Escuela de Medicina de la Universidad de Exeter.

El descubrimiento, según los científicos, abre las puertas al desarrollo de nuevos fármacos para combatir las enfermedades neurodegenerativas.


tmv/ncl/hnb

https://www.hispantv.com/noticias/salud/485931/alzheimer-sulfuro-hidrogeno-cientificos?utm_referrer=https%3A%2F%2Fzen.yandex.com&utm_campaign=dbr

viernes, 22 de enero de 2021

El 5G puede no ser completamente seguro; entonces, ¿por qué se descartan todas las preocupaciones en torno a él?




Un eminente académico ha escrito un ensayo instando a los gobiernos a dejar de desplegar redes 5G basándose en el "principio de precaución". Dado que Occidente detuvo al mundo por la Covid-19, ¿por qué se desestima cualquier duda en torno al 5G?

© iStockphoto/KJN

Un asombroso artículo, publicado en el Journal of Epidemiology & Community Health, afirma que no hay suficientes pruebas de que el 5G sea seguro, y que la única razón por la que, a pesar de ello, el despliegue se está llevando a cabo es porque hay mucho dinero que ganar. Su autor es el profesor John William Frank, profesor de medicina basada en la evidencia de la Universidad de Edimburgo y miembro de la Royal Society.

Mis lectores habituales sabrán que me he desilusionado un poco con las calificaciones y las "letras después del nombre" de nuestros nuevos señores de la salud pública, pero sin embargo las credenciales del profesor Frank son impecables si eso es lo que le interesa. Para una persona de esta talla en el campo de la salud pública, exigir que se detenga el 5G no es un asunto menor. Será interesante ver las repercusiones de su trabajo en los medios de comunicación.

Mejor prevenir que curar

El argumento del Profesor Frank es que la tecnología 5G debe ser detenida completamente (al menos temporalmente) en base al principio de precaución". Él escribe que:

"una duda significativa sobre la seguridad de una nueva y potencialmente extendida exposición humana debería ser una razón para llamar a una moratoria sobre esa exposición, en espera de una adecuada investigación científica de sus presuntos 'efectos adversos para la salud'".

Describe cómo lo que hace que el 5G sea más rápido que las generaciones anteriores de redes inalámbricas (su ingrediente activo, si se prefiere) es algo llamado campos electromagnéticos de radiofrecuencia o CEM de RF. El ensayo cita una creciente cantidad de trabajo que sugiere que estos CEM de RF son perjudiciales para la salud humana.

Por ejemplo, en 2011 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer encontró que los CEM son "posiblemente cancerígenos para los humanos". Ninguna de las iteraciones anteriores (1G, 2G, 3G o 4G) los usaron, ni tampoco usaron frecuencias tan altas como las del 5G. 

Hay muchos más hechos preocupantes sobre el 5G en su ensayo, pero el resultado final sigue siendo que simplemente no sabemos cuál será el impacto en la población en general. Las pruebas apropiadas simplemente no se han hecho todavía.

¿Cui bono?

Frank cree que deberíamos seguir el dinero para descubrir por qué el 5G sigue adelante sin los controles adecuados. Entonces, ¿quién se beneficia de un colosal despliegue del 5G? China está apostando fuerte por él, y antes del coronavirus (quiero decir, antes de que supiéramos de él) dijeron que planeaban construir 600.000 estaciones 5G este año, con un cuarto de ellas sólo en la provincia de Zhejiang.

Entonces, ¿es seguro el 5G o no? El argumento del profesor Frank es que la forma de averiguarlo no es bombardear a la mayoría de la población mundial con sus rayos y esperar que no se produzca una catástrofe. Pero hay otras opiniones.

 Por ejemplo, Wikipedia, ese augusto árbitro de la verdad, dice que "el consenso científico es que la tecnología 5G es segura", con muchas referencias agradables que lo respaldan. Espero que el público empiece a escuchar más argumentos tanto a favor como en contra del 5G. Por mi parte, he visto muy poco debate sobre ello, a pesar del hecho de que su amplia difusión está avanzando a toda máquina.

Esto se debe a que las clases dominantes, como todos hemos descubierto en los últimos tiempos, no se preocupan mucho por los argumentos, la retórica o el debate. Su tendencia es utilizar el aparato de propaganda mejor financiado de todos los tiempos para acallar todo discurso alternativo. Esto es lamentable, y esperemos que el razonado y apasionado alegato del profesor Frank a favor de la indecisión toque la fibra sensible de los corazones hasta ahora pétreos de quienes tengan que leerlo.

¿Pero por qué tengo la sensación de que de alguna manera "el principio de precaución" sólo se invoca cuando les conviene a los poderosos? Su reacción al coronavirus sugiere que creen que la seguridad es primordial, de hecho, es lo único importante. Dicen que, incluso cuando la preservación de las vidas de los más viejos y vulnerables de la sociedad incurre en costos insondables para el resto del mundo, debe hacerse.

Bueno, es exactamente esa filosofía la que ha impulsado al Profesor Frank a hacer esta advertencia contra el 5G. Según sus propias normas, los gobiernos que han implementado confinamientos en nombre de la salud pública deben seguramente detener el paso al 5G en espera de la investigación de sus posibles efectos secundarios. Hacerlo de otra manera daría un nuevo significado a la palabra hipocresía.

Sobre el autor:

Peter Andrews, periodista científico y escritor irlandés residente en Londres. Tiene formación en ciencias de la vida, y se graduó en la Universidad de Glasgow con un título en genética.

Peter Andrews
mar, 19 ene 2021 06:59 UTC

Traducido por el equipo de SOTT.net en español
https://es.sott.net/article/76023-El-5G-puede-no-ser-completamente-seguro-entonces-por-que-se-descartan-todas-las-preocupaciones-en-torno-a-el

jueves, 21 de enero de 2021

¿Será posible que la Vacuna contra la Grfipe pueda aumentar el riesgo de COVID?

Durante años, se ha expresado la preocupación de que la vacuna contra la influenza parece aumentar el riesgo de contraer una enfermedad más grave. Esto ocurrió durante la temporada de influenza del 2008 al 2009, cuando la vacunación previa contra la influenza estacional se relacionó con un mayor riesgo de influenza H1N1 durante la primavera/verano de 2009 en Canadá.

Un estudio de enero de 2020 publicado en la revista Vaccine también encontró que las personas eran más propensas a contraer alguna forma de infección por coronavirus si habían recibido la vacuna contra la influenza durante la temporada de influenza del 2017 al 2018.

Las personas que habían recibido una vacuna contra la influenza estacional tenían una probabilidad 36 % mayor de contraer una infección por coronavirus (no se mencionó el SARS-CoV-2, que es el coronavirus que causa el COVID-19) y una probabilidad 51 % mayor de contraer la infección por metapneumovirus humano (hMPV), que tiene síntomas similares al COVID-19, que las personas sin vacunar.

En octubre de 2020, se encontró otra relación entre las muertes por COVID-19 y las tasas de vacunación contra la influenza en las personas mayores, lo que generó más preguntas sobre los efectos secundarios potencialmente graves de las vacunas contra la influenza.

La vacuna contra la influenza podría aumentar el riesgo de muerte por COVID-19

Christian Wehenkel, profesor de genética forestal, análisis de ecosistemas forestales, silvicultura, biometría, crecimiento forestal y biodiversidad de la Universidad Juárez del Estado de Durango, y editor de PeerJ, analizó la información de 39 países con más de 0.5 millones de habitantes. Esperaba encontrar que la vacunación previa contra la influenza estaría relacionada con un menor riesgo de muerte por COVID-19, pero los datos revelaron lo contrario.

La vacuna contra la influenza se relacionó con las muertes por COVID-19 entre las personas con 65 años o más, lo que significa que quienes recibieron la vacuna contra la influenza tenían más probabilidades de morir a causa del COVID-19. "Contrario a las expectativas, el análisis mundial y el subanálisis europeo no respaldan la relación negativa entre las muertes por COVID-19 (DPMI) y la [tasa de vacunación contra la influenza] en personas mayores", escribió Wehenkel.

Un análisis de mayo de 2020 realizado por The Gateway Pundit encontró que los países de Europa con más muertes por COVID-19 tenían mayores tasas de vacunación contra la influenza entre las personas mayores. Por ejemplo: "Dinamarca y Alemania, que tienen un menor uso de la vacuna contra la influenza, tuvieron una menor mortalidad por Covid-19".

Intentaron actualizar las cifras en otoño del 2020, pero no obtuvieron los datos de vacunación actuales. Se observaron más muertes por COVID-19, que sugirieron que podrían estar relacionadas con un aumento repentino en la vacunación contra la influenza en países que tenían menores tasas de vacunación:

"Este aumento podría deberse a que el virus alcanzó un nivel endémico en Europa del Este, pero otro factor podría ser un aumento repentino de las vacunas contra la influenza en los condados con menor uso. Podrían poner en peligro a las personas mayores.

La Organización Mundial de la Salud está promoviendo la vacunación contra la influenza en Europa, con carteles que advierten 'no lleve a casa a una visita no deseada: proteja a su familia con la vacuna'. La pandemia de Covid-19 ha aterrorizado a las personas para que consideren la vacuna como la única solución".Sin embargo, los datos de Wehenkel demuestran una clara relación entre las muertes por COVID-19 por millón de habitantes con la tasa de vacunación contra la influenza, hasta el 25 de julio de 2020 (cada punto representa un país diferente):

El problema con el cebado patógeno

Dado el hallazgo controvertido del estudio de PeerJ, que, si se demuestra que es causal, cuestionaría la vacunación anual contra la influenza, una nota del editor en la parte superior recuerda a los lectores que la relación no significa causalidad.

"No debe considerarse que recibir la vacuna contra la influenza resulta en un mayor riesgo de muerte para una persona con COVID-19, ya que existen muchos factores de confusión involucrados (incluyendo los factores socioeconómicos)". Sin embargo, tampoco descarta la causalidad, y esta es una relación potencial que debe explorarse de inmediato. The Gateway Pundit explicó lo siguiente:

"¿Es probable que la vacuna contra la influenza aumente el riesgo de morir por Covid-19? Dada la clara relación de los datos de Wehenkel, se necesita mayor investigación para determinar si el aumento en las muertes por Covid-19 en Europa del Este se relaciona con un aumento en las vacunas contra la influenza en esos mismos países".No se detuvieron ahí.

"Es posible que las vacunas contra la influenza no solo estén relacionadas con la mortalidad por Covid-19, pero también podrían ser cebados patógenos. Si los datos confirman la relación, es importante investigar la causalidad de inmediato".¿Qué es el cebado patogeno? En estos casos, en lugar de mejorar la inmunidad contra la infección, la vacuna mejora la capacidad del virus para ingresar e infectar las células, lo que resulta en una enfermedad más grave.

La investigación publicada en el Journal of Translational Autoinmunity confirmó que la vacunación puede aumentar los riesgos relacionados con un virus de tipo salvaje en lugar de generar una protección, y concluyó, como sugiere su título, "Pathogenic priming likely contributes to serious and critical illness and mortality in COVID-19 via automimmunity".

Las vacunas contra el coronavirus agravan los efectos de una enfermedad

El artículo del Journal of Translational Autoinmunity, escrito por James Lyons-Weiler con The Institute for Pure and Applied Knowledge, una organización sin fines de lucro que realiza investigaciones científicas, explica cómo funcionó el cebado patogeno durante ensayos previos de una vacuna contra el coronavirus del SARS:

"En el SARS, se observó un tipo de cebado patógeno durante los estudios en animales de las vacunas de proteínas del SARS que generó una mayor morbilidad en animales vacunados que fueron expuestos al virus salvaje del SARS.

El problema, que se destacó en dos estudios, se hizo evidente tras el desafío posterior a la vacunación con el virus del SARS. Las vacunas recombinantes de proteínas del SARS no solo no ofrecieron protección contra la infección por el SARS-CoV, sino que los ratones experimentaron una mayor inmunopatología con eosinófilos en los pulmones.

De manera similar, los hurones vacunados contra el SARS-CoV también desarrollaron una fuerte respuesta inflamatoria en el tejido hepático (hepatitis). Ambos estudios sospecharon de una 'respuesta inmune celular'.

Estos tipos de resultados se consideran como "mejoras del sistema inmunológico"; sin embargo, esta frase no transmite el mayor riesgo de enfermedad y muerte debido a la exposición previa a la proteína del SARS. 

Por esta razón, me refiero al concepto de cebado patógeno".En ese momento, el antiguo defensor de las vacunas, el Dr. Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical y profesor de pediatría y virología molecular y microbiología en el Baylor College of Medicine, quedó conmocionado. De acuerdo con un artículo publicado en PNAS:

"Cuando el SARS (un coronavirus), apareció en China y se propagó a nivel mundial hace casi dos décadas, Hotez fue uno de los investigadores que comenzó a buscar una posible vacuna.

En las primeras pruebas fue testigo de cómo las células inmunológicas de los animales vacunados atacaban el tejido pulmonar, de la misma manera que la vacuna contra el RSV había provocado que las células inmunológicas atacaran los pulmones de los niños.

 "Pensé, 'Oh, maldición", dijo, y señaló su temor de que no exista una vacuna segura".A pesar de años de investigación adicional y estrategias de desarrollo alternativo, persisten las preocupaciones sobre la mejora inmunológica y, como explicó Robert F. Kennedy Jr. en nuestra entrevista de 2020, las vacunas contra el coronavirus son conocidas por crear una mejora inmunológica paradójica.

Un joven sano de 18 años que falleció de COVID-19 recibió la vacuna contra la influenza

NBC News Chicago informó de la muerte de una niña de 18 años de Tinley Park, IL, que murió de COVID-19 en diciembre de 2020, solo tres días después de ser hospitalizada. Es el tipo de historia trágica que causa miedo en millones de personas, pero es importante recordar que este tipo de muerte es muy rara.

Las tasas de supervivencia de COVID-19 entre los recién nacidos hasta los 19 años es del 99.997 %, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos citados por el Dr. Reid Sheftall. Sin embargo, esto debería generar una mayor investigación sobre por qué un adolescente sano murió a causa de un virus que casi no es peligroso en dicho grupo etario.

En una entrevista, su madre declaró que se había vacunado contra la influenza. ¿Podría haber sido un factor en cómo respondió su cuerpo al virus? Es imposible saberlo, pero es importante considerar esto dada la creciente investigación que sugiere que la vacuna contra la influenza puede empeorar la enfermedad viral.

La investigación publicada en el Journal of Virology en 2011, encontró que la vacuna contra la influenza estacional puede debilitar el sistema inmunológico de los niños y aumentar sus posibilidades de enfermarse por los virus de la influenza que no están incluidos en la vacuna.

"La vacunación anual a largo plazo con vacunas inactivas puede obstaculizar la inducción de respuestas de células T CD8 + con reactividad cruzada por infecciones naturales y, por lo tanto, puede afectar la inmunidad heterosubtípica. Esto puede hacer que los niños pequeños que no hayan sido infectados antes con el virus de la influenza sean más susceptibles a la infección con un virus de un subtipo nuevo", anotaron los investigadores.

Las vacunas contra la influenza podrían ser una causa potencial en la pandemia

El Dr. Allan S. Cunningham, un pediatra jubilado, reiteró que las vacunas contra la influenza deben evaluarse como posibles causas de la pandemia del COVID-19. Como respuesta a un artículo publicado por The BMJ, declaró lo siguiente:

"Un ensayo aleatorizado y controlado con placebo en niños demostró que las vacunas contra la influenza aumentaron cinco veces el riesgo de infecciones respiratorias graves causadas por un grupo de virus distintos a la influenza, incluyendo los coronavirus.

Tal observación puede parecer contradictoria, pero es posible que las vacunas contra la influenza alteren nuestro sistema inmunológico, lo que aumenta la susceptibilidad a otras infecciones; lo cual se ha observado con la vacuna Tdap y otras. Existen otros mecanismos que también podrían explicar la observación.

Para investigar esta posibilidad, es necesario un estudio de casos y controles. Las vacunas contra la influenza son sagradas en algunos lugares, pero no deberían serlo".En los Estados Unidos, los CDC informaron que, desde el inicio de la pandemia, el porcentaje de muestras respiratorias que se enviaron para las pruebas de influenza que dieron positivo disminuyó de más del 20 % al 2.3 %. 

Irónicamente, la influenza desapareció, por razones desconocidas. Y a pesar de que afirman que los casos de influenza son casi inexistentes durante esta temporada, aún recomiendan vacunarse.


Dr. Joseph Mercola
lun, 18 ene 2021 10:46 UTC

miércoles, 20 de enero de 2021

Los Perjuicios de los Confinamientos son al menos 10 veces Mayores que sus Meneficios según especialista canadiense



El Dr. Ari Joffe es especialista en enfermedades infecciosas pediátricas en el Hospital Infantil Stollery de Edmonton y profesor clínico en el Departamento de Pediatría de la Universidad de Alberta. Ha escrito un artículo titulado COVID-19: Revisando el pensamiento colectivo sobre los cierres - que concluye que los perjuicios de los confinamientos son 10 veces mayores que sus beneficios.Las siguientes preguntas y respuestas pertenecen a una conversación entre Joffe y Anthony Furey.

- Usted fue un fuerte defensor de los cierres al principio, pero desde entonces ha cambiado de opinión. ¿Por qué?

Hay unas cuantas razones por las que apoyé los cierres al principio.

Primero, los datos iniciales sugerían falsamente que la tasa de mortalidad por infección era del 2-3%, que más del 80% de la población estaría infectada, y el modelo sugería que serían necesarios repetidos confinamientos. 

Pero los datos emergentes mostraron que la mediana de la tasa de mortalidad por infección es del 0,23%, que la mediana de la tasa de mortalidad por infección en personas menores de 70 años es del 0,05%, y que el grupo de alto riesgo son las personas mayores, especialmente aquellos con comorbilidades severas. Además, es probable que en la mayoría de las situaciones sólo entre el 20 y el 40% de la población esté infectada antes de que se limite la transmisión en curso (es decir, se consiga la inmunidad de rebaño).

En segundo lugar, soy médico de enfermedades infecciosas y de cuidados intensivos, y no estoy capacitado para tomar decisiones de política pública. Sólo estaba considerando los efectos directos de COVID-19 y mi conocimiento de cómo prevenir estos efectos directos. No estaba considerando los inmensos efectos de la respuesta a COVID-19 (es decir, los confinamientos) en la salud pública y el bienestar.

Los datos emergentes han mostrado una asombrosa cantidad de los llamados "daños colaterales" debido a los cierres. Se puede predecir que esto afectará negativamente a muchos millones de personas en todo el mundo con inseguridad alimentaria [82-132 millones de personas], pobreza grave [70 millones de personas], mortalidad materna y de menores de 5 años por interrupción de la atención sanitaria [1,7 millones de personas], muertes por enfermedades infecciosas por interrupción de los servicios [millones de personas con tuberculosis, paludismo y VIH], cierre de escuelas para los niños [lo que afecta al potencial de ingresos futuros de los niños y a su esperanza de vida], interrupción de las campañas de vacunación para millones de niños y violencia doméstica para millones de mujeres. 

En los países de altos ingresos también se producen efectos adversos por el retraso y la interrupción de la atención sanitaria, el desempleo, la soledad, el deterioro de la salud mental, el aumento de las muertes por crisis de opiáceos y otros factores.

En tercer lugar, ni los gobiernos ni expertos en salud pública realizaron un análisis formal de coste-beneficio de las diferentes respuestas a la pandemia. Inicialmente, simplemente asumí que los cierres para suprimir la pandemia eran el mejor enfoque. 

Pero las decisiones políticas sobre salud pública deberían requerir un análisis de coste-beneficio. Dado que los cierres son una intervención de salud pública, con el objetivo de mejorar el bienestar de la población, debemos considerar tanto los beneficios de los cierres, como los costos de los mismos sobre el bienestar de la población. Cuando me informé mejor, me di cuenta de que los cierres causan mucho más daño del que evitan.

- Nunca se ha hecho un análisis completo de coste-beneficio de los cierres en Canadá. ¿Qué encontró cuando hizo el suyo?

Primero, algunos antecedentes en el análisis de coste-beneficio. Descubrí información que no conocía antes. Primero, enmarcar las decisiones entre salvar vidas o salvar la economía es una dicotomía falsa. Hay una fuerte relación a largo plazo entre la recesión económica y la salud pública. 

Esto tiene sentido, ya que el gasto del gobierno en cosas como el cuidado de la salud, educación, carreteras, sanidad, vivienda, nutrición, vacunas, seguridad, redes de seguridad social, energía limpia, y otros servicios determina el bienestar de la población y la expectativa de vida. 

Si el gobierno se ve obligado a gastar menos en estos determinantes sociales de la salud, se perderán "vidas estadísticas", es decir, la gente morirá en los años venideros. En segundo lugar, había subestimado los efectos de la soledad y el desempleo en la salud pública. 

Resulta que se sabe que la soledad y el desempleo están entre los factores de riesgo más fuertes para la mortalidad temprana, la reducción de la esperanza de vida y las enfermedades crónicas. En tercer lugar, al adoptar decisiones políticas hay que tener en cuenta las contraprestaciones, los costes y los beneficios, y tenemos que elegir entre opciones que tienen cada una resultados trágicos a fin de abogar para que muera el menor número posible de personas.

En el análisis de coste-beneficio considero los beneficios de los cierres en la prevención de muertes por COVID-19, y los costes de los cierres en términos de los efectos de la recesión, la soledad y el desempleo en el bienestar y la mortalidad de la población. No consideré todos los otros llamados "daños colaterales" de los cierres mencionados anteriormente. Resultó que los costos de los cierres son al menos 10 veces más altos que los beneficios. 

Es decir, los cierres causan mucho más daño al bienestar de la población de lo que el COVID-19 puede. Es importante señalar que apoyo un planteamiento de protección enfocado, en el que pretendemos proteger a aquellos que realmente corren un alto riesgo de mortalidad por COVID-19, incluyendo a las personas mayores, especialmente a aquellos con comorbilidades severas y a los que se encuentran en asilos y hospitales.

Usted estudió el papel que jugó el modelo en la formación de la opinión pública. ¿Puede explicarnos eso?

Creo que el modelo y el pronóstico iniciales eran inexactos. Esto llevó a un contagio del miedo y de las políticas en todo el mundo. Los medios populares se centraron en los números absolutos de casos y muertes de casos de COVID-19 independientemente del contexto. 

Ha habido un enfoque totalmente unilateral en la prevención de las cifras de infección. El economista Paul Frijters escribió que se trataba "de parecer que se reducían los riesgos de infección y muerte por esta enfermedad en particular, excluyendo todos los demás riesgos de salud u otras preocupaciones de la vida". 

El miedo y la ansiedad se extendieron, y elevamos el COVID-19 por encima de todo lo que pudiera importar. Nuestros prejuicios cognitivos nos impidieron hacer una política óptima: ignoramos las "muertes estadísticas" ocultas reportadas a nivel de la población, preferimos los beneficios inmediatos a los beneficios aún mayores en el futuro, ignoramos la evidencia que refutaba nuestra teoría favorita, y aumentamos nuestro compromiso con el curso de acción establecido.

Descubrí que en Canadá en 2018 hubo más de 23.000 muertes por mes y más de 775 muertes por día. En el mundo en 2019 hubo más de 58 millones de muertes y alrededor de 160.000 muertes por día. Esto significa que el 21 de noviembre de este año, el COVID-19 representó el 5,23% de las muertes en Canadá (2,42% en Alberta), y el 3,06% de las muertes mundiales. 

Cada día, en años no pandémicos, más de 21.000 personas mueren por el consumo de tabaco, 3.600 por neumonía y diarrea en niños menores de 5 años, y 4.110 por tuberculosis. Tenemos que considerar los trágicos números de COVID-19 en su contexto.

Comentario: Considerando la "ausencia" de gripe este año, las pruebas de PCR defectuosas que dan falsos positivos, la histeria y los incentivos para etiquetar cada posible muerte como causada por un coronavirus, podemos asumir que las estadísticas de mortalidad por coronavirus están significativamente distorsionadas.

Creo que debemos hacer una "pausa de esfuerzo" y reconsiderar la información de que disponemos. Necesitamos calibrar nuestra respuesta al verdadero riesgo, hacer análisis racionales de coste-beneficio de las contrapartidas y terminar con el pensamiento de grupo sobre los confinamientos.

Canadá ya ha estado siguiendo el camino de cierre durante muchos meses. ¿Qué se debe hacer ahora? ¿Cómo cambiamos el curso actual?

Como mencionado arriba, creo que debemos hacer una "pausa de esfuerzo" y reconsiderar la información de que disponemos. Tenemos que calibrar nuestra respuesta al verdadero riesgo, hacer análisis racionales de cesto-beneficio de las contrapartidas, y terminar con el pensamiento de grupo sobre los confinamientos. Algunas consideraciones que he sugerido en otros lugares incluyen lo siguiente:

Necesitamos educarnos mejor sobre los riesgos y compensaciones involucrados, y aliviar el miedo irrazonable con información precisa.

Necesitamos centrarnos en el análisis de coste-beneficio - los cierres repetitivos o prolongados no pueden basarse sólo en los números de COVID-19.

Debemos centrarnos en la protección de las personas de alto riesgo: las personas hospitalizadas o en residencias de ancianos (por ejemplo, el que la gente llevara mascarilla en los hospitales redujo notablemente la transmisión), en condiciones de hacinamiento (por ejemplo, refugios para personas sin hogar, prisiones, grandes reuniones), y las personas de 70 años o más (especialmente con comorbilidades graves) - no encierren a todo el mundo, independientemente de su riesgo individual.

Es necesario mantener las escuelas abiertas porque los niños tienen una morbilidad y una mortalidad muy bajas a causa del COVID-19, y (especialmente los de 10 años o menos) tienen menos probabilidades de ser infectados por el SARS-CoV-2, y tienen pocas probabilidades de ser la fuente de transmisión de ese virus.

Deberíamos aumentar la capacidad de la atención de salud si las previsiones, calibradas con precisión repetidamente con datos en tiempo real (hasta ahora, las previsiones, incluso a corto plazo, han fallado repetidamente), sugieren que es necesario. Con la medida de la mascarilla en los hospitales, se debería permitir a los trabajadores de la salud asintomáticos continuar trabajando, incluso si están infectados, preservando así el personal sanitario.


Anthony Furey
lun, 11 ene 2021 12:16 UTC

Traducido por el equipo de SOTT.net en español

https://es.sott.net/article/75948-Los-perjuicios-de-los-confinamientos-son-al-menos-10-veces-mayores-que-sus-beneficios-segun-especialista-canadiense

martes, 19 de enero de 2021

Un médico de Urgencias describe la virulencia de la tercera ola: «Pasan de casa a la UVI en pocas horas»

CRISIS DEL CORONAVIRUS

El doctor Luis Díaz reconoce que "impacta ver llegar a pacientes jóvenes y sin patologías previas con cuadros muy graves"

"Irrita ver la actitud de unos pocos con esas fiestas masivas donde se agrede incluso a la policía"
"Estamos psicológicamente cansados, pero no hay más opción que luchar

El doctor Luis Díaz Izquierdo es médico de Urgencias en el Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid). Sus ojos ya han visto mucho estos meses de pandemia, pero el doctor Díaz y su equipo aún consiguen emocionarse y sorprenderse por las cosas que siguen viviendo en sus guardias. «Es muy duro ver que a alguien que pasa, en cuestión de horas, de estar bien en su casa a tener que ingresar en una UCI». 

El doctor Díaz, como tantos otros sanitarios, podría escribir un libro con todo lo vivido en estos diez meses. Detrás de cada paciente hay una historia y en cada ingreso un misterio en torno al Covid, ahora con sus nuevas variantes, pese a que, poco a poco, vamos sabiendo más del bicho.

«Este fin de semana nos impactó el caso de un hombre de 50 años, que, en cuestión de pocas horas pasó de estar en su casa a tener que ingresar en la UCI», cuenta este médico de Urgencias en Madrid. «Fue un momento especialmente duro para todos», confiesa. 

«Al entrar, el enfermero del triaje avanzado ya notó que venía muy afectado, en situación grave, y lo llevamos al box vital. Tenía dificultad para respirar. Venía con cianosis, cuando los labios se ponen azules, que es síntoma de poca oxigenación. Con el saturímetro, vimos que saturaba por debajo del 80%, que es una cantidad de oxígeno bajísima. Le tumbamos en una camilla y le tuvimos que poner oxígeno con esa bolsa que llamamos reservorio».

Esos momentos son vitales y nunca quizá este mejor usada la expresión. «Con la dificultad que tenía para hablar y respirar, empecé a preguntarle. Me contó que había ido al Centro de Salud tres días antes con síntomas de un catarro, que le hicieron una radiografía que fue normal, pero que el test de antígenos dio positivo». 

La nueva radiografía en Urgencias desveló que, en menos de tres días, había desarrollado «una neumonía bilateral por Covid como las que hemos visto estos meses en miles de pacientes».

El doctor Díaz confiesa que les impactó mucho porque era «un hombre joven de 50 años sin antecedente alguno: ni fumador, ni hipertenso, ni diabético… nada no tenía nada… y se puso muy mal ya no en tres días, sino en horas. Él nos contó que empeoró de golpe la noche anterior y que aguantó lo que pudo hasta que se vino al hospital y en cuestión de minutos a la UVI». 

Este veterano médico de Urgencias relata lo duro que sigue siendo comunicar a alguien que lo mandan a la UCI. «Se me quedó mirando cuando se lo dije y, casi sin poder hablar porque no podía respirar, me preguntó: ¿Doctor, saldré de esta?. Notas en sus ojos la mirada del miedo, del temor, de la incertidumbre… El qué me va a pasar». 

Todo ello, necesariamente a los ojos de otros pacientes en un ambiente emocional muy duro en las zonas Covid de las Urgencias. «Otro paciente nos oyó y se echó a llorar al escuchar que le decíamos a este señor, un hombre joven de 50 años, que teníamos que subirle de urgencia a la UVI». Un lugar del que nunca sabes si vas a salir.

Este médico de Urgencias en Madrid reconoce el cansancio psicológico del personal sanitario que ha tenido que afrontar, casi sin solución de continuidad, las tres oleadas de la pandemia. «Todos estamos muy cansados. 

No hemos acabado con la segunda y ya estamos con la tercera», confiesa. «Es un cansancio psicológico, sobre todo … Es como… otra vez… pero tenemos que seguir adelante. No hay otra opción que seguir luchando por nosotros, por nuestras familias, por toda la sociedad».

Y con todo, el doctor Díaz, como muchos otros sanitarios, sacó el fuerzas la semana pasada para ir hasta andando a su hospital en medio de la gran nevada. «Teníamos que relevar a nuestros compañeros y no había otra opción. Así que me puse mis botas y me fui andando a través de la nieve. Iba llamando a mi familia para que supiera que estaba bien y así hasta que llegué… (se rie)… Llegamos tarde, pero llegamos».

El doctor Díaz relata que, «al menos estos días y en mi hospital (el Severo Ochoa) que es el que conozco y del que puedo hablar no tenemos saturación», manifiesta. «Al menos en Urgencias y en planta no hay saturación ni muchísimo menos como estábamos hace unos meses. Hay una planta dedicada a Covid y otras a no Covid, pero no hay saturación. Sobre la UVI no me atrevo a hablar porque va variando por días». 

El Severo Ochoa tiene 10 camas UCI, aunque, de acuerdo al plan de la consejería, pueden ampliarse en caso de necesidad. En los hospitales de Madrid, las UCIs, de modo global, ya están a, casi, el 50%. «Hacemos todos los días 2 ó 3 derivaciones al Zendal», señala. 

Este médico de Urgencias cuenta que en el Severo Ochoa hay material de protección suficiente para que los sanitarios afronten en condiciones un incremento de la curva de contagios, como en marzo. «En Urgencias, en mi hospital, hay EPIs, esos monos blancos que nos ponemos, de sobra, de todas las tallas; guantes, gorros, calzas, mascarillas de diferentes tipos. Hace meses que no tenemos ningún problema».

El doctor Díaz se muestra «irritado» con las imágenes que acaba de ver en los informativos de televisión. Fiestas masivas sin mascarillas, agresiones a la policía… «Estás especialmente susceptible a ver cosas así. Lo hablamos entre nosotros. Nos produce tristeza. A mí particularmente me cansa psicológicamente ver la actitud de estas personas, que son pocas porque la inmensa mayoría no es así».

https://okdiario.com/espana/medico-urgencias-describe-virulencia-tercera-ola-pasan-casa-uvi-pocas-horas-6715089

domingo, 17 de enero de 2021

Vacuna contra COVID-19 provoca algunas Muertes en Noruega


COPENHAGUE, DINAMARCA — Las autoridades noruegas han ajustado sus consejos acerca de quién recibe la vacuna contra el COVID-19 tras la muerte de algunas personas mayores y dijeron que es el médico quien decide si una persona recibe o no la vacuna.

La Agencia Noruega de Medicamentos informó que 29 personas sufrieron efectos secundarios, 13 de ellos fatales. Todos los decesos se produjeron en hogares para ancianos y todos eran mayores de 80 años.

Fiebre y náuseas podrían “haber provocado la muerte de algunos pacientes débiles”, dijo Sigurd Hortemo, en el primer informe de la agencia sobre los efectos secundarios.


Más de 30.000 personas han recibido la primera dosis de la vacuna de Pfizer o Moderna en el país escandinavo desde fines de diciembre, de acuerdo con las cifras oficiales.

“No estamos alarmados por esto. Está bastante claro que estas vacunas tienen muy poco riesgo, con una pequeña excepción en el caso de los pacientes más débiles”, dijo el director médico de la agencia, Steinar Madsen, a la emisora NRK.

“Los médicos deben considerar cuidadosamente quién se ha de vacunar. Los muy débiles y que se encuentran al final de su vida pueden recibir la vacuna tras una evaluación individual”, añadió.

Días atrás el Instituto Noruego de Salud Pública dijo que “cualquier efecto colateral de la vacuna será compensado por un riesgo reducido de enfermarse gravemente de COVID-19 en el caso de personas ancianas débiles”.

Añadió que “para los pacientes muy débiles y los enfermos terminales se recomienda una evaluación cuidadosa de los beneficios contra las desventajas de la vacunación”.

La Agencia Noruega de Medicamentos dijo en su informe que 21 y ocho hombres sufrieron efectos colaterales. Nueve experimentaron efectos secundarios graves no fatales y otros siete efectos menos graves. Los nueve sufrieron reacciones alérgicas, fuerte malestar y fiebre alta, mientras que los efectos menos graves fueron dolor en el lugar de la inyección.


Noruega ha reportado en total 57.279 casos y 511 decesos.

ASSOCIATED PRESS SPANISH |
JAN 15, 2021 AT 9:32 AM

https://www.chicagotribune.com/espanol/coronavirus/sns-es-vacuna-contra-covid-19-provoca-muertes-en-noruega-20210115-awhx5ltepjexzp4u64d32dlz6q-story.html

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