¡Regula tus hormonas de forma natural!

No te creas que los cambios hormonales ocurren solo durante la pubertad, la menstruación, el embarazo o la menopausia. Puedes estar experimentándolos justo ahora, aunque no estés pasando por ninguna de estas etapas. ¿Por qué? Los factores son muchos: una dieta pobre, muy poco o mucho ejercicio, estrés, falta de sueño, uso de pastillas anticonceptivas...

Como ves, los desequilibrios hormonales son mucho más comunes de lo que parecen. Por eso es que vamos a mostrarte los mejores atajos naturales para afrontarlos.

#1 Omega 3

Los ácidos grasos omega 3 destacan por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estas son, precisamente, las que alivian los calambres menstruales y los síntomas de la menopausia. Ten presente que entre las mejores fuentes de omega 3 se encuentra el salmón, las semillas de chía y las nueces. Así que, ¡ya sabes qué hacer ante cualquiera de estos malestares!

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#2 Raíz de maca

Esta planta nativa del Perú es muy beneficiosa para regular la producción hormonal, revertir el hipotiroidismo, favorecer la fertilidad y potenciar el deseo sexual. Además, constituye un alimento súper nutritivo, en tanto aporta calcio, potasio, magnesio, hierro, zinc, proteínas y fibra.

Para disfrutar de todos estos beneficios, lo único que debes hacer es mezclar 1/4 cucharadita de polvo de raíz de maca con agua, yogur, té o la bebida que más te apetezca y saborear esta preparación a diario por un par de meses. La idea es que vayas incrementando la ingesta de raíz de maca de forma gradual hasta que llegues a las 2 cucharaditas diarias.

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#3 Sauzgatillo

Esta planta de nombre extraño, también conocida como vitex, representa uno de los más grandes tónicos hormonales para la mujer. ¿La razón? Una vez en el cuerpo, estimula a la glándula pituitaria y así restaura el equilibrio entre estrógenos y progesterona. Este efecto hace que el sauzgatillo sea ideal para tratar el síndrome premenstrual, regular la ovulación y promover la fertilidad.

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#4 Vitamina D

Al igual que el sauzgatillo, la vitamina D incide sobre el funcionamiento de la glándula pituitaria. Por ello, su ingesta es muy recomendada para aliviar los síntomas de todas aquellas condiciones que se asocian a una deficiencia de estrógenos. 

¿Cómo puedes conseguir esta vitamina? 

Tomando sol (con protección, claro está) y consumiendo alimentos como el pescado, la leche y los huevos.

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#5 Ejercicio

¿No te esperabas este ítem en esta lista? Pero, ¡aquí está! Y es que la actividad física reduce los niveles de cortisol, la “hormona del estrés”, que suele bloquear la producción de estrógenos y es bien perjudicial para tu salud en general.

 El ejercicio, además, impulsa la producción de químicos que mejoran el ánimo. Esto es particularmente importante si tenemos en cuenta que los cambios bruscos de humor son una de las principales consecuencias de los desequilibrios hormonales.

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