La piel es el órgano más extenso del organismo. Y es lo que protege el organismo. Es la razón por la que los dos mil millones de células que la componen se renuevan de forma continua. 300 millones de ellas son reemplazadas cada día.
Las células son las unidades más pequeñas de la materia viva. Sus núcleos contienen el ADN, es decir nuestra mapa genético hereditario.
Si la cubrimos con crema o pintura que no deja pasar el aire o bien con productos tóxicos pasa a nuestro organismo, podemos sufrir consecuencias.
Asimismo de dentro hacia fuera, todo lo que sucede en nuestro interior se puede manifestar en al epidermis: nerviosismo, problemas metabólicos o intoxicaciones nos pueden causar granos, caspa. Pus o manchas, incluso agotamiento físico, cansancio o estrés. Nuestra piel se vuelve pálida, seca o arrugada.
Toda sustancias que entra en contacto con nuestra piel, tarda 15 minutos en llegar a la sangre. Así pues, no solo es superficial, si no que influirá en todo nuestro organismo.
Ingredientes que se utilizan para crear la cosmética:
emulgentes: unir líquido y aceites o grasas
antioxidantes: impiden el deterioro en contacto con el aire
gelificantes: textura y cremosidad
conservadores: impiden el deterioro temporal
bactericidas: desinfectan el medio para que no se formen hongos
Actualmente existen más de 6.000 componentes químicos que están permitidos y no controlados. El principal objetivo de las grandes empresas cosméticas es la maximización de beneficios, por ello están continuamente creando nuevas sustancias que cuesten cada vez menos.
No solo exponemos a nuestro cuerpo a sufrir alérgias, eczemas o asma, si no que nos arriesgamos a sufrir problemas de pigmentación, hormonales, cáncer e incluso daños genéticos a futuros bebés.
La publicidad ha creado un sinfín de etiquetas y “tecnicismos” bien sonantes pero que carecen de significado científico. Hipoalergénico (debería ser sin fragancias sintéticas pues son lo más alérgico estadísticamente de la composición de las cremas y maquillajes), sistema de purificación celular, por ejemplo: que se utilizan únicamente para atraer, mediante la publicidad un público fiel.
La trampa
Teniendo en cuenta que el objetivo de las grandes marcas de cosmética están por maximizar beneficio y minimizar la inversión, optan por la creación de sustancias químicas que no son beneficiosas para la piel, todo lo contrario.
Agentes químicos que hinchan la piel haciendo desaparecer pequeñas arrugas, a largo plazo las células se expanden y el tejido decae, adopta flacidez y reaccionamos poniéndonos más producto, porque ya no podemos vivir sin él.
Agentes que decoloran como el “ammonium” nos pueden crear un efecto óptico de piel joven y fresca cuando en realidad las disfunciones en la pigmentación ayudan a la creación de pequeñas heridas y fotosensibilización aguda.
Agentes que aparentan hidratación como los aceites minerales, bloquean la barrera natural de la epidermis, resecando y en consecuencia ayudando a agrietarse. Solo es un aparente efecto hidratante, creando problemas de acné, irritación crónica o alergias.
Identificar los ingredientes
El INCI es la Nomenclatura internacional de ingredientes en la cosmética, regulada por la FDA Food and Drug Administration y la CTFA Cosmetic, Toiletry y Fragrance Association, que determinaron que los ingredientes deben figurar y el de más cantidad en primer lugar y el de menos en último lugar. Lo que suele pasar es que en último lugar ponen el súper ingrediente natural y la publicidad se la hacen a éste último siendo el componente de menor porcentaje.
Ingredientes de lo más peligroso
1. Lauril Sulfato de Sodio. Usado como agente limpiador para hacer los productos espumosos y burbujeantes, es un contaminante que puede causar cáncer. Búscalo en las etiquetas también como Sulfato de Sodio Laureth.
2. Triclosán. Utilizado principalmente en desodorantes, antitranspirantes, limpiadores, antibacteriales y desinfectantes de manos, se sospecha que interfiere con las funciones hormonales.
3. Formaldehídos. Usados como conservadores en cosméticos, son tóxicos y se han reconocido como carcinógenos. Búscalos como DMDM Hidantoína, Diazolidinil Urea, Urea Imidazolidinil, Metenamina, Quarternium 15 e Hidroximetilglicinato de Sodio.
4. Parabenos. Son ampliamente utilizados como conservadores en cosméticos. Se sospecha que interfieren en las funciones hormonales. Busca ingredientes que terminen en “parabeno” como Metilparabeno.
5. Compuestos de Polietilenglicol (PEG). Son ampliamente utilizados en los cosméticos de bases cremosas. Pueden interferir en tu desarrollo físico y dañar el sistema nervioso. Busca ingredientes con las letras “etil” o “glicol”.
6. Butilhidroxianisol (BHA) y Butilhidroxitolueno (BHT). Son conservadores y antioxidantes utilizados principalmente en maquillajes y cremas humectantes. El BHA es tóxico para el sistema inmunológico y un posible carcinógeno. El BHT puede ser tóxico para el sistema inmunológico, piel, pulmones e hígado. Ambas sustancias pueden causar reacciones alérgicas, interferir con las funciones hormonales y favorecer el crecimiento de tumores.
7. Pfenilendiamina. Son colorantes usados en tintes para el cabello y aparecen en la etiqueta del producto como colores “CI” seguidos de un número de cinco dígitos. Se ha demostrado que estos alquitranes de carbón son cancerígenos.
8. Dietanolamina (DEA, MEA o TEA). Son químicos utilizados para hacer los productos más cremosos o espumosos. La DEA y sus compuestos irritan la piel y ojos, pueden ser tóxicos para los sistemas inmunitario y nervioso, y pueden reaccionar con otros ingredientes de los cosméticos formando tóxicos cancerígenos.
9. Ftalato de Dibutilo. Usado principalmente en productos para uñas y en perfumes, en experimentos de laboratorio se ha demostrado que aunque no es un cancerígeno por sí solo, sí puede aumentar la capacidad de otros químicos de causar mutaciones genéticas e interferir con la función de las hormonas causando problemas reproductivos y de desarrollo.
10. Siloxanos. Usados en los cosméticos para suavizarlos, ablandarlos y humedecerlos, se sospecha que interfieren con las funciones hormonales y causan toxicidad en el hígado. Búscalos como Ciclometicona e ingredientes que terminan en “siloxano” como Cyclotetrasiloxano.
La alternativa Sana es localizar productos naturales y ecológicos que cumplan con la normativa vigente en sellos de certificación.
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Fuente: http://www.ecotendencia.com / noticias positivas
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