C. G. | MADRID ABC
Cuando uno pierde a un ser querido pocas cosas hay que llenen el vacío que se siente y alivien la tristeza. Cada persona lleva el duelo como quiere o como puede, pero una ayuda de fuera nunca viene mal. Una buena opción parecen ser los masajes relajantes, ya que, según un estudio publicado por «Journal of Clinical Nursing», pueden proporcionar el consuelo necesario durante el intenso periodo de duelo.
Dieciocho personas de entre 34 y 78 años que habían perdido a un familiar, ya fuera la pareja, los padres o los hermanos, por culpa del cáncer participaron en el estudio. Nueve de ellos eligieron masajes, ocho en las manos y uno en ambas zonas.
«Los detalles sobre el estudio de masajes se incluyeron en un paquete de información proporcionada por el equipo de cuidados paliativos cuando los familiares de la gente murieron», explica la autora de la investigación, la doctora Berit S Cronfalk, de la Fundación Sjukhem Stockholms.
Los familiares se sometieron a masajes de pies o manos de 25 minutos una vez a la semana durante ocho semanas, y podían decidir si las sesiones se llevaban a cabo en el hogar, el trabajo o en el hospital.Oxitocina
«El masaje de tejido blando es suave, pero firme», asegura la doctora Cronfalk, que llevó a cabo la investigación junto con colegas del Instituto Karolinska. «Esto activa los receptores del tacto que liberan oxitocina, una hormona conocida por sus efectos positivos sobre el bienestar y la relajación». Esta hormona es conocida además por tener un papel decisivo en el enamoramiento, el orgasmo y todo lo relacionado con la afectividad.
«En este estudio los masajes de manos o de pies se hicieron con movimientos lentos, presión ligera y movimientos circulares usando aceite ligeramente perfumado con cítricos o de espino». Después, los familiares fueron invitados a relajarse otros 30 minutos.
Para chequear los beneficios de esta terapia se hizó una entrevista previa a los participantes y otra una semana después de terminar el tratamiento. Las respuestas, que han sido publicados en la edición anual de la Revista Terapia Complementaria, demostraron los considerables beneficios del programa. Entre otras cosas, los familiares aseguraron que habían encontrado el consuelo que buscaban mediante el contacto físico y la cercanía del masaje, que les ayudó a disminuir la sensación de vacío y soledad y a seguir adelante con sus vidas.
Seis meses después del estudio, 17 de los 18 participantes habían conseguido salir adelante. Sólo uno continuó con sus problemas emocionales porque murió otro ser querido.
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