Fibromialgia: las ventajas de un estilo de vida saludable

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De acuerdo con las últimas recomendaciones de la Liga Europea contra el Reumatismo, el mejor tratamiento contra la fibromialgia es un enfoque multidisciplinario que combine tratamientos farmacológicos y no farmacológicos de acuerdo a la intensidad del dolor y otros síntomas como depresión, fatiga y trastornos del sueño. 

Los pacientes deben intervenir activamente en la elección del tratamiento. Como con la mayoría de las enfermedades crónicas, respetar buenos hábitos de vida es fundamental.

Mantener la actividad física

La actividad física regular también beneficia a quienes sufren de fibromialgia. Si bien en este caso la tendencia natural es la de limitar la actividad física, el ejercicio y un programa de reacondicionamiento físico que vayan aumentando gradualmente en tiempo e intensidad producen alivio y disminución de los síntomas dolorosos. Se recomiendan estos ejercicios:

Caminar a paso rápido (dos veces por semana);

Estiramientos (30 minutos al día);

Ejercicios de yoga y respiración (respiraciones profundas de dos a tres veces al día);

Tomar duchas calientes para relajar los espasmos musculares.

Hay que tratar de no superar los propios límites, los cuales fluctúan al igual que los síntomas. Es aconsejable planear y fraccionar el esfuerzo. En todos los casos se debe crear un programa apropiado y realista que se pueda mantener a largo plazo.

Vigilar la calidad del sueño

Los trastornos del sueño son un componente importante de la fibromialgia, por lo que el paciente debe aprender a manejar sus periodos de descanso:

Fraccionar los esfuerzos y planificar siestas cortas, de 15 minutos como máximo;

Organizar el cuarto para que favorezca el descanso;

Acostarse antes de las 23 hs.

El cumplimiento de estas recomendaciones ayudará a evitar o reducir la necesidad de recurrir a tranquilizantes (benzodiacepinas), hipnóticos o sedantes.

¡Tratar de relajarse!

El impacto de la fibromialgia en el organismo, como dolores o trastornos del sueño, tienden a inducir comportamientos negativos en los pacientes: replegarse en sí mismos, pasar más tiempo en la cama, depresión… 

Para evitar entrar en esta espiral descendente es necesario planear y establecer tiempos para distenderse. Los CD de relajación pueden ayudar a este fin.

Nutrición: ¿Una influencia real?

Aunque es difícil establecer con certeza la eficacia de un cambio de dieta, se suele recomendar a los pacientes:

Ingerir más frutas y verduras para aumentar la aportación de antioxidantes;

Evitar los estimulantes como café, té o alcohol.

Buscar apoyo. ¡La enfermedad es real!

Demasiado a menudo se describe a la persona que sufre de fibromialgia como hipocondríaca. De esta manera los enfermos sufren doblemente: debido a los síntomas y al cuestionamiento de su dolor. A este respecto, el reconocimiento de la enfermedad por parte del entorno ayuda considerablemente a la curación. 

Por lo tanto, es fundamental que los familiares y las personas cercanas tengan acceso a buena información. Una buena idea es invitarlos a leer el dosier fibromialgia de Doctissimo.

Las asociaciones brindan apoyo y escucha y pueden ayudar a responder las preguntas que se hacen los enfermos y las personas que los rodean. 

Por último, hay que recordar que la fibromialgia es una enfermedad temporal. Sin embargo, su duración puede variar de pocos meses hasta 20 años.

D. Bême

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