La Cruzada contra el hambre, que afecta a más de 10 millones de mexicanos, particularmente niños, es la mayor apuesta del presidente Enrique Peña Nieto para mejorar su imagen pública; sin embargo la participación de empresas transnacionales preocupa a expertos de organizaciones no gubernamentales que ven en peligro la soberanía alimentaria.
La Secretaría de Desarrollo Social dio a conocer la participación de empresas transnacionales de alimentos, como Pepsi y Nestlé en el programa gubernamental mexicano contra el hambre.
La supuesta ayuda de empresas transnacionales como Wall Mart, preocupa a la sociedad por sus antecedentes probados de corrupción, y porque esto les evita impuestos que podrían ser directamente aplicados a la producción de alimentos.
El Gobierno de México informó que las aportaciones en efectivo de los particulares, serán recogidas a partir del programa empresarial, Un Kilo de Ayuda. Esta es una iniciativa del colectivo Gente Nueva fundado con el apoyo de los Legionarios de Cristo, una organización ligada a la corrupción y a la propiedad de universidades privadas donde se cobran colegiaturas de miles de dólares sin pagar impuestos. En cambio, son ignorados los estudios de universidades públicas y agrícolas.
Ésta galleta elaborada con avena importada tiene un costo por paquete de aproximadamente setentaicinco centavos de dólar, en cambio esto es amaranto, una semilla que crece abundantemente en México y el precio de éste paquete es de aproximadamente treintaicinco centavos de dólar. El Gobierno Federal Mexicano ha preferido lo importado a lo nacional para resolver el problema del hambre en nuestro país.
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