La farmacéutica británica GlaxoSmithKline cancelará una multa de $750 millones con la justicia estadounidense, por haber vendido medicamentos defectuosos producidos en una fábrica contaminada de Puerto Rico.
Cheryl Eckard, una ex empleada de la compañía farmacéutica de Gran Bretaña GlaxoSmithKline (GSK) recibirá 96 millones de dólaes de remuneración por haber informado a las autoridades estadounidenses sobre las infracciones en la producicon de algunos medicamentos.
Es la remuneración más grande en la historia de los EE. UU., al margen de la legislación sobre informantes de delitos corporativos o infracciones.
Eckard, ex gerente de control de calidad, avisó a las autoridades de los EE. UU. que la fabricación de las pastillas Glaxo en una fábrica ubicada en Puerto Rico no cumplía con los estandartes establecidos, pero fue despedida.
Ahora, GSK, una de las mayores fabricantes británicas del mundo, está acusada de producir medicamentos mal etiquetados, invertir pastillas en envases equivocados y en estado defectuoso.
Auque la investigación del caso no relevó ocasiones de prejuicio a la salud de los consumidores de medicamentos Glaxo, la empresa se reconoció culpable y cancelará los 750 millones de dólares. La suma es uno de los pagos más grandes de fabricantes farmacéuticos en los EE. UU.
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