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viernes, 26 de julio de 2019

Ataques al Corazón: por qué los Humanos son casi Única Especie que sufre esta condición

Un nuevo estudio brinda pistas para explicar la predisposición de los seres humanos a las enfermedades cardiovasculares. 

Getty

Además de estilos de vida que pueden ser factores de riesgos, las causas también podrían incluir una mutación genética.

Desarrollo Internet 

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte prematura (personas menores de 70 años) en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.

Representan casi un tercio de las muertes cada año (17,9 millones), y se espera que esa cifra alcance los 23 millones para 2030.

En la mayoría de los casos, la causa es la aterosclerosis, la obstrucción de las arterias con depósitos de grasa que reducen el flujo sanguíneo a los órganos vitales.

Pero mientras que esta condición es común en los humanos, es «prácticamente inexistente» en otros mamíferos, incluidos los chimpancés con estilos de vida sedentarios.




También hay muy poca evidencia de que esto ocurra en las ballenas y los delfines.

Entonces, ¿por qué los humanos son más propensos a sufrir ataques al corazón?
Un rasgo humano

En algún momento entre hace dos millones y tres millones de años, nuestros antepasados «perdieron» un gen.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte prematura.

Una mutación genética les desactivó un gen llamado CMAH, y esta característica se transmitió a través de la cadena evolutiva hasta llegar al Homo sapiens, que apareció hace unos 200.000 años.

Según un nuevo estudio de la Universidad de California, como resultado de esta mutación, los humanos se han vuelto particularmente vulnerables a los ataques cardíacos.

En estudios anteriores, Ajit Varki, uno de los autores de la investigación, ya había observado que la aterosclerosis es prácticamente inexistente en animales que no sean humanos.

En un experimento realizado hace diez años, se analizaron chimpancés y otros mamíferos en cautiverio para ver si los factores de riesgo comunes a los humanos, como un estilo de vida sedentario, una dieta alta en grasas y colesterol y la presión arterial alta, podrían provocar ataques cardíacos en estos animales.

Pero no se registró nada significativo. Entre los chimpancés, los ataques cardíacos fueron poco frecuentes y no fueron causados por aterosclerosis.

Getty

Los chimpancés no desarrollan enfermedades cardiovasculares de manera natural.




Esto llevó a los investigadores a enfatizar que los animales solo sufren de la enfermedad cardiovascular si han sido modificados genéticamente para funcionar de manera similar a los humanos, o alimentados con cantidades no naturales de colesterol con fines científicos.

En la investigación actual, Varki y su equipo utilizaron ratones modificados genéticamente en los que el gen CMAH estaba inactivo, al igual que en los humanos. En otro grupo de ratones, el gen no fue modificado.

Aunque ambos grupos fueron alimentados de la misma manera y sometidos a la misma rutina, el grupo de ratones modificados genéticamente tenía al menos el doble de acumulación de grasa en su sangre.

«La pérdida de CMAH en ratones aumenta claramente la predisposición al desarrollo de la aterosclerosis sin cambios en el peso corporal o los perfiles de lípidos», señala el estudio.

«Estos datos indican que la pérdida evolutiva de CMAH puede haber contribuido al aumento de la predisposición a enfermedad cardiovascular en los humanos».

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La pérdida del gen CMAH hizo que los humanos tuvieran más predisposición a los ataques cardíacos.
Riesgos ligados a la carne roja

Los investigadores señalan que hay varios factores de riesgo que aumentan las posibilidades enfermedades cardiovasculares en los seres humanos.

Incluyen la falta de actividad física, colesterol alto, la edad, diabetes, obesidad, tabaquismo y consumo de carnes rojas.

Sin embargo, en aproximadamente el 15% de los casos que ocurren por primera vez, estos factores no están presentes, dice Varki.

«Esto puede ayudar a explicar por qué incluso los vegetarianos sin ningún factor de riesgo cardiovascular obvio son aún muy propensos a sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares», dice.

Pero el estudio incluye otras conclusiones que puede que no le resulten agradables a los consumidores de carnes rojas.

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El estudio da luces sobre las posibles relaciones entre el consumo de carnes rojas y el cáncer.

El gen CMAH produce un tipo de ácido siálico llamado Neu5Gc, que está presente en la carne roja.

Después de que el gen CMAH fue desactivado en nuestros antepasados, los humanos tuvieron deficiencia de Neu5Gc, así que el cuerpo comenzó a tratar esta sustancia como si viniera del exterior.

Cuando consumimos altas cantidades de Neu5Gc presente en la carne roja, desencadenamos una respuesta inmune de los anticuerpos, que puede conducir a una inflamación crónica llamada xenosialitis.

Los investigadores asociaron esa inflamación con un mayor riesgo de cáncer y de enfermedad cardiovascular.

En el estudio, los ratones alimentados con una dieta rica en Neu5Gc sufrieron un aumento de 2,4 veces en la aterosclerosis.

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El sedentarismo y una dieta alta en grasas aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
En busca de nuevas conexiones

Los investigadores dicen que esta reacción inmunológica podría arrojar luz sobre los vínculos entre el alto consumo de carne roja y algunos tipos de cáncer, pero esta es un área que debe ser estudiada más a fondo.

Exactamente cuándo y cómo nuestros ancestros homínidos perdieron el gen CMAH que sintetiza Neu5Gc, sigue siendo un enigma.




Existen algunas hipótesis basadas en la selección natural, pero los investigadores dicen que no podemos descartar la posibilidad de un fenómeno aleatorio que se transmitió hasta que llegó al Homo sapiens.

Sin embargo, los científicos saben que la pérdida del gen CMAH le dio a Homo sapiens al menos dos características útiles: la capacidad de caminar largas distancias y la reducción de la fertilidad.

Varki cree que los nuevos descubrimientos sobre la pérdida del gen abrirán la puerta a nuevas terapias para tratar enfermedades cardiovasculares.


julio 26, 2019

https://www.24horas.cl/noticiasbbc/ataques-al-corazon-por-que-los-humanos-son-casi-unica-especie-que-sufre-esta-condicion-3478128

jueves, 23 de mayo de 2019

Alerta de Sanidad: Xarelto, Pradaxa y otros Fármacos para prevenir trombos pueden Provocar Trombos

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha alertado de nuevo sobre los populares medicamentos llamados anticoagulantes.

 Los resultados de un estudio indican que la administración de Xarelto (rivaroxaban) incrementa el riesgo de trombos en pacientes con Síndrome Antifosfolípido y antecedentes de trombosis.

Lo paradójico es que estos fármacos se usan para prevenir los trombos precisamente.

Este riesgo también podría estar aumentado con el uso de otros anticoagulantes orales como Eliquis (apixaban), Pradaxa (dabigatran) o Lixiana (edoxaban). En consecuencia, indica la AEMPS, dependiente de Sanidad, no se recomienda el uso de anticoagulantes orales directos en pacientes con Síndrome Antifosfolípido y antecedentes personales de trombosis.

En septiembre de 2018 se publicaron los resultados de un estudio cuyo objetivo principal era evaluar el riesgo de trombosis, sangrado mayor y muerte de causa vascular de rivaroxaban frente a otro medicamento, la warfarina, en pacientes con Síndrome Antifosfolípido (SAF) con antecedentes de trombosis.

Tras el reclutamiento de 120 pacientes y una media de seguimiento de 569 días, el estudio se interrumpió prematuramente al observarse un exceso de eventos tromboembólicos entre los pacientes que recibían rivaroxaban.




 En concreto, se produjeron acontecimientos tromboembólicos en siete pacientes (12%) tratados con rivaroxaban (4 ictus isquémicos y 3 infartos de miocardio), mientras que no se identificaron acontecimientos tromboembólicos entre los pacientes que recibían warfarina.

Eso por lo que respecta a Xarelto, para los otros tres tratamientos cuyos principios activos son apixaban, edoxaban y dabigatran etexilato, los datos disponibles son más limitados ya que no se han completado ensayos clínicos en pacientes con SAF (existe un estudio en marcha con apixaban del cual aún no hay resultados disponibles). 

No obstante, la Agencia considera que podría tratarse de un efecto de clase por lo que las observaciones realizadas para rivaroxaban son extensibles al resto de anticoagulantes orales.

Esta nueva información de seguridad (o más bien de falta de la misma), se incorporará próximamente a las fichas técnicas y prospectos de Eliquis, Lixiana, Pradaxa y Xarelto.

Esto deja de nuevo entrever los riesgos de prevenir enfermedades sólo con el uso de medicamentos. Para prevenir los trombos deben abordarse los factores de riesgo de la trombosis.

Entre ellos se encuentran la diabetes; hipertensión arterial; hipercolesterolemia o colesterol elevado; obesidad; fumar; tratamiento con estrógenos para la menopausia (otro tratamiento farmacológico cuestionado) o la anticoncepción; y toda enfermedad autoinmunitaria sistémica subyacente.

La polémica, por usar un término, suave, continúa rodeando al medicamento Xarelto y a sus productores.

Hace poco las compañías farmacéuticas Bayer y Johnson & Johnson (J&J), propietarias de la marca, acordaron pagar 775 millones de dólares para llegar a acuerdos extrajudiciales por las más de 25.000 demandas puestas en Estados Unidos (EE.UU.) por las familias de personas que han sufrido hemorragias mortales por el fármaco.

Se da la circunstancia que sus gravísimos efectos secundarios no fueron advertidos por ambas empresas. Ahora que la AEMPS ofrece nuevos datos sobre la inseguridad de Xarelto(y los demás anticoagulantes orales) cabe preguntarse si estos nuevos posibles daños también los conocían los productores.




El medicamwento anticoagulante de la sangre empezó mal su carrera comercial. El proceso de aprobación de este tratamiento fue difícil desde el principio debido a los muchos efectos secundarios y sus no aclaradas reacciones adversas a largo plazo.

La comercialización de este medicamento es sólo por razones de beneficio económico ante las serias dudas sobre su seguridad. Bayer parece que no ha aprendido de los escándalos del Lipobay, Trasylol, Yasmin o Yaz y el caso Essure, el anticonceptivo retirado del mercado el pasado verano que le va a traer muchos problemas legales a la farmacéutica.

Como indican desde la plataforma de sanitarios No Gracias:

Los pacientes anticoagulados con Xarelto están sometidos a un riesgo desconocido de sangrado, potencialmente mortal.

Las compañías que desarrollaron el fármaco no informaron ni a los investigadores ni a las agencias reguladoras de que el ensayo clínico que permitió su comercialización tenía serios problemas de validez«.

De manera paradójica, en el año 2014, el Xarelto fue el medicamento que experimentó el mayor incremento en ventas anuales en el mundo (77%) y uno de los que más facturó: 3.679 millones de dólares. Esos médicos y médicas hablan de fraude para referirse al Caso Xarelto.


miércoles, 20 de marzo de 2019

Hemorragia Subaracnoidea: ¿Qué le ha pasado a Jorge Javier Vázquez?

Foto: Jorge Javier, en 'GH Dúo'. (Telecinco)El síntoma principal de la hemorragia subaracnoidea es un dolor de cabeza intenso que comienza de repente

Jorge Javier Vazquez sufre un derrame cerebral que le obliga a estar hospitalizado

Tras días de incertidumbre por la salud de Jorge Javier Vázquez, que se encuentra ingresado desde hace días, hoy hemos conocido que el presentador de Sálvame ingresó en el hospital con «un cuadro de hemorragia subaracnoidea de origen aneurismático», según reza el comunicado de Mediaset. 

Se trata de un tipo de ictus o derrame cerebralen el que el sangrado se sitúa en el espacio subaracnoideo (el que hay entre el cerebro y los delgados tejidos que lo recubren)

Vázquez fue tratado por vía endovascular (a través del interior de los vasos sanguíneos del paciente) con un resultado plenamente satisfactorio, según el parte médico.




Los ictus hemorrágicos son menos frecuentes que los isquémicos (que se producen por una disminución importante del flujo sanguíneo que recibe una parte de nuestro cerebro), aunque su mortalidad es considerablemente mayor.

Pero si se sobrevive a un ictus hemorrágico, los pacientes presentan, a medio plazo, secuelas menos graves. 

Resultado de imagen de Hemorragia subaracnoidea
En el caso del presentador, no hay afectaciones neurológicas, según reza el comunicado.

La causa de la hemorragia cerebral subaracnoidea suele ser un traumatismo, aunque, en el caso del presentador, el origen está en la rotura de un aneurisma (una zona debilitada en la pared de un vaso sanguíneo que provoca que éste sobresalga o se abombe). 

El aneurisma puede estar presente desde el nacimiento (congénito) o desarrollarse más adelante en el transcurso de la vida.

Síntomas

El síntoma principal de la hemorragia subaracnoidea es un dolor de cabeza intenso que comienza de repente y se agrava cerca de la parte posterior de la cabeza.

La jaqueca puede comenzar después de una sensación de estallido o crepitación en la cabeza.

Otros síntomas que pueden presentarse son disminución del estado de conciencia y de agudeza mental, molestia en los ojos con la luz brillante, cambios en el estado de ánimo y de la personalidad, incluyendo confusión e irritabilidad; dolores musculares (especialmente dolor en el cuello y dolor en el hombro); náuseas y vómitos, entumecimiento en parte del cuerpo, convulsiones, cuello rígido, problemas de visión, entre ellos visión doble, puntos ciegos o pérdida temporal de la visión en un ojo, párpados caídos, pupilas de los ojos de diferente tamaño, rigidez súbita de la espalda y el cuello, con arqueamiento de la primera

A cualquier edad

Una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida, de los cuales un 50% quedarán con secuelas discapacitantes o fallecerán por esta causa.

En España, cada año, fallecen más de 27.000 personas por sufrir una enfermedad cerebrovascular y, actualmente más de 330.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional por haber padecido un ictus, según datos de la SEN.

Aunque el ictus puede ocurrir en todas las edades, las posibilidades aumentan considerablemente a partir de los 60-65 años porque, con el envejecimiento, va incrementándose de forma progresiva la posibilidad de padecerlo.




«En todo caso, el ictus no es una enfermedad que afecte solo a las personas mayores. Un 0,5% de los casos se dan en personas menores de 20 años y, además, en los últimos 20 años han aumentado un 25% el número de casos que se dan entre personas en edades comprendidas entre los 20 y 64 años», destaca la doctora María Alonso de Leciñana, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología.

Actualizado:20/03/2019 13:10h
https://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-hemorragia-subaracnoidea-pasado-jorge-javier-vazquez-201903201147_noticia.html

martes, 5 de marzo de 2019

Estas son las Señales de Alarma del Derrame Cerebral

Luke Perry ha fallecido a consecuencia de un derrame cerebral a los 52 añosLUKE PERRY

La gran mayoría de los pacientes que sufren un ictus suelen presentar una combinación de varios de estos síntomas

El actor Luke Perry, mítico Dylan de «Sensación de Vivir», ha muerto a los 52 años tras sufrir un ictus

Este accidente cerebrovascular puede producirse tanto por una disminución importante del flujo sanguíneo que recibe una parte de nuestro cerebro como por la hemorragia originada por la rotura de un vaso cerebral, según explica la Sociedad Española de Neurología (SEN).

En el primer caso hablamos de ictus isquémicos, que son los más frecuentes (hasta el 85% del total) y su consecuencia final es el infarto cerebral: situación irreversible que lleva a la muerte a las células cerebrales afectadas por la falta de aporte de oxígeno y nutrientes transportados por la sangre.




En el segundo caso, se trata de ictus hemorrágicos, que son menos frecuentes, pero su mortalidad es considerablemente mayor.

Pero si se sobrevive a un ictus hemorrágico, los pacientes presentan, a medio plazo, secuelas menos graves.

Pérdida de fuerza repentina de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo; trastorno repentino de la sensibilidad, sensación de «acorchamiento u hormigueo» de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo; pérdida súbita de visión parcial o total en uno o ambos ojos; alteración repentina del habla, dificultad para expresarse y ser entendido por quien nos escucha; dolor de cabeza súbito de intensidad inhabitual y sin causa aparente y sensación de vértigo, desequilibrio, si se acompaña de cualquier síntoma anterior, son los principales síntomas de esta enfermedad.

Y aunque la gran mayoría de los pacientes que sufren un ictus suelen presentar una combinación de varios de estos síntomas, con solo experimentar uno de ellos, ya es motivo de urgencia. Ante los primeros síntomas de ictus debe llamarse inmediatamente al 112 y no trasladar al paciente por medios propios al hospital o al centro de salud.

Urgencia médica

«Es importante recalcar que el ictus es una urgencia médica. Sin embargo, el retraso en la llegada al hospital es, sin duda, en la mayoría de los casos, el factor limitante. Y aunque en los últimos años ha disminuido mucho esta demora, puede reducirse aún más. 

Para ello, deben existir planes regionales que permitan la organización de todos los eslabones de la cadena asistencial y, por otra parte, los pacientes tienen que ser capaces de reconocer los síntomas de un ictus, que aún son ignorados por muchos», comenta la doctora María Alonso de Leciñana, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología .

Una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida, de los cuales un 50% quedarán con secuelas discapacitantes o fallecerán por esta causa.

 En España, cada año, fallecen más de 27.000 personas por sufrir una enfermedad cerebrovascular y, actualmente más de 330.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional por haber padecido un ictus, según datos de la SEN.

Aunque el ictus puede ocurrir en todas las edades, las posibilidades aumentan considerablemente a partir de los 60-65 años porque, con el envejecimiento, va incrementándose de forma progresiva la posibilidad de padecerlo.





«En todo caso, el ictus no es una enfermedad que afecte solo a las personas mayores. Un 0,5% de los casos se dan en personas menores de 20 años y, además, en los últimos 20 años han aumentado un 25% el número de casos que se dan entre personas en edades comprendidas entre los 20 y 64 años», destaca la doctora María Alonso de Leciñana.

ABC Salud@abc_salud05/03/2019 15:12h1
https://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-luke-perry-estas-senales-alarma-derrame-cerebral-201903051320_noticia.html

martes, 1 de enero de 2019

Factores de riesgo en la Trombosis

El desarrollo de trombos puede suponer un riesgo para la vidad, puesto que pueden llegar a bloquear vasos de órganos cruciales para la vida.

La trombosis puede dar lugar a patologías serias. Hay diferentes factores de riesgo que favorecen su aparición. 

Además, la influencia de los buenos hábitos de vida es decisiva para prevenir esta condición.

En este artículo te contamos los riesgos y las causas de una trombosis, así como su forma de prevenirlas y tratarlas.

Causas de la trombosis

Reducción en la velocidad de flujo de la sangre. Esta reducción del flujo puede deberse a un excesivo reposo, un vendaje apretado, una férula, una afección venosa o a la deshidratación.

Si se ha sufrido una lesión en alguna pared vascular. En este caso puede ser producto de una operación, una herida, inflamación, alteraciones venosas por la edad, etc. También en estos casos hay mayor riesgo de trombosis.

Igualmente existe un mayor riesgo de trombosis asociado a la edad, el sobrepeso, con el consumo de tabaco y el embarazo.

La necesidad de tratamiento de la trombosis

La trombosis se produce por coágulos que se concentran y detienen el riego sanguíneo.

El sistema venoso de las piernas está formado por venas superficiales, ubicadas en el tejido conjuntivo que tenemos bajo la piel. También hay otras venas más profundas, integradas en la musculatura.

Al formarse un coágulo en las venas profundas de la pierna, el retorno de la sangre hacia el corazón se producirá muy lentamente.
Síntomas de trombosis en la pierna

En una trombosis, la sangre se estanca y las venas se inflaman; lo siguiente es un dolor agudo, similar al de las agujetas. Cuando se ponen las piernas en alto, este dolor se atenúa. También puede ocurrir que la piel se vuelva muy sensible, caliente y, en ocasiones, de color azulado.

A causa de la inflamación, la trombosis profunda de las piernas puede causar graves complicaciones. Si se desprende algún trozo de coágulo, la consecuencia puede ser una embolia.

No hay que olvidar que, entre tres y cinco días después de una trombosis, el riesgo de embolia es máximo. Tras producirse la obstrucción venosa también es frecuente que surja una complicación que se llama síndrome postrombótico; se trata de una lesión de las válvulas venosas.

Cuando hay cualquier mínima sospecha de que se haya producido una trombosis es necesario acudir rápidamente a un hospital.

Factores de riesgo en la trombosis

Determinados hábitos pueden favorecer que aparezca una trombosis.

Algunos factores que incrementan el riesgo de desarrollar trombosis son:

El tabaco y el alcohol son dos grandes factores de riesgo para sufrir una trombosis.

La obesidad y el sobrepeso también incrementan las posibilidadessufrir esta patología.

La utilización de pastillas anticonceptivas es otra de las grandes causas.

Daños causados en la pared de las venas.

Cirugías, sobre todo en los casos de cirugías ortopédicas en la rodilla.

La edad. A mayor edad, mayor riesgo.

Incremento de los niveles de estrógenos.

Un exceso de sedentarismo.

Si hay coagulación anormal, lo que se conoce como hipercoagulabilidad.

Embarazo.

Enfermedad de Crohn.

Formas de prevenir la trombosis

La mejor forma de prevenir una trombosis es evitar los factores de riesgo. Por ejemplo: dejar de fumar, evitar el uso de anticonceptivos orales e intentar controlar nuestro peso.

Es necesario que sepamos si somos propensos a desarrollar trombos y necesitamos algún tipo de terapia preventiva. Hay que recopilar datos sobre si existen antecedentes familiares, descartar la hipercoagulabilidad y hacer los análisis prequirúrgicos pertinentes antes de someterse a cualquier cirugía.

La forma de prevención más importante es la práctica de deporte. Si no se realizan deportes, hay que realizar algún ejercicio como salir a caminar; es muy importante no mantenerse inmóvil muchas horas. Si estamos sentados trabajando es necesario tomarse unos minutos para levantarse, estirar las piernas y andar un poco de vez en cuando.


Este artículo ha sido verificado y aprobado por Sergio Alonso Castrillejo el 31 diciembre, 2018

https://mejorconsalud.com/factores-de-riesgo-en-la-trombosis/

jueves, 8 de noviembre de 2018

Ictus: primera causa de Muerte en mujeres y segunda en hombres

Resultado de imagen de Ictus
Con motivo del Día Mundial, el pasado 29 de octubre, la Fundación Casaverde presenta un decálogo para afrontar el infarto cerebrovascular

Cada año, unos 120.000 españoles sufren un ictus y, de ellos, aproximadamente un tercio queda con secuelas, como asegura la Sociedad Española de Neurología (SEN). Este accidente cerebrovascular constituye una enfermedad que supone uno de los principales problemas socio-sanitarios en España. 

La Fundación Casaverde dedicada a la investigación, formación y sensibilización sobre enfermedades neurológicas ha elaborado, tras la presentación el pasado 25 de septiembre en el Ministerio de Sanidad del libro sobre «El Plan de Atención del Ictus de la Comunidad de Madrid 10 años después», un Decálogo del Ictus para conmemorar su Día Mundial, que fue este lunes.





En este documento se abordan las principales necesidades y se dibuja un mapa de la patología cerebrovascular. Entre ellos, que se está convirtiendo en la enfermedad del siglo XXI con una prevalencia cada vez mayor; es la primera causa de muerte en mujeres, la segunda en hombres y primer motivo de discapacidad.

Además, se observa un aumento en los grupos de edad más jóvenes, lo que supone un enorme impacto en cuanto a los años de vida perdidos ajustados por la calidad de vida, repercusión social y familiar.

Por ello, resulta necesario trabajar en políticas de promoción de la salud toda vez que los factores de riesgo que provocan la enfermedad son controlables en un 80%. 

Y en este sentido, surge el cuarto punto del decálogo que hace mención a organizar los sistemas de atención de tal manera que el paciente pueda percibir e identificar los síntomas de forma inmediata, recibir el tratamiento adecuado en el menor tiempo posible, teniendo acceso al recurso asistencial más adecuado.

Desde la aprobación a finales de 2008 de la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud, la organización y atención sanitaria a este evento han mejorado de forma significativa, aunque la disponibilidad y acceso a las Unidades de Ictus y trombectomía sigue siendo irregular por territorios, lo que pone de manifiesto una deficiente equidad para acceder al mejor tratamiento en fase aguda.

Gracias a la puesta en marcha del Código Ictus se ha conseguido que la mayoría de los pacientes que sufren uno sean atendidos con la mínima demora en centros con Unidades de Ictus, reduciendo significativamente los tiempos de atención, lo que permite aumentar de forma muy importante el número de sujetos tratados con trombólisis intravenosa, pasando del 3% inicial hasta alcanzar un 20% de los pacientes con infarto cerebral atendidos en urgencias. La mortalidad se ha reducido en más de un 50% de los casos.

La Atención Primaria es el ámbito idóneo para el seguimiento y control de los pacientes crónicos, sin olvidar su aportación a la coordinación asistencial con atención especializada en el ámbito hospitalario y la continuidad de cuidados. 

No se pueden olvidar los hospitales de media estancia como un recurso esencial de la recuperación y la adaptación, ganando en funcionalidad. Se trata de una intervención coste efectiva. 





Aún siendo la rehabilitación una de las partidas con mayor peso en el coste directo del ictus, si no invertimos en ella los costes totales serían mucho mayores, dado que el gasto económico de la atención a la enfermedad se incrementa conforme aumenta la discapacidad y dependencia. Por ello la rehabilitación debe verse como una inversión.


sábado, 6 de octubre de 2018

Las Seis Señales de Alarma del Ictus

Resultado de imagen de IctusEl tratamiento precoz de esta enfermedad cerebrovascular es vital para reducir la mortalidad y las secuelas.

Cada año se producen en España unos 125.000 casos de ictus, un accidente cerebrovascular, que aparece súbitamente, y que puede ser consecuencia de la interrupción del flujo sanguíneo a una parte del cerebro (isquemia cerebral) o de la rotura de una arteria o vena cerebral (hemorragia cerebral).

Aproximadamente el 75 % de todos los ictus son infartos cerebrales, según informa la Clínica Universidad de Navarra.

Aunque la mayoría de los casos aparecen en personas mayores de 65 años, hasta un 15% se producen en gente con menos de 45 años.

La causa principal del infarto cerebral es la arterioesclerosis, aunque también es frecuente que se deba a embolias o coágulos procedentes del corazón. En la hemorragia cerebral, la responsable suele ser la hipertensión arterial y las malformaciones arteriovenosas.





Llevar una dieta equilibrada y evitar hábitos nocivos para la salud puede prevenir su aparición. La hipertensión arterial, el tabaquismo, las enfermedades cardiacas, la diabetes, el aumento del colesterol, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, el consumo de drogas (anfetaminas, cocaína, etc), el sedentarismo y la obesidad son factores de riesgo que favorecen su desarrollo.

El abordaje precoz es vital ya que reduce la mortalidad y las secuelas. Por eso es muy importante saber identificar los síntomas para acudir lo antes posible a urgencias.

              Los signos de alarma son:

-Pérdida de fuerza en la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo, de inicio brusco.

-Trastornos de la sensibilidad, sensación de «acorchamiento u hormigueo » de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo, de inicio brusco.

-Pérdida súbita de visión, parcial o total, en uno o ambos ojos.

-Alteración repentina del habla, dificultad para expresarse, lenguaje que nos cuesta articular y ser entendido por quien nos escucha.

-Dolor de cabeza de inicio súbito, de intensidad inhabitual y sin causa aparente.

-Sensación de vértigo intenso, inestabilidad, desequilibrio o caídas bruscas inexplicadas, si se acompañan de cualquiera de los síntomas descritos con anterioridad.

(Fuente: Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN)

Fuente:c. garrido / madrid ABC


                      

miércoles, 27 de junio de 2018

¿Debería hacer ejercicio tras haber sufrido un Ataque Cardíaco?

La cardiopatía es la principal causa de muerte en hombres y mujeres en los Estados Unidos.1 Cada año, 525 000 personas en dicho país sufren su primer ataque cardíaco; otras 210 000 personas que ya han sufrido un evento de este tipo vuelven a sufrir otro. 

Sin lugar a dudas, su tipo de alimentación desempeña un papel fundamental en la cardiopatía. 

El estrés y la actividad física también son factores importantes que contribuyen a la cardiopatía, asimismo, la investigación demuestra sistemáticamente que hacer ejercicio es una excelente manera de reducir su riesgo. El ejercicio también cumple una doble función al ser una forma efectiva de aliviar el estrés. 



La actividad física reduce el riesgo de insuficiencia cardíaca 

La investigación2 publicada en 2015 concluyó que existe una relación dosis-respuesta inversa entre la actividad física y su riesgo de insuficiencia cardíaca, y que incluso puede reducir su riesgo de dicha insuficiencia con pequeños aumentos en la actividad física. De hecho, esto puede funcionar aun y cuando comience a realizarla a una edad avanzada. 

En general, las personas que realizaron por lo menos 150 minutos de ejercicio moderado o bien, 75 minutos de ejercicio vigoroso cada semana, tenían un 33 % menos probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca en comparación con aquellas personas que eran inactivas. 

En el caso de los participantes que eran menos activos, realizar por lo menos 149 minutos de actividad moderada o 74 minutos de actividad vigorosa a la semana les siguió proporcionando ciertos beneficios con un riesgo 20 % menor de insuficiencia cardíaca. 

Además, las personas previamente inactivas que comenzaron a hacer ejercicio durante el estudio de 6 años y alcanzaron los niveles de actividad física recomendados, pudieron reducir su riesgo de insuficiencia cardíaca en un 22 %. 

Aquellos que pasaron de ser inactivos a caminar 30 minutos, 4 veces por semana, redujeron su riesgo en un 12 %. 

Muchos otros estudios han confirmado que incluso una pequeña cantidad de ejercicio es mejor que no hacer ejercicio en lo absoluto. Asimismo, los investigadores también han concluido que el ejercicio es el mejor "medicamento" preventivo para las cardiopatías.3 

De hecho, una revisión científica realizada en 20134 donde se comparó la efectividad de las intervenciones de ejercicio frente a los medicamentos en los resultados de la mortalidad, encontró "diferencias que estadísticamente no eran detectables" entre la actividad física y los medicamentos para la cardiopatía. 

Esto nos recuerda categóricamente el poder que tienen los cambios sencillos en el estilo de vida, así como de las deficiencias en el paradigma de los medicamentos. 

Realizar ejercicio tras haber sufrido un ataque cardíaco reduce el riesgo de mortalidad 

Muchas personas que han sufrido un ataque cardíaco suelen preocuparse por hacer ejercicio después del evento, pues piensan que su corazón no podrá resistir la tensión. En el pasado, se pensaba que el ejercicio era un desencadenante de ataques al corazón y los médicos generalmente prescribían reposo. 

En lo particular, recuerdo esto muy claramente; incluso en los años 60, el estándar de atención posterior al ataque cardíaco era reposo en cama por 6 semanas. 

Esta teoría ha sido desacreditada. Recientemente, la investigación5,6 presentada ante el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología en 2018 descubrió que aumentar la actividad tras haber sufrido un ataque cardíaco reduce a la mitad el riesgo de morir en los próximos 4 años. 

El autor principal, el Dr. Örjan Ekblom, profesor adjunto de la Swedish School of Sport and Health Sciences (Escuela de Ciencias del Deporte y la Salud de Suecia) en Estocolmo, señaló:

"Sabemos que las personas físicamente activas son menos propensas a sufrir un ataque cardíaco y tienen más probabilidades de vivir por más tiempo. Sin embargo, no sabíamos el impacto del ejercicio en las personas tras haber sufrido dicho evento".Para investigar el efecto del ejercicio en la supervivencia, se analizaron los datos de actividad física y registros médicos de más de 22 200 pacientes que habían sufrido un ataque cardíaco. Según lo informado por Science Daily:7

"Un total de 1 087 pacientes murieron durante un seguimiento promedio que duró 4.2 años. Después de ajustar factores como edad, sexo, tabaquismo y cuestiones clínicas, los investigadores analizaron la relación entre las 4 categorías de actividad física y muerte. 



En comparación con los pacientes que por lo general eran inactivos, el riesgo de muerte fue del 37, 51 y 59 % menor en pacientes en las categorías de actividad baja, mayor o constante, respectivamente".Según Ekblom, "nuestro estudio demuestra que los pacientes pueden reducir su riesgo de muerte al volverse físicamente activos después de haber sufrido un ataque cardíaco". 

El experto cree que el ejercicio debería ser un tratamiento estándar después de que algún paciente haya tenido un infarto, y señaló que "a los pacientes que han sufrido uno se les debería recomendar automáticamente ejercitarse 2 veces o más a la semana de la misma manera que se les aconseja dejar de fumar, mejorar su tipo de alimentación y reducir su nivel de estrés." 

Asimismo, Ekblom señala que este consejo aplica para todos los pacientes que hayan sufrido un ataque cardíaco, sin excepciones, incluso aquellos que sufren infartos menores y mayores, al igual que aquellos que todavía fuman. 

En cuanto a la rapidez con la que puede elegir un programa de ejercicio, en este estudio se registraron los niveles de actividad a las 6 y 10 semanas, y nuevamente a los 12 meses tras el ataque cardíaco, asimismo, se les preguntó a los pacientes cuántas veces habían hecho al menos 30 minutos la semana pasada. 

A juzgar por las respuestas y los resultados, comenzar un programa de ejercicio a las 4 o 5 semanas después de haber sufrido un infarto puede ser beneficioso. 

Su colesterol no tiene relación alguna con su riesgo de ataque cardíaco 

Aunque la medicina convencional todavía se centra en el colesterol y la acumulación de placa arterial, la evidencia sugiere que esta teoría sobre el ataque cardíaco es claramente errónea. Varios estudios han demostrado que, en realidad, los niveles más altos de colesterol están relacionados con una mayor esperanza de vida y que no existe relación alguna entre el colesterol alto y la muerte. 

Como señaló el Dr. Thomas Cowan, miembro fundador de la junta de la Fundación Weston A. Price y autor de "Human Heart, Cosmic Heart"(Corazón humano, corazón cósmico), la enfermedad sistémica difusa que causa la obstrucción de las arterias NO es el colesterol alto. 

De manera similar, de acuerdo con lo escrito por el Dr. Giorgio Baroldi en su libro publicado en 2004, "The Etiopathogenesis of Coronary Heart Disease" (La etiopatogenia de la enfermedad coronaria),8 el mayor estudio realizado sobre la incidencia de ataque cardíaco reveló que solo el 41 % de las personas que padecieron un ataque cardíaco tienen una arteria obstruida, y de ellos, el 50 % de las obstrucciones ocurren después del evento, no antes. 

Esto significa que al menos el 80 % de los infartos no están relacionados con arterias bloqueadas en lo absoluto. Entonces, ¿qué los está causando? 

3 factores subyacentes que causan los ataques cardíacos 

De acuerdo con Cowan, los 3 factores y manifestaciones más importantes son:
1. Desequilibrio del sistema nervioso autónomo, sobre todo la supresión crónica de la actividad del sistema nervioso parasimpático (las funciones de "reposo y digestión" de su cuerpo), causado por factores como estrés, falta de sueño, hipertensión arterial, diabetes, un tipo de alimentación con alto contenido de azúcar y tabaquismo, los cuales también tienen un efecto perjudicial en su función mitocondrial.

2. Falta de microcirculación en su corazón. Contrario a la creencia popular, el flujo sanguíneo a su corazón no se limita solo a sus arterias coronarias. 

En realidad, tiene un sinfín de pequeños vasos sanguíneos, capilares, que le proporcionan sangre a su corazón, y si una o más arterias principales se bloquean, su cuerpo producirá automáticamente nuevos vasos sanguíneos con el fin de compensar el flujo reducido. Dicho de otra forma, su cuerpo realiza su propio bypass. 

De acuerdo con Cowan, su cuerpo es "perfectamente capaz de llevar la sangre a cualquier área del corazón que así lo necesite, y mientras su red capilar permanezca intacta, estará protegido contra un infarto". 

Los mismos factores que causan un sistema simpático bajo también conducen a la pérdida de la microcirculación, algunos de estos son fumar, llevar un tipo de alimentación alta en azúcar y baja en grasas, tener prediabetes, diabetes, inflamación crónica y ser inactivo. 

De hecho, el movimiento físico es una de las maneras más efectivas de estimular y mejorar la microcirculación de su corazón, lo que ayuda a explicar por qué es tan efectivo para reducir su riesgo de infarto y mortalidad tras haber sufrido uno.


3. Acumulación de ácido láctico debido a una función mitocondrial alterada. La función mitocondrial deficiente provoca una acumulación de ácido láctico que desencadena calambres y dolor. Cuando el dolor y los calambres ocurren en su corazón, se le denomina angina. 

La acumulación de ácido láctico también restringe el flujo sanguíneo y hace que el tejido sea más tóxico. Cuando ocurre un calambre en su pierna, deja de moverla y esto permite que se drene parte del ácido láctico. 

Sin embargo, su corazón no puede detenerse, por lo que la fermentación glucolítica continúa y el ácido láctico se acumula, lo que eventualmente obstaculiza que el calcio ingrese al miocardio. Esto, a su vez, evita que el corazón se contraiga, que es lo que muestra un ecocardiograma de estrés o un escáner nuclear con talio. 

Dicho de otra forma, su miocardio no puede contraerse debido a la acumulación de ácido que impide que el calcio ingrese a las células. Conforme la acidosis continúa, el tejido se vuelve necrótico, causando así un ataque cardíaco.El inusual riesgo de ataque cardíaco que las mujeres deben tener en cuenta 

De igual forma, existe un raro factor que desencadenan un infarto, que principalmente afecta a las mujeres jóvenes y con un buen estado de salud, conocido como disección espontánea de la arteria coronaria (SCAD, por sus siglas en inglés),9 es peligrosamente fácil que este desencadenante pase desapercibido, ya que solo algunos pacientes con SCAD tienen antecedentes o factores de riesgo de cardiopatía. 

La SCAD es una causa principal de ataques cardíacos en mujeres menores de 55 años y con un buen estado de salud; la edad promedio de los pacientes con SCAD es de 42 años. 

En esencia, la SCAD se presenta cuando las capas de la pared de los vasos sanguíneos se separan una de la otra, lo que atrapa la sangre entre ellas. Conforme la sangre se va acumulando entre las capas, el vaso sanguíneo se obstruye, lo que mata el tejido muscular cardíaco después de la obstrucción y desencadena un ataque al corazón. 

Aunque se desconoce la causa de la SCAD, los expertos médicos especulan que puede estar relacionado con las variaciones hormonales. 

Algunos de los factores de riesgo comunes para la SCAD son:

Ser mujer (80% de los pacientes con SCAD son mujeres)
Dado a luz recientemente (el 20 % de los pacientes con SCAD, recientemente dio a luz)
Sufrir alguna afección subyacente de los vasos sanguíneos, como la displasia fibromuscular (una afección que causa un crecimiento celular anormal en las arterias)
Hacer mucho ejercicio físico
Estar bajo mucho estrés emocionalAlgunos de los signos y síntomas más comunes de la SCAD son:
Sensación de mareo
Sudoración
Dolor irradiado en el cuello, la espalda o la mandíbula
Falta de aliento
Dolor, opresión, presión o incomodidad en el pecho (algunas mujeres informan que repentinamente sienten que su sostén está demasiado apretado, aunque saben que no es así)
Dolor estomacal
Fatiga
Dolor que se irradia hacia abajo por uno o ambos brazos

Si experimenta estos síntomas, solicite de inmediato asistencia médica de emergencia (en los Estados Unidos llame al 911). Cabe señalar que muchas personas que desarrollan SCAD tienen un buen estado de salud y la mayoría no tienen factores de riesgo de cardiopatía. Por este motivo, es importante buscar atención médica si experimenta síntomas de SCAD con el fin de evitar un infarto fulminante. 

Estrategias de prevención 

Entonces, ¿qué puede hacer para prevenir y tratar estas causas subyacentes? He aquí algunas sugerencias que apuntarán a su función mitocondrial, mejorarán la microcirculación y ayudarán a reequilibrar su tono parasimpático:
Implemente una dieta basada en alimentos enteros, baja en carbohidratos netos y alta en grasas saludables con el fin de optimizar su función mitocondrial. 

Agregue jugo de betabel (o polvo de betabel fermentado) con el fin de ayudar a normalizar su presión arterial. 

La arúgula fresca o el polvo de arúgula fermentada es otra alternativa. 

Manténgase activo
Todos los días muévase mucho sin que se trate de ejercicio como tal; camine más e incorpore ejercicio de mayor intensidad conforme se lo vaya permitiendo su salud. 

Una vez que haya progresado hasta el punto de ayunar durante 20 horas al día durante un mes, considere hacer un ayuno de 4 a 5 días varias veces al año. 

Contrapulsación externa mejorada (EECP, por sus siglas en inglés)

Si ya padece una cardiopatía, investigue sobre la EECP, una opción de tratamiento sumamente efectiva y no invasiva que mejora la microcirculación de su corazón. Es una terapia aprobada por el seguro de Medicare, y los estudios demuestran que por sí sola puede aliviar aproximadamente el 80 % de la angina de pecho. Es una de mis terapias favoritas para ayudar a revertir el daño existente. 

La EECP funciona inflando una banda de compresión en los muslos y pantorrillas que están sincronizados con su EKG. Cuando su corazón está en diástole (relajado), los globos se inflan, lo que obliga que la sangre vaya hacia su corazón y provoca el crecimiento de nuevos capilares. Es una alternativa poderosa y segura para la cirugía de derivación coronaria para la mayoría de las personas. 

En lugar de realizar un bypass en una o dos arterias grandes, se crean miles de nuevos lechos capilares que suministran incluso más sangre que los vasos utilizados en un bypass. 

Las sesiones duran aproximadamente una hora, y la mayoría de los pacientes necesitarán aproximadamente 35 sesiones para obtener algún beneficio. Además de la angina de pecho, también es efectiva para la insuficiencia cardíaca y la disfunción diastólica. 

Muchos atletas de élite también lo utilizan como una ayuda para mantener la aptitud cardíaca cuando están lesionados y no pueden hacer ejercicio activamente, ya que la EECP básicamente funciona como una forma pasiva de ejercicio. Para encontrar un proveedor, visite EECP.com.10
G-estrofantina u ouabaína

También puede considerar tomar g-estrofantina, una hormona suprarrenal que ayuda a crear más neurotransmisores en el sistema nervioso parasimpático, lo que apoya a dicho sistema nervioso. Asimismo, puede ayudar a eliminar el ácido láctico. El nombre de la planta es Strophanthus y su ingrediente activo se le llama g-estrofantinaen Europa y ouabaína en los Estados Unidos.



Optimice su nivel de vitamina D

Expóngase al Sol de manera prudente con el fin de optimizar su estado de vitamina D y/o tome un suplemento oral de vitamina D3 con vitamina K2.

Optimice su nivel de magnesio

La falta de magnesio obstaculizará su función metabólica celular y deteriorará la función mitocondrial, lo que a su vez puede provocar problemas de salud más serios, como problemas cardíacos. El magnesio también ayuda a relajar los vasos sanguíneos y normalizar la presión arterial, que es un desencadenante subyacente de los infartos. 

La hipertensión arterial,11 la enfermedad cardiovascular, las arritmias y la muerte cardiaca súbita12 están relacionadas con la deficiencia de magnesio. 

Su mejor opción es hacerse una prueba de magnesio RBC, que mide la cantidad de dicho componente en sus glóbulos rojos. También puede evaluar y rastrear los signos y síntomas de la deficiencia de magnesio, y asegurarse de comer alimentos con un alto contenido y/o tomar un suplemento equilibrado con vitaminas D3, K2 y calcio. 

Como alternativa, monitoree sus niveles de potasio y calcio, ya que los bajos niveles de ambos son signos clínicos comunes de la deficiencia de magnesio.13

Practique la gratitud
Implemente prácticas de bienestar que salgan de su corazón, como conectarse con sus seres queridos y practicar la gratitud

Fuentes y referencias

Dr. Mercola
vie, 22 jun 2018 00:00 UTC
https://es.sott.net/article/60708-Deberia-hacer-ejercicio-tras-haber-sufrido-un-ataque-cardiaco


jueves, 21 de junio de 2018

La electroestimulación cerebral recupera la movilidad un ratas tras un Ictus

Ictus 

La potenciación de la actividad de las ondas cerebrales de baja frecuencia con la estimulación eléctrica mejora la función motora dañada por un ictusR. I.

Cada año, en torno a 120.000 españoles –y más de 17 millones de personas en todo el mundo– padecen un ictus o accidente cerebrovascular. Un episodio que, además de asociarse a una gran mortalidad, se corresponde con una de las primeras causas de discapacidad global. De hecho, la gran mayoría de los 300.000 españoles que han sobrevivido a un ictus presentan algún tipo de discapacidad residual y, por tanto, se ven abocados a seguir tratamientos de rehabilitación.



 Es el caso, muy especialmente, de las terapias para recuperar la movilidad y, así, poder llevar a cabo acciones tan ‘cotidianas’ como serían caminar o asir un objeto. Sin embargo, estas terapias no siempre resultan ‘demasiado’ eficientes. De ahí la importancia de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California en San Francisco (EE.UU.), en el que se muestra que la estimulación eléctrica para potenciar las ondas cerebrales de baja frecuencia mejora las funciones motoras tras un ictus. O así sucede, cuando menos, en modelos animales –ratas.

Como explica Karunesh Ganguly, director de esta investigación publicada en la revista «Nature Medicine», «nuestro principal objetivo era averiguar cómo desarrollar una neurotecnología implantable para ayudar a los pacientes que han sufrido un ictus. Y para ello, teníamos que conocer las propiedades de los circuitos de un cerebro dañado –en comparación con los de un cerebro sano– y utilizar esta información para diseñar implantes neurales que mejoren la función motora tras el accidente cerebrovascular».

‘Capturas’ más precisas

Las ondas cerebrales, esto es, los patrones coordinados de actividad neural, tienen una importancia capital para un funcionamiento eficiente del cerebro. Es el caso de las ondas de baja frecuencia, responsables de organizar la activación de las neuronas de la corteza motora primaria del cerebro. Concretamente, esta corteza motora controla el movimiento voluntario, y lo que hacen las ondas cerebrales de baja frecuencia es ayudar a ‘coordinar’ la actividad de las neuronas para que vayan todas a una y asegurar el que movimiento dirigido sea suave y eficiente.

En el estudio, los autores analizaron la actividad neural de un modelo animal –ratas– mientras realizaba un movimiento voluntario y dirigido –o lo que es lo mismo, mientras cogía su comida– con el objetivo de identificar las ondas cerebrales de baja frecuencia que recorrían el cerebro en el momento inmediatamente anterior a la acción y durante la misma. Así, y una vez identificado este patrón de actividad en un animal ‘sano’, de lo que se trataba era de ver qué cambios se producían tras un ictus y durante la rehabilitación. ¿Y cómo lograrlo? Pues cogiendo al mismo animal y provocándole un accidente cerebrovascular.La rehabilitación motora tras un ictus se encuentra estrechamente asociada a una recuperación de la actividad de las ondas cerebrales de baja frecuencia

Causado el ictus, y de manera similar a como ocurrió con la capacidad de movimiento, la actividad de las ondas cerebrales de baja frecuencia del animal se vio notablemente disminuida. Sin embargo, en aquellos animales que lograron una ‘buena’ rehabilitación y que, por tanto, realizaban movimientos dirigidos cada vez más rápidos y precisos, se observó una recuperación de la actividad de estas ondas cerebrales. No así en las ratas que no se recuperaron del ictus, cuyas ondas de baja frecuencia mostraron una actividad mínima –cuando no nula–. En consecuencia, parece claro que la recuperación de la capacidad de movimiento se encuentra estrechamente asociada a una recuperación de la actividad de las ondas cerebrales de baja frecuencia.

El siguiente paso fue tratar de potenciar la recuperación de los animales. Y para ello, los autores colocaron electrodos en el cerebro de las ratas para, además de registrar la actividad cerebral, administrar una corriente eléctrica leve que estimulara el área dañada por el ictus. ¿Y qué pasó? Pues que gracias a esta estimulación, la actividad de las ondas cerebrales de baja frecuencia se vio notablemente potenciada en el área dañada. Y lo que es más importante, los animales mejoraron, y mucho, su función motora. De hecho, la administración de una corriente leve justo antes de que el animal cogiera su comida aumentó en más de un 60% la probabilidad de que la ‘captura’ resultara exitosa.

Como indica Tanuj Gulati, co-autor de la investigación, «lo que es interesante es que este aumento de las ondas cerebrales de baja frecuencia solo se observó en los casos en los que se llevó a cabo la estimulación. Así, y mediante la amplificación de estas ondas cerebrales hemos sido capaces de ayudar a organizar la actividad neural asociada a una acción específica. O dicho de otro modo, cuando administramos la corriente en sincronía con una acción voluntaria, el control motor mejoró ostensiblemente».

¿También en humanos?

Por tanto, la estimulación eléctrica cerebral facilita la recuperación de las funciones motoras en las ratas. Lo que no deja de ser una buna noticia. Pero dado que el fin último no es mejorar la calidad de vida de los roedores, ¿qué pasa con los humanos? ¿También funciona? Pues para averiguarlo, los autores analizaron los registros de la actividad cerebral de pacientes con epilepsia que habían perdido el movimiento de sus extremidades superiores a consecuencia de un ictus. Y lo que vieron es que, comparada frente a la de aquellos que, si bien con epilepsia, no habían padecido un accidente cerebrovascular, la actividad de las ondas cerebrales de baja frecuencia se encontraba muy disminuida en estos pacientes.



Como refieren los autores, «estos hallazgos sugieren que, tal y como ocurre en las ratas, el ictus ha causado una pérdida de actividad de baja frecuencia que ha dañado la capacidad de movimiento de los pacientes».

En este contexto, debe recordarse que el único tratamiento disponible para la rehabilitación de los pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular es la terapia física, que si bien puede ayudar a muchos pacientes a recuperar rápidamente sus funciones neurológicas y, por ende, sus capacidades motoras, no resulta excesivamente eficiente en los casos en los que el daño cerebral causado por el ictus es demasiado extenso.

Como concluye Karunesh Ganguly, «esperamos que la estimulación eléctrica cerebral pueda ofrecer una alternativa más eficiente, y mucho más necesaria, para estos pacientes, ayudando a que sus circuitos cerebrales tengan un mejor control de las neuronas motoras que permanecen funcionales. La estimulación eléctrica cerebral ya se utiliza en el tratamiento de personas con epilepsia y enfermedad de Parkinson, y creo que los próximos en beneficiarse serán los pacientes que han padecido un ictus».

@abc_saludMADRID18/06/2018 17:10h
http://www.abc.es/noticias/abci-electroestimulacion-cerebral-recupera-movilidad-ratas-tras-ictus-201806181710_noticia.html



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