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domingo, 5 de julio de 2020

Se reabre el caso por la muerte del pequeño Borja tras tomar el fármaco Invega. Habrá juicio

En varias ocasiones he escrito sobre Borja, el niño que murió a la edad de cinco años tras recetarle la psiquiatra que le atendía el medicamento Invega (del laboratorio Janssen Cilag) que NO está indicado a menores de 15. 

El pequeño padecía epilepsia pero le recetaron un fuerte fármaco para la esquizofrenia, ¡sin ser esquizofrénico! Habrá juicio al fin, al reabrirse el caso.

En el Bufete Almodóvar & Jara llevamos el caso de Borja y su familia. Es un tema penal y como suele ocurrir en estos asuntos -en los que son cruciales tener paciencia y persistencia-, ha habido sobreseimientos y dos recursos que hemos hecho a la Audiencia Provincial de Madrid. 

El primero se aceptó y tomamos declaración a la médico y al laboratorio (en 2018). Ahora recibimos un nuevo Auto que le dice al juez que reabra el asunto y que se celebre un juicio.

El pequeño Borja.

La argumentación que hacen los tres magistrados que dictan este auto es muy interesante para nuestros casos -estamos especializados en daños provocados por medicamentos- .

Es como un pequeño rayo de luz. El resumen de este periplo procesal lo describe muy bien el texto pero sobre todo lo destacable es que los jueces ¡por fin van a juzgar por lo penal un caso de daños por tratamientos médicos!

A juicio del Tribunal existe una presunta imprudencia en la actuación de la médico con respecto a la administración del referido fármaco.

Dicen estos jueces que se generó una «situación de riesgo previsible y evitable», que ha de asociarse a la causa de la muerte, porque el informe de autopsia se limita a informar que «probablemente» el fallecimiento se debió a «una muerte súbita inexplicada en epilepsia».

Señalan también como «causa inmediata, la parada cardiorrespiratoria» que sufrió el niño, lo cual, no descarta sino:

Simplemente no entra a considerar la posible incidencia que haya podido tener la administración del referido medicamento, en la muerte del menor».

Este caso es muy importante porque, con diligencias de investigación ordenadas y en curso, de repente, por medio de la Fiscalía y los magistrados de la Audiencia Nacional, deciden parar la investigación porque puede suponer un coste alto para el Estado.

Más claro agua: El Estado cuando ve que un juicio por la muerte de un niño puede suponer un gasto importante se olvida del niño y para las investigaciones tendentes a demostrar que el fármaco lo mató.

Según Francisco Almodóvar, abogado de la familia:

Ningún juez quiere este tipo de casos por motivos que no acertamos a comprender pues lo mismo nos ocurre con el asunto de los daños provocados por el anticonceptivo Essure o el Agreal«.

Es necesario recordar que, como sucede en el caso de Invega que nos ocupa, hay profesionales de la psiquiatría que medican sin evidencia y fuera de indicación, sin dar información y sin anotar en la historia clínica. 

Que un fármaco se recete fuera de indicación quiere decir que ningún organismo regulador de tratamientos médicos lo ha autorizado. La indicación «sospechosa» no está pues recogida ni en la ficha técnica del medicamento -el documento oficial y técnico sobre el mismo- ni en su prospecto.

Además, no podemos estar de acuerdo con la hipermedicación en la infancia. Aseguramos que en el caso de Invega y Borja existió un grave fallo de prescripción (error farmacológico de una psiquiatra) y ahora los jueces tendrán que hacer su trabajo.


miércoles, 18 de diciembre de 2019

Populares fármacos para el dolor (gabapentinoides como Lyrica) ¿pseudociencia institucionalizada?

Si hay dos fármacos (de la misma familia) cuyo uso debería reconsiderarse esos son la gabapentina, cuya marca ha sido Neurontin y su hermano mayor, nacido de la desaparición del periodo de protección de la patente del primero, Lyrica cuyo principio activo es pregabalina. 

Nunca unos tratamientos con tan pocas indicaciones fueron tan recetados durante tanto tiempo y con pruebas (evidencias) de su escasa efectividad y seguridad abundantes.

Se han hecho muy populares tanto en consultas de atención primaria como en especialidades y sobre todo son recetados para el dolor. 

La razón es que desde el principio fueron comercializados mediante una estrategia de promoción para indicaciones no autorizadas que tuvo éxito.

Gabapentina tiene indicación en crisis parciales epilépticas y dolor neuropático (el ocasionado por un mal funcionamiento del sistema nervioso) y pregabalina tiene las dos anteriores y el trastorno de ansiedad generalizada, aunque es el dolor neuropático la indicación más usada de estos fármacos.

Sin embargo, gabapentina y pregabalina se utilizan extensamente en indicaciones no recogidas en la ficha técnica como son fibromialgia, síndrome de piernas inquietas, ciática, lumbago, etc. siendo este uso controvertido.

Y es que resulta que hace ya diez años, en 2009, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) rechazó la indicación de pregabalina en fibromialgia por diferentes motivos: falta de eficacia demostrada en este grupo de pacientes, sin beneficio clínico en dolor ni mejoría de la capacidad funcional, eficacia no mantenida en el tiempo y balance beneficio/riesgo desfavorable.

Es decir, el uso de este (y otros) medicamentos en esas indicaciones es pura pseudociencia. Desconozco si el Ministerio de Sanidad tiene pensado hacer algo al respecto, ya que impulsa desde hace tiempo una campaña contra los comportamientos pseudocientíficos, aunque supongo que no porque el promotor de estos tratamientos ha sido Pfizer, una de las farmacéuticas más poderosas y con más influencia en la administraciones públicas españolas.

Si queréis ver buena información clínica sobre la eficacia y seguridad de los medicamentos indicados para dolor neuropático aquí tenéis este trabajo de dos farmacéuticos de Albacete. Veréis que de todas las opciones son los que más número de personas es necesario tratar para obtener algún beneficio.

A comienzos de este año 2019 se publicó en la prestigiosa revista médica JAMA un metanálisis sobre la supuesta eficacia de pregabalina en indicaciones no autorizadas como son: dolor postoperatorio, cefalea, fibromialgia, temblor esencial, lumbago, ciática, estrés postraumático, síndrome de piernas inquietas y un largo etcétera.

Se identificaron 238 ensayos que evaluaron la eficacia de pregabalina en al menos 33 indicaciones, de las
cuales cinco recibieron aprobación por parte de la EMA y la agencia estadounidense de medicamentos, FDA. El 67% de las primeras publicaciones para las nuevas indicaciones generaron expectativas en cuanto a su valor clínico. De estas indicaciones en el 63% de los casos y tras cinco años de seguimiento no se han realizado ensayos confirmatorios de su eficacia.

Es decir, se ha creado un excedente de supuestos beneficios en indicaciones no autorizadas que no han sido confirmados con el paso del tiempo. Y sin duda, ese excedente ha sido parte del marketing agresivo con el que se ha ido a los médicos para que receten estos fármacos.


Los gabapentinoides [grupo de medicamentos donde están Lyrica y Neurontin] son un ejemplo clásico de cómo la industria farmacéutica consigue vender sus productos mediante la instrumentalización y/o manipulación del ensayo clínico, compra de expertos, sociedades científicas, asociaciones de pacientes y presión comercial intensiva sobre los prescriptores. Nunca tan poco ha generado tantos beneficios. La utilización masiva de los gabapentinoides es una de las vergüenzas de la medicina contemporánea«.

Así que ya lo sabéis y no es la primera vez que lo publicamos, la historia de Lyrica está llena de promoción ilegal, médicos “incentivados” para que lo receten, asociaciones de pacientes que hacen lobby para su uso, multas por publicidad ilegal e indicaciones no aprobadas en Europa que se han obviado. Una joya de tratamiento que datos recientes lo describen como casi inútil y peligroso.

Pues bien, para no liaros mucho, que he puesto bastantes enlaces para que ampliéis información, en 2015 caducó la patente de Lyrica y terminó el monopolio y otros laboratorios tienen derecho a fabricarlo y comercializarlo. Dicho fármaco registraba entonces unas ventas superiores a los 108 millones de euros en el último año sólo en España. ¿Otro caso de pseudociencia institucionalizada?


jueves, 18 de julio de 2019

Porqué es difícil Detectar los casos de Suicidios atribuídos a Fármacos Antidepresivos

El periodista Braulio García publica un reportaje sobre los potenciales efectos secundarios de los medicamentos antidepresivos y en concreto sobre el suicidio. Es la continuación de otro texto en el que daba voz a familias de personas que se han suicidado mientras consumían ese tipo de fármacos

El asunto está bien documentado por la ciencia pero algo está fallando pues puede existir una epidemia «fantasma» de casos.

En esta segunda vez que escribe sobre ello, García explica que lo que se propone es indagar en si el mecanismo encargado de registrar y analizar los posibles suicidios causados por fármacos antidepresivos es efectivo. 

Esto suele hacerse a partir de la notificación voluntaria de posibles efectos secundarios de tratamientos médicos.

Hace 15 años, las sospechas de la posible relación entre los antidepresivos y los impulsos suicidas llevó a la Agencia Europea del Medicamento a desautorizar el uso de casi todos ellos, salvo la fluoxetina, en niños y adolescentes.

La misma postura adoptó la agencia española. Aunque se puede también comunicar directamente con los puntos de contacto de las Comunidades Autónomas, el llamado sistema de Tarjeta Amarilla es el principal mecanismo para detectar efectos secundarios de los medicamentos en España.

Cualquiera puede usarlo: basta con que sepa que existe (que yo creo que casi nadie lo conoce, entre otras cosas porque sobre esto no se hacen campañas promocionales de las instituciones) el sistema es muy sencillo on line. Pero vistos los casos relatados por García cabe preguntarse: ¿es un sistema suficientemente efectivo?




Juan Erviti, jefe de la Sección de Innovación y Organización del Servicio Navarro de Salud lo tiene claro:

No, no es suficiente, ni mucho menos. Porque parte de la notificación voluntaria y se notifica muy poquito respecto a las cosas que realmente ocurren”, dice.


No sólo es que no todo el mundo conoce ese sistema de notificaciones. Es que muchas veces ni pacientes ni médicos le dan importancia a los efectos secundarios, cuando no estos últimos tienen miedo a reconocer que algo que han recetado a sus pacientes ha provocado daños.

Sobre esto abunda en el reportaje Joan Ramon Laporte, profesor emérito y ex catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona y ex director de la Fundación Instituto Catalán de Farmacología.

Al psiquiatra o a un médico cualquiera que vea un paciente con depresión, que le digan que se ha suicidado, no le extraña. La posibilidad del suicidio le entra en su cuadro de lo que es la depresión”.

En cambio, es probable que se comuniquen reacciones adversas “inesperadas”.

Si un paciente toma paroxetina [un antidepresivo] y tiene una erupción cutánea, [el médico] sí que lo comunica: la propia naturaleza de la enfermedad causada por el fármaco determina que el médico notifique o no”, añade. 

Así, el sistema de Tarjeta Amarilla es más propenso a registrar las excepciones, mientras que los casos más graves pueden a veces quedar enmascarados como “normales” en una depresión.

Los datos apuntan en esa dirección. Y Braulio reporta: 

Desde 2005, las notificaciones de sospechas sobre los antidepresivos suman nueve casos de “suicidio consumado” notificados para todos los ISRS [la familia más común de ellos], ninguno para el caso concreto de la paroxetina, según datos de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS). 

Si se incluyen los casos de “ideación suicida” (26) e “intento de suicidio” (32), los ISRS suman 74 notificaciones relacionados con el suicidio en 14 años.

Las demás sospechas notificadas respecto de estos mismos antidepresivos suman 3.902. Hay que aclarar que notificación de un caso de sospecha de reacción adversa no significa que exista relación de causalidad; se notifica y luego la Agencia de Medicamentos ha de investigar el caso (cosa que hace poco, sólo cuando se acumulan muchas notificaciones, es decir, CASI NUNCA).

Está claro que el riesgo de suicidio por antidepresivos hay que estudiarlo muy bien ya que la depresión en sí ya supone un riesgo de suicidio pero que eso no le sirva a la Agencia para mirar para otro lado. 

También hay que tener en cuenta que los fabricantes de medicamentos no publican todos los datos sobre la seguridad (o más bien falta de la misma) de sus productos como cuento en Descubierto el fraude con el fármaco antidepresivo paroxetina que incita al suicidio. Y ese fraude sí es responsabilidad de las agencias reguladoras.

Laporte y Erviti defienden la necesidad de ir al menos un paso más allá y abordar el problema a partir del estudio de los datos y las historias clínicas disponibles o accesibles.




Con los métodos epidemiológicos no sólo se han descubierto efectos indeseados, sino que se ha podido determinar la secuencia, que es más importante todavía”, explica Joan Ramon Laporte. “Es cierto que necesitamos un seguimiento más activo y más proactivo”, según Erviti.

Juan Erviti coincide con Laporte al señalar el camino a seguir:

Hacer estudios con la información de las historias clínicas electrónicas y las bases de datos que tenga una cantidad de información suficiente y que no dependa de la notificación voluntaria”.

El sistema de notificación voluntaria, añade, “permite indentificar señales”, “pero para nada cuantifica la magnitud del problema, ni se le puede imputar causalidad en muchas ocasiones”, concluye.

miércoles, 3 de julio de 2019

Antidepresivos y Alcohol: ¿qué efectos tiene su Combinación?

Todavía no se conoce exactamente la interacción entre el alcohol y los antidepresivos. 

Muchas veces depende de la cantidad de alcohol que se consuma o del tipo de antidepresivo usado.

Muchas personas combinan los fármacos antidepresivos y el alcohol sin saber que esta combinación de sustancias puede tener graves consecuencias para la salud.

Además, el 15% de personas que sufren un trastorno de tipo afectivo tienen dependencia al alcohol, lo que agrava la situación.

¿Qué son los antidepresivos?

Los antidepresivos son una opción de tratamiento muy conocida para la depresión, una enfermedad que afecta al 15% de la población.




En el organismo tenemos unas sustancias llamadas neurotransmisores que se encargan de transmitir señales.

Una de ellas regula el estado de ánimo y su deficiencia conduce a la depresión. Se trata de la serotonina, aunque no es la única implicada en esta enfermedad.

De esta forma, los antidepresivos tienen como objetivo aumentar la concentración de estos neurotransmisores en el organismo y revertir, así, este estado de ánimo patológico.

Existen diferentes tipos de antidepresivos como:

Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN).
Antidepresivos atípicos.
Antidepresivos tricíclicos.
Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAOS).

¿Qué efectos producen?

A pesar de tener un mecanismo de acción diferente, todos están diseñados con el objetivo descrito. Entre los efectos secundarios que pueden producir en el cuerpo podemos destacar:

Fatiga y somnolencia.
Náuseas.
Insomnio.
Sequedad en la boca.
Visión borrosa.
Estreñimiento.
Agitación, desasosiego y ansiedad.

El peligro de tomar antidepresivos y alcohol

Todavía no se conoce exactamente la interacción entre el alcohol y los antidepresivos. Muchas veces depende de la cantidad de alcohol que se consuma o del tipo de antidepresivo usado.

Por ejemplo, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, como hemos visto, aumentan la concentración de este neurotransmisor impidiendo su recaptación. 

El alcohol, por otra parte, también aumenta los niveles de serotonina, aunque de una forma temporal.




De esta forma, una persona que toma antidepresivos y alcohol, está en riesgo de tener demasiada serotonina en el cerebro y, como consecuencia, desarrollar el síndrome de la serontonina.

¿Qué es el síndrome de la serotonina?

Como hemos comentado, es un cuadro clínico que se desencadena por un exceso de serotonina. Su gravedad en muy variable y depende de la causa desencadenante.

Esta afectación se caracteriza porque el paciente sufre inquietud, agitación, tensión arterial elevada, espasmos musculares y diarrea. Incluso, en casos de mayor gravedad, la vida del paciente puede correr peligro.

Por otro lado, si el consumo de alcohol es crónico y prolongado, puede conllevar a niveles bajos de serotonina. La razón de ello es que nuestro cuerpo se adapta a las sustancias psicoactivas por un fenómeno conocido como habituación.

Así, al acostumbrarse a la ingesta de alcohol, los síntomas depresivos aparecen porque disminuye la serotonina disponible. Y si, además, se toman antidepresivos, el resultado será una disminución de su efectividad.

Efectos de la combinación de antidepresivos y alcohol

Los efectos resultantes de esta combinación de sustancias son una agravación de los efectos adversos de los fármacos antidepresivos. Algunos ejemplos son:

Agravación del cuadro depresivo: consumir alcohol puede contrarrestar los efectos beneficiosos de los antidepresivos generando una mayor dificultad en el tratamiento de los síntomas.

Disminución de la actividad cognitiva: el alcohol afecta a la coordinación, al pensamiento y a los tiempos de reacción. Por lo que, si se combinan ambas sustancias, estos efectos se verán agravados por los efectos de los antidepresivos en el sistema nervioso central.

Efectos sedantes: algunos antidepresivos pueden producir somnolencia. Este efecto es característico también del alcohol. Por lo tanto, cuando se toman ambas sustancias juntas, el efecto sedante se puede ver intensificado. Hay que tener especial precaución si vas a conducir, por ejemplo.

Riesgo de muerte: esta, obviamente, es la consecuencia más grave que tendría la combinación de antidepresivos y alcohol. Se produce por un cuadro grave del síndrome de la serotonina explicado en el apartado anterior.

Conclusiones

El consumo conjunto de antidepresivos y alcohol puede tener graves consecuencias. Ante un tratamiento con este tipo de medicación, es muy importante que comentes con el médico tu consumo de alcohol o si tienes algún tipo de patología con esta sustancia. De no ser así, las consecuencias pueden ser fatales.

Este artículo fue redactado y avalado por la farmacéutica María Vijande
· 2 julio, 2019


martes, 2 de julio de 2019

Nuevos Efectos Secundarios de los Fármacos Antidepresivos, Prolia, Xarelto, Xeljanz

Leer el boletín mensual de la Agencia de Medicamentos y seguirlo en el tiempo te da una perspectiva real de cómo funcionan algunos productos. 

Está claro que los fármacos se ponen en el mercado sin que se conozcan TODOS sus efectos secundarios pero de ahí a que con el tiempo sigan apareciendo nuevos daños o se descubra que los ya conocidos son más graves de lo que se sabía…

Un ejemplo de ello son los medicamentos antidepresivos y en concreto los del grupo denominado Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SRS)/serotonina y noradrenalina (ISRN). 

Se sabe desde hace mucho tiempo que te dejan impotente lo que anuncia ahora la Agencia es que la cosa es más grave de lo que parecía: persistencia de disfunción sexual.

Y es que en personas que toman estos tratamientos se han notificado casos de disfunción sexual de larga duración en los que los síntomas persisten a pesar de la interrupción del tratamiento.





Se incorporará este hallazgo a las advertencias de estos medicamentos… ahora, cuando millones de personas en todo el mundo llevan años consumiendo millones de dosis. Vaya, un medicamento para levantar el ánimo pero con el que no se te levanta otra cosa.

 Era otro de los secretos a voces pues desde hace años se sabe que los fármacos antidepresivos pueden incitar al suicidio en quienes los consumen. Está claro que hay un déficit de información en lo que se refiere a los daños que pueden provocar estos y otros tantos medicamentos.

Otro ejemplo que cita el último boletín de la institución que depende de Sanidad es el Prolia (denosumab), muy recetado para la osteoporosis y del cual están apareciendo cada vez más efectos secundarios y mujeres afectadas.

Según la Agencia de Medicamentos se han notificado casos mortales de hipocalcemia con Prolia (efecto ya conocido para denosumab).

La hipocalcemia (nivel bajo de calcio en la sangre) ocurrió, en la mayoría de los casos, a las primeras semanas de iniciar el tratamiento, pero pueden ocurrir más tarde. También reconocen las autoridades, erupciones liquenoides medicamentosas y alopecia en pacientes a tratamiento con Prolia.

Otro caso que recogen desde Sanidad, es el de los fármacos anticoagulantes orales. Los resultados de un estudio indican que la administración de Xarelto (rivaroxaban) incrementa el riesgo de eventos trombóticos en pacientes con síndrome antifosfolípido (un cuadro autoimunitario grave) y antecedentes de trombosis. 

Este riesgo también podría estar aumentado con el uso de otros anticoagulantes orales directos (apixaban, edoxaban y dabigatran etexilato).

En consecuencia, no se recomienda el uso de anticoagulantes orales directos en pacientes con síndrome antifosfolípido y antecedentes personales de trombosis.

La pregunta es: ¿Esto lo saben todos los médicos antes de extender la receta de esos populares medicamentos y se hacen las debidas pruebas?

Claro que quienes los toman también deberían saberlo con antelación.

Ese es otro grupo de medicamentos que menuda joyita pues hace sólo mes y medio la propia Agencia nos advertía de que incrementan el riesgo de trombos, lo que resulta paradójico porque estos fármacos ¡se usan para prevenir los trombos precisamente!

También nos cuenta la Aemps que los resultados preliminares de un ensayo clínico en curso han mostrado un incremento del riesgo de embolismo pulmonar (EP) y de mortalidad global en pacientes con artritis reumatoide (AR), de 50 años o mayores y con al menos un factor de riesgo cardiovascular, tratados con Xeljanz (tofacitinib).

Por este motivo se ha iniciado una revisión del balance beneficio-riesgo de tofacitinib en sus indicaciones autorizadas.




Esta es otra curiosidad de cómo funciona el sistema en torno a los medicamentos. 

Se descubre un daño y el producto no se retira de manera preventiva sino que en nombre de que se necesita permanece en el mercado hasta próxima orden aún a riesgo de que siga causando los daños de los que se alerta.

Como siempre escribo, os aconsejo que si tenéis interés leáis este tipo de documentos que la Agencia acompaña siempre de la coletilla «información dirigida a profesionales sanitarios» pero que ya veis que es de interés general.

martes, 25 de junio de 2019

Suicidio relacionado con fármacos antidepresivos: indemnizan a una familia que ha sufrido el problema

Una aseguradora acaba de indemnizar la muerte de un hombre que una mañana después de desayunar saltó al vacío en Alicante. 

Estaba en tratamiento con fármacos antidepresivos, que entre sus bien documentados peligros ofrecen riesgo de suicidio. 

Es algo que el fabricante del medicamento cuestionado ocultó y hay sentencias judiciales por ello. 

© Rawpixel.com / Pexels

La compañía aseguradora ha indemnizado con 40.000 euros a la viuda y evita así una sentencia que habría recaído en un asunto crucial, aunque apenas explorado jurisprudencialmente la posible relación de causalidad entre la ingesta de medicamentos que pueden incitar al suicidio y esta práctica.





El difunto carecía de «antecedentes de patología psiquiátrica«, la muy cuestionable atención sanitaria que acompañó al tratamiento e incluso los potenciales efectos adversos del antidepresivo que le recetaron, precipitaron su muerte. 

Esta persona no se suicidó de manera voluntaria, es lo que mantuvo su defensa. La jubilación le había despertado algunas preocupaciones. 

Dejaba una pequeña empresa que él había creado y en la que seguían trabajando algunos familiares. La situación económica general no le parecía tan boyante como en anteriores épocas pero nada grave. 

Lo que sí padeció en aquellos días fue insomnio y consultó con el médico de cabecera. El suyo no estaba y un sustituto le recetó un antidepresivo, la paroxetina y un ansiolítico, lormetazepan. 

El insomnio se agravó y además empezó a experimentar un deterioro mental y físico (perdió 15 kilos en unas semanas). 

Su mujer cuenta que «empezaron a venirle problemas que no existían, pero que para él sí eran reales» y aparecieron las ideas suicidas.

Me decía, a mí las pastillas no me están haciendo bien. Había dejado de trabajar, pero entonces no se le quitaba de la cabeza que el negocio iba a ir mal», añade su viuda.

De vuelta al centro de salud, esta vez su médico de cabecera le sustituyó el lormetazepan por Orfidal, otro ansiolítico y le conminó a esperar unas semanas a que el tratamiento hiciera efecto. Pero no mejoró.

Mi marido fue a raíz de empezar a tomar la medicación cuando perdió el brillo en la mirada. A veces lo mirabas y era como que no estaba él dentro. 

Había desaparecido», cuenta la que era su mujer.Una mañana estaban desayunando juntos en su apartamento frente al mar cuando él se excusó. Al poco ella le encontró muerto en el patio del edificio desde cuya octava planta se había arrojado. 

La relación de causalidad entre ingesta de antidepresivos y suicidio era un secreto a voces. Así lo contamos hace cuatro años en uno de los post más leídos y comentados de este blog: Descubierto el fraude con el fármaco antidepresivo paroxetina que incita al suicidio

Un análisis del ensayo clínico en el que se basó el fabricante, GlaxoSmithKline (GSK), para justificar la receta de paroxetina (Paxil, Seroxat) a niños y jóvenes, revela que es inefectivo y además puede conducir a la muerte. 





El de GSK puede que sea el trabajo clínico más perverso de la historia de la medicina. 


En un principio, el laboratorio publicó que cinco personas habían cometido suicidio o conductas peligrosas para su vida.

 La empresa le dijo a la agencia estadounidense de medicamentos, la FDA, que no había diferencia estadísticamente significativa con respecto a lo registrado en el grupo del ensayo que recibió un placebo (sustancia sin efecto en la salud). 

Con posterioridad, el fabricante del antidepresivo admitió que en total diez de los 93 pacientes que tomaban Paxil se suicidaron o lo intentaron, mientras que en el grupo de 87 personas que tomaban placebo hubo un episodio de suicidio. 

Y ha habido sentencias judiciales en USA que han probado la omisión intencionada de información de parte de la industria farmacéutica y en concreto de GSK con su medicamento antidepresivo Paxil.

Un jurado federal de Estados Unidos condenó a la farmacéutica GlaxoSmithKlinea indemnizar con tres millones de dólares a la viuda de un abogado de Chicago que se suicidó tras consumir el medicamento Paxil. 

Nosotros en el Bufete Almodóvar & Jara llevamos precisamente otro caso muy similar al de Alicante ocurrido también en nuestro país.




La persona que lo ha sufrido en su familia quiere que el derecho a la información sobre medicamentos sea efectivo pues a ellos nunca les advirtieron de lo que podía ocurrir. Por eso busca otras personas que tristemente hayan pasado por lo mismo y unirse para que no vuelva a ocurrir. 

Para prevenir tened en cuenta lo que recomiendan los médicos con criterio de No Gracias: No tome fármacos antidepresivos si puede evitarlo.


miércoles, 19 de junio de 2019

El fármaco Lyrica («para el dolor»), una de las vergüenzas de la medicina contemporánea

Los medicamentos «para el dolor» tienen su máximo exponente comercial en un exitoso producto llamado Lyrica. 

Este fármaco es un superventas con los pies de barro por la enorme cantidad de irregularidades que atesora, empezando porque se receta para cualquier dolorcuando sólo puede hacerse para uno en concreto. 

Aún así Pfizer, su fabricante, consiguió millones en ventas pese a su baja eficacia y peligrosidad.

son un ejemplo clásico de cómo la industria farmacéutica consigue vender sus productos mediante la instrumentalización y/o manipulación del ensayo clínico, compra de expertos, sociedades científicas, asociaciones de pacientes y presión comercial intensiva sobre los prescriptores. 

Nunca tan poco ha generado tantos beneficios. La utilización masiva de los gabapentinoides [el principio activo de Lyrica es gabapentina] es una de las vergüenzas de la medicina contemporánea«.

¿Para qué sirve Lyrica? Si nos atenemos a su ficha técnica, el uso legal es para el dolor neuropático (el ocasionado por un mal funcionamiento del sistema nervioso) periférico y central en adultos.

Pero con esto no se consigue un superventas por eso el laboratorio que lo fabrica, Pfizer, se las arregló para que fuese recetado para cualquier tipo de dolor.

Así que parte del éxito de los gabapentinoides ha sido la capacidad de la industria para inducir su utilización fuera de ficha técnica, para usos no permitidos.




¿Cómo ha conseguido tal éxito comercial, que no sanitario?

Bueno, gracias a sentencias judiciales que obligaron a la empresa a dar acceso a las bases de datos de los ensayos clínicos realizados con el principio activo se ha demostrado lo descaradamente que se ha manipulado la investigación científica del citado grupo medicamentoso.

Y ese conocimiento se usó para hacer márketing entre los médicos, convenciendo a estos de que el tratamiento era bueno para cosas para las que nunca debió recetarse. 

No importó mucho que el gigante farmacéutico fuese sancionado en 2009 con 2.300 millones de dólares (1.613 millones de euros) por las prácticas ilícitas en la comercialización de varios de sus medicamentos, como los tratamientos Bextra y Lyrica.

 Se trató de la reprimenda más dura de las aplicadas en Estados Unidos contra la promoción fraudulenta de medicamentos.

Y llovía sobre mojado en Pfizer porque antes ya había admitido haber seguido tácticas impropias en la venta del medicamento Neurotin. 

El asunto le había costado una cantidad similar pero así evitó el desarrollo de un juicio penal a golpe de chequera. 

Además de usarse para cualquier dolor aunque no esté aprobado para ello, Lyrica tiene dos indicaciones legales más: Epilepsia y Trastorno de ansiedad generalizada (TAG) en adultos.

Bueno, pues seis años después de su comercialización como antiepiléptico, era utilizado casi diez veces con más frecuencia en indicaciones fuera de ficha técnica que para la indicación para la que había sido aprobado y para la que contaba con ensayos clínicos (suponemos -comentan los de No Gracias-) sólidos.

Insisto que tantas irregularidades consentidas para que Lyrica se convirtiese en superventas se consiguió gracias a un gran volumen de investigación clínica dirigida a demostrar alguna eficacia de la pregabalina (el principio activo) en al menos 33 nuevas indicaciones.

Los resultados de los ensayos clínicos exploratorios -de baja calidad pues tienen un carácter «comercial», de propaganda-, si se difunden con profusión, fomentan el uso de la sustancia fuera de ficha técnica para ampliar su mercado, el número de personas a las que se les receta sin necesidad, especialmente cuando estos estudios no se continúan con pruebas confirmatorias, como suele hacerse.

Gracias a esos estudios se vende el tratamiento como «ciencia», como conocimiento sólido confirmado y todos contentos porque «parece ciencia», ¡aunque no lo es! Como siempre escribo os aconsejo leer bien el post de No Gracias que firma el médico Abel Novoa.




Que la Ciencia es insustituible en el campo de los medicamentos es obvio. Que la investigación científica se ha convertido en el mejor marketing para las farmacéuticas lo hemos explicado unas cuantas veces.

Así que ya lo sabéis y no es la primera vez que lo publicamos, la historia de Lyrica está llena de promoción ilegal, médicos “incentivados” para que lo receten, asociaciones de pacientes que hacen lobby para su uso, multas por publicidad ilegal e indicaciones no aprobadas en Europa que se han obviado. Una joya de tratamiento que datos recientes lo describen como casi inútil y peligroso.

Por cierto, que comentamos que es un superventas pero no os he dado algún dato concreto. Ahí va: En 2015 caducó la patente de Lyrica. Terminó el monopolio y otros laboratorios tiene derecho a fabricarlo y comercializarlo. Dicho fármaco registraba entonces unas ventas superiores a los 108 millones de euros en el último año sólo en España.


jueves, 6 de junio de 2019

La multinacional Pfizer dejó de investigar fármaco prometedor contra el Alzheimer

Fuerte polémica en torno a la multinacional farmacéutica Pfizer después de que diversos medios revelaran que en 2015 uno de sus tratamientos contra la artritis reducía las posibilidades de padecer Azheimer en un 64 %.




 Sin embargo la empresa decidió no seguir investigando y no hacer públicos los datos. Desde la compañía señalan que se procedió de esa manera por razones científicas, ya que la probabilidad de un estudio clínico exitoso era baja.



Publicado: 6 jun 2019 12:16 GMT 

martes, 14 de mayo de 2019

Sociedades médicas Crearon el Bulo de la Inocuidad del Fármaco Agreal beneficiando al laboratorio Sanofi

La Asociación Agreal Luchadoras a través del Bufete Almodóvar & Jara ha enviado varios burofaxes a cinco sociedades médicas que fabricaron el bulo de la inocuidad del fármaco Agreal cuando saltó el escándalo de sus múltiples y graves daños. 

Lo hicieron mediante una nota informativa de la Agencia Española de Medicamentos que luego el productor del medicamento, Sanofi Aventis, usó en todos los juicios para librarse de su responsabilidad desde entonces hasta la actualidad.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) emitió una nota informativa sobre el medicamento Agreal el 9 de febrero de 2007, hace ya más de doce años.

 En ella se informaba sobre el dictamen de una comisión de expertos designados por cinco sociedades médicas del ámbito de la psiquiatría, la neurología, la farmacología, la medicina de familia y el estudio de la menopausia para cuyos sofocos se usaba el fármaco, que fue retirado del mercado en 2005.

Dicha comisión afirmó que la sintomatología de las reclamantes correspondía a cuadros inespecíficos, con algunas excepciones; y que los cuadros de evolución prolongada y permanente NO tenían explicación biológica.

Esa afirmación quedó desmentida por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en julio de 2007 y 1 de octubre de 2007. Sin embargo, las pruebas científicas de los peligros de Agreal permanecieron ocultas hasta fecha reciente.




Agreal Luchadoras (con el abogado Francisco Almodóvar) en un reciente juicio celebrado en Valencia.

Esa nota informativa se ha utilizado durante estos doce años, indebidamente, en los numerosos juicios del Caso Agreal.

Las mujeres alegan haber sido dañadas gravemente por este neuroléptico (les fue recetado durante años cuando no se puede consumir más de tres meses salvo riesgo de sufrir secuelas irreversibles, como así sucedió).

El uso por parte de Sanofi Aventis y sus peritos de dicha nota informativa en tribunales es ilegal, abusivo e improcedente por dos razones:

1) Nunca se ha podido conocer quién era el experto que trabajaba en nombre de las sociedades médicas comentadas. Ninguno de ellos ha podido ser citado, hasta ahora, para ratificarse y debatir en sede judicial sus conclusiones.

2) La valoración de causalidad que hacen estos llamados “expertos” de la asociaciones profesionales son erróneas pues niegan en cualquier mujer los reconocidos efectos adversos (documentados por la EMA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en julio de 2007).

El mero hecho de que esos supuestos especialistas, en febrero de 2007 no pudieran conocer el dictamen de la EMA de julio de 2007 y la simultánea alerta mundial nº 116 de la OMS, debería haber ANULADO automáticamente la nota de febrero de 2007 de la Aemps. Pero no fue así y Sanofi se benefició confundiendo a los juzgados y tribunales y eludiendo siempre su responsabilidad legal.

Desconocemos por tanto si cada experto tenía algún conflicto de interés con Sanofi Aventis que le llevase a obrar de manera pseudocientífica. Lo que sí sabemos es que entre esas sociedades a las que la mujeres del Agreal han escrito explicándoles sus responsabilidades, está la Sociedad Española de Psiquiatría que, como muchas otras, recibe cada año dinero de esa empresa farmacéutica (como también de otras).

Esto puede comprobarse en la página web del laboratorio, que está obligado desde 2015 a declarar todas las “transferencias de valor” a los médicos y sus organizaciones.

Los datos farmacológicos que los expertos refieren de la veraliprida (principio activo del Agreal) no pueden ser correctos ya que afirman que no explican los cuadros adversos de evolución prolongada o permanente. En primer lugar, por ser anteriores a lo que expuso la EMA en julio de 2007.

También son contrarios al documento “Razones científicas y motivos de la retirada de los medicamentos conteniendo Veraliprida” que motivan la Decisión de la Comisión UE de octubre de 2007.

Lo que explicaron en 2007 los especialistas sobre la no relación de causalidad entre la ingesta del fármaco y los daños sufridos por las afectadas contradice también un documento interno de Sanofi, confidencial, al que tuvieron acceso Agreal Luchadoras en 2015.




El que denominamos “Dossier Agreal” consta de 373 páginas con las preguntas de la EMA y las respuestas de Sanofi Aventis sobre la falta de seguridad del tratamiento.

Su traducción jurada al español para los juicios se consiguió, por primera vez, en octubre de 2018. En ese “Dossier” constan numerosos casos y reacciones adversas graves, persistentes, irreversibles de tipo psiquiátrico, neurológico, etc, producidas por Agreal.

Pese a que en ese informe Sanofi reconoce los daños que puede provocar su tratamiento los peritos de Sanofi Aventis en Tribunales de Justicia siempre han negado esos efectos secundarios, incluso en las mujeres que lo tomaron durante mucho tiempo (siendo el tiempo máximo posible de consumo, nunca advertido, de tres meses, reconocido por Sanofi Aventis ante la EMA en 2007, tal y como se constata en el “Dossier Agreal”).

En suma, es evidente que la circunstancias que concurren en la elaboración de esa nota de febrero de 2007 por los «expertos» conduce a que la directora de la AEMPS produzca y emita una información falta de rigor y totalmente rechazable.

También es repudiable, más si cabe aún, que en los tribunales de Justicia y de manera sistemática, siempre sin identificar ni ratificarse sus autores, se considere, por el mero principio de “autoridad”de esas sociedades médicas, como de valor probatorio.

La EMA, OMS y la decisión de la Unión Europea de 1 de octubre de 2007 y el “Dossier Agreal” demuestran que las conclusiones de esa comisión de expertos han sido y son erróneas, es decir, objetivamente FALSAS.

La Asociación Agreal Luchadoras solicita pues a las sociedades médicas que participaron en la creación del bulo de la inocuidad del Agreal:

1. Que se comunique la identidad de los expertos designados por ellas y que son coautores de las citadas erróneas y falsas conclusiones de la nota de la AEMPS.

2. Que esas sociedades reconozcan y hagan saber a Sanofi Aventis que no pueden utilizar ni respaldar en 2019 las conclusiones de esa comisión de expertos de 2007, quedando al margen del Caso Agreal para no verse involucradas en los procesos judiciales aún pendientes.

Y advierten:




De no hacerlo deberán tener en cuenta que un representante de cada sociedad se expondrá a tener que responder, ante los tribunales, de las afirmaciones que suscribió el experto que fue designado hace más de doce años».



viernes, 8 de marzo de 2019

Fármaco Spravato: la efectividad de los Tratamientos Antidepresivos en depresión profunda es Deprimente

La FDA, la agencia estadounidense de medicamentos, ha aprobado un nuevo fármaco antidepresivo llamado Spravato (esketamina), del laboratorio Janssen.

 Se trata de un tratamiento que venden en formato de spray nasal y está indicado para la depresión profunda en personas adultas para las que no haya sido efectivo otros de estos fármacos ya existentes. Pero no es orotodo lo que reluce, os cuento.

El medicamento como viene siendo habitual llega cargado de polémica sobre todo en torno a su eficacia. Cuenta desde Redacción Médica que Spravato se evaluó en tres ensayos clínicos a corto plazo (cuatro semanas) y en un ensayo de mantenimiento del efecto a más largo plazo.

En los tres estudios a corto plazo, los pacientes fueron aleatorizados para recibir Spravato o un aerosol nasal de placebo. En uno de los ensayos a corto plazo, el fármaco demostró un efecto estadísticamente significativo, en comparación con el placebo, sobre la gravedad de la depresión.




 Los otros dos ensayos a corto plazo no cumplieron con las pruebas estadísticas preespecificadas para demostrar la efectividad”.

Es decir, en uno sólo de los análisis parece que es algo más efectivo que el placebo, la sustancia inerte con la que suelen comprarse los nuevos fármacos, y en tres no demuestra su efectividad.

En el ensayo para comprobar su efectividad a largo plazo, los enfermos en remisión estable o con respuesta estable que continuaron el tratamiento con Spravato, más un antidepresivo oral, experimentaron un tiempo significativamente mayor para la recaída de los síntomas depresivos, en comparación con los pacientes que recibieron placebo en aerosol nasal más un antidepresivo oral.

Habrá que tomar con cautela esos anuncios sobre su efectividad pues cuando se anunció la entrada al mercado de antidepresivos como Prozac o Paxil su efectividad fue “enormemente exagerada”. Esto suele ser un ritual más del marketing de los nuevos tratamientos. Los resultados de los ensayos de la esketamina en spray han sido pagados y realizados por Janssen.

Se da la circunstancia de que el grupo de los fármacos antidepresivos está muy señalado por su baja efectividad. Los estudios controlados y aleatorizados muestran que los antidepresivos en el trastorno depresivo mayor son apenas superiores al placebo.

Así que lo mismo las autoridades sanitarias estadounidenses, tan proclives a aprobar cualquier tratamiento que tenga una eficacia un poquito mejor que la de un placebo (osea la nada), han dado su visto bueno a Spravato porque el ámbito de los antidepresivos es deprimente.

Sin embargo, como cuentan esos estudiosos, en la práctica los medicamentos antidepresivos son el principal recurso clínico, vaya que pese a su poca utilidad se recetan mucho. Si fracasa un primer intento con alguno de esos productos pues se cambia de marca o de dosis o se combinan varios principios activos.

Como argumentan en ese trabajo, publicado en la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría:

El STAR*D es el estudio más amplio y de mayor duración (siete años) realizado nunca con objeto de evaluar el tratamiento de la depresión. Un estudio probablemente ‘irrepetible en una generación’, con un coste de más de 35 millones de dólares.

Muestra que las recomendaciones y las prácticas dominantes de su época en el manejo de los AD, similares a las actuales, no están basadas en pruebas, ni siquiera procedentes ‘del mundo real’. No puede, de ninguna manera, reivindicarse como el estándar de atención para la práctica psiquiátrica”.

La cifra total de remisión de las depresiones a los doce meses de seguimiento fue del 2,7% según uno de los principales estudios sobre ello.

Aún así, las principales guías clínicas que manejan los médicos siguen recomendando el modelo de tratamiento con antidepresivos en fases, como cuentan los investigadores de ese enlace.

Lo has entendido bien y cabe preguntarse si no estamos ante un nuevo caso de pseudociencia institucionalizada porque se recetan medicamentos antidepresivos sin ciencia, sin mayor efecto que el placebo, en contra del interés de los enfermos.

En la cultura de la psiquiatría basada en la evidencia, los ensayos clínicos se consideran el estándar de oro de la investigación y la mejor fuente probatoria.

Sí, pero cuando sus resultados sobre los psicofármacos no coinciden con las creencias y prácticas dominantes, es frecuente apelar a variadas excusas para justificar la práctica institucionalizada.




Este es el panorama deprimente en el que surge el nuevo fármaco para la depresión (profunda, grave). El nuevo spray nasal, por cierto, es un derivado de la famosa ketamina, un potente anestésico que también se usa de manera “recreativa”. 

 Los efectos secundarios anunciados para Spravato fueron: mareos, náuseas, sedación, vértigo, disminución de la sensibilidad o sensibilidad, ansiedad, letargo, aumento de la presión arterial, vómitos y sensación de embriaguez.

Pero hay que tener en cuenta que como pueden agravarse situaciones por su potencial sedante y su uso indebido en USA sólo se administra mediante un programa muy restringido. Sobre los efectos secundarios de la ketamina sabemos que produce alucinaciones, alteración de la atención y la memoria.

Además bradicardia, hipertensión, arritmias, depresión respiratoria leve y reacciones distónicas. Una sobredosis del fármaco puede causar aumento de la presión intracraneal e intraocular, convulsiones, insuficiencia cardiorrespiratoria, polineuropatía, trismus e hipertonía muscular.

Cuando tratamos sobre medicamentos antidepresivos no podemos olvidar que por ejemplo, la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) estuvo ocultando los riesgos de suicidio del medicamento antidepresivo Paxil durante mucho tiempo. Es bien conocida esa gravísima reacción adversas a este tipo de tratamientos que puede conducir a la muerte.



Por Miguel Jara   7 de marzo de 2019
http://www.migueljara.com/2019/03/07/farmaco-spravato-la-efectividad-de-los-tratamientos-antidepresivos-en-depresion-profunda-es-deprimente/

viernes, 18 de enero de 2019

La Sobremedicación con Fármacos Antipsicóticos multiplica por tres la Mortalidad entre los niños que los toman

El consumo de medicamentos antipsicóticos en indicaciones no autorizadas en niños y adolescentes multiplica por tres la mortalidad inesperada. Sólo en Cataluña, cada año más de 8.000 chicos y chicas reciben estos fármacos, algunos no autorizados para menores de 18 años. Todo un problema de salud pública.

Los medicamentos antipsicóticos (marcas como Risperdal, Zyprexa o Abilify) se emplean para aliviar la ansiedad grave, la esquizofrenia o el llamado trastorno bipolar. Son tratamientos, por lo general, de moderada eficacia y de numerosos y graves efectos secundarios. Cada vez están más cuestionados pero cada vez se recetan más, por paradójico que pueda parecer.

El consumo de fármacos antipsicóticos en niños y adolescentes aumenta, en particular en Estados Unidos (EE.UU.). Además y esto es muy grave, se trata de un consumo principalmente en indicaciones no autorizadas, es decir, ilegales. De ahí que sea conveniente evaluar la magnitud del riesgo de muerte súbita en esta población.

Los mismos investigadores que publicaron un estudio sobre muerte súbita en relación al consumo de antipsicóticos en adultos han examinado ahora este problema en la base de datos de Medicaid en Tennessee, en niños y adolescentes de cinco a 24 años de edad, entre 1999 y 2014.




Se realizó un estudio sobre muerte inesperada, debida a lesión externa o por suicidio, en niños y adolescentes.

La dosis de antipsicótico fue estratificada como alta o baja, según fuera superior o inferior al equivalente de 50 mg de clorpromacina.

Se incluyó en el estudio a 247.858 niños y adolescentes nuevos consumidores de psicofármacos. Se identificaron 28.377 personas tratadas con dosis bajas (edad media de 11,7 años, 32% chicas) y 30.120 (edad media de, 14,5 años; 39,2% chicas) con dosis altas, más 189.361 (edad media de 12 años, 43% chicas) que recibieron otros psicofármacos, que constituyeron el grupo control.

Más de un 60% de los componentes de los tres grupos había recibido un diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), trastorno de la conducta o de impulsividad.

Se contabilizaron los fallecimientos ocurridos fuera del hospital o en los primeros siete días de un ingreso hospitalario, durante el período de seguimiento del estudio, clasificados como debidos a lesión, suicidio o muerte inesperada.

La prevalencia de consumo de quetiapinafue de 7% en dosis bajas y de 34% en dosis altas; la del consumo de risperidona, por el contrario, fue de 66% en dosis bajas y 11% en dosis altas.

El grupo que recibió dosis altas tenía una distribución diferente de los diagnósticos de enfermedad mental, edad más avanzada, mayor prevalencia de ideación suicida y de antecedente de autolesión y mayor prevalencia de antecedente de ingreso hospitalario por enfermedad mental.

Esto es interesante conocerlo porque la tasa de mortalidad en el grupo de dosis alta fue de 40 muertes en 27.354 pacientes-año), significativamente mayor que la del grupo control que presentó 54,5 por 100.000. Esta diferencia fue principalmente atribuible a la mayor incidencia de muerte inesperada en el grupo de dosis alta, 76,8 por 100.000 y año en comparación con la del grupo control, 17,9 por 100.000 y año.


Una extrapolación de las diferencias de mortalidad indicaría unas ocho muertes inesperadas adicionales al año atribuibles a la prescripción de estos fármacos.

La mortalidad en los consumidores de dosis bajas no fue diferente de la registrada en el grupo control. Los autores concluyen que en niños y adolescentes el consumo de antipsicóticos se asocia a un aumento del riesgo de muerte inesperada, lo que confirma la necesidad de su prescripción prudente y de seguimiento del tratamiento.




En Cataluña, entre 2013 y 2018 más de 8.000 niños y niñas recibieron como mínimo una receta de un antipsicótico. La mayor densidad de consumo se registró en los chicos de 14 a 17 años. Dos terceras partes de las prescripciones fueron efectuadas por un psiquiatra y un tercio por un pediatra.

Un 30% de los chicos y un 14% de las chicas que iniciaron tratamiento con un antipsicótico entre abril y junio de 2017 habían recibido un fármaco para el TDAH en el año anterior. Un año después de la primera receta, un 78% de los que habían iniciado tratamiento seguía recibiendo un antipsicótico.

Atentos a lo que explica este psiquiatra colaborador de nuestro Bufete Almodóvar & Jarasobre la peligrosidad y poca utilidad de este grupo de tratamientos farmacológicos.

En nuestro despacho, especializado en daños provocados por tratamientos sanitarios, conseguimos hace unos años una importante sentencia judicial. El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) condenó a la Administración pública aragonesa por la exclusión educativa de un joven afectado de autismo y con discapacidad severa

La sentencia reconoce la lesión de un derecho fundamental, a la educación, por parte de la administración aragonesa.


Por Miguel Jara  18 de enero de 2019
http://www.migueljara.com/2019/01/18/la-sobremedicacion-con-farmacos-antipsicoticos-multiplica-por-tres-la-mortalidad-entre-los-ninos-que-los-toman/

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