El premio Nobel de Medicina en 1993, Richard J. Roberts, ha criticado que las farmacéuticas están más pendientes de “hacer negocio” que de encontrar “la curación” a las enfermedades.
Así lo ha indicado Roberts en una rueda de prensa con motivo de la reunión del jurado de los Premios Rey Jaime I, a preguntas de los medios de comunicación sobre si cree que las farmacéuticas tienen una visión más empresarial que de curación de las personas.
A su juicio, esta situación no cree que pueda solucionarse porque en un sistema capitalista “hay que esperar negocio y buscar las ganancias cuando hay necesidades”. Por ello, ha indicado que el cambio podría llegar a materializarse con investigación y apoyo de los gobiernos.
Respecto a la medicación de los pacientes “de por vida”, el experto ha indicado que ese modelo tienen que “cambiar” y se debe de buscar la individualización en los tratamientos. Además, ha incidido en el papel activo de la población para cambiar la situación de los pacientes.
En este sentido, ha puesto como ejemplo el caso de los grupos de enfermos de SIDA, quienes se manifestaron para conseguir presionar a los gobiernos para invertir en sus necesidades, ha recordado.
Por otra parte, ha defendido que los alimentos transgénicos son “menos peligrosos” y son “más seguros” que cualquier producto que nace de la propia naturaleza o de los animales ya que, según ha sostenido, en el proceso de cruce de los alimentos se selecciona las mejores características de cada uno.
Además, ha insistido que todos los alimentos que la sociedad come han sido “de algún modo modificados”, por lo que ha defendido que con las técnicas actuales, los productos que salen de los laboratorios son “menos peligrosos”.
Asimismo, ha insistido en la necesidad de este tipo de productos para poder alimentar a la población mundial. “¿Cuantos niños tienen que morir antes de que se deje de criminalizar los productos transgénicos?”, se ha preguntado Roberts.
A este respecto, ha indicado que mientras que en Europa los países gozan de “suficiente comida” en otras zonas del mundo la situación es de “escasez” por lo que este tipo de técnicas podrían solucionar parte de los problemas.
Por otra parte, ha reivindicado la importancia del mecenazgo y la investigación en el campo científico y ha criticado que los gobiernos no la promocionan ni incentivan “en el modo que debería de ser”.
“El desarrollo científico importan, pero estamos en un punto en el que los gobiernos no apoyan lo suficiente y por eso el papel tan importante del mecenazgo”, ha recalcado. No obstante, ha matizado que en ocasiones este apoyo gubernamental puede acarrear problemas como los intereses políticos y “de su propia agenda” que no están en sintonía con “o que necesita la población”.
El premio Nobel de Medicina 2011, Jules Hoffmann.
Por otra parte, el galardonado con este premio en 2011, Jules Hoffman, ha criticado la corriente actual en contra de la vacunación de los niños y ha señalado que no hacerlo es “un crimen”. “El movimiento en contra de la vacunación es un crimen porque los efectos contrarios son mínimos y los beneficios indudables”, ha defendido.
Ha subrayado que más de 1500 millones de vidas han sido salvadas gracias a los efectos de las vacunas y, aunque ha admitido que pude existir algún defecto en la mismas, como en el caso de la de la tuberculosis, ha sostenido que se trata de casos “raros” y que afectan a uno de cada mil vacunados.
Preguntado por la lucha contra el Cáncer, Hoffman ha destacado que “estamos en un momento importante” por los descubrimientos que salieron a la luz hace “pocos meses”. En este sentido, ha indicado que existen tratamientos “muy prometedores” en los que se utilizan anticuerpos humanos para bloquear las células cancerígenas.
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Por Hispan TV
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