Unos expertos estudiaron el impacto de diferentes factores en el envejecimiento de la piel. A participar en el experimento fueron invitados 65 pares de gemelos. Los dividieron en grupos. Cada grupo debía mostrar un tipo determinado de conducta malsana durante la estancia en la playa (fumar, consumir comida insalubre, tomar alcohol fuerte o cerveza).
Al cabo de 30 días, los sometieron al examen médico para ver cómo esa conducta se refleja en la piel de quienes que se exponen a rayos solares en la playa. El resultado fue sorprendente: los menos afectados resultaron ser los que a lo largo de 30 días tomaban una botella diaria de cerveza clara.
Los científicos llegaron a la conclusión de que bajo efectos de la radiación solar se destruyen las células claras de Largengans, las que juegan un papel importante en la protección de la piel y la formación de la respuesta inmunológica a la radiación solar. Si dichas células funcionan mal, surge el riesgo de aparecer manchas pigmentarias, arrugas y cáncer de piel. Al mismo tiempo, en la cerveza clara fue detectado un antioxidante que ayuda al sistema inmune a luchar contra las consecuencias de la radiación solar.
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