Vive Sana: La dieta (verde) que te quita las ganas de fumar

jueves, 3 de septiembre de 2015

La dieta (verde) que te quita las ganas de fumar

Ni chicles, ni parches, ni acupuntura. Lo último para dejar de fumar (o al menos intentarlo) es comer sano.

(Foto: Thinkstock Photos/ Getty Images)

Dejar el tabaco no es fácil, pero por intentarlo que no queda. Si ya lo has probado todo sin obtener resultados positivos y/o perdurables en el tiempo, no tienes nada que perder. Quizás ésta vez sea la definitiva.

Según un estudio, el consumo de frutas y hortalizas podría crear menor dependencia a la nicotina.

Publicado en la revista Nicotine and Tobacco Research, tras realizar una encuesta a 1.000 fumadores estadounidenses de más de 25 años de edad durante un plazo de 14 meses, la investigación concluye que los fumadores que incorporan estos alimentos a su dieta tienen más probabilidades de decir “no”

al tabaco que los que apenas las toman.

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Se ha comprobado que la ingesta de frutas, verduras y hortalizas ricas en vitamina C, vitamina A, zinc y selenio pueden ayudar a mejorar la salud general del fumador.

Por otro lado, al contener gran cantidad de fibra, las frutas y verduras sacian y calman la ansiedad que te empuja a fumar un cigarro tras otro como única vía de escape.

Los expertos afirman que estos alimentos no realzan el sabor de los cigarrillos, como ocurre con la cafeína, la carne o el alcohol; sino que causan justo el efecto contrario.

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Según la Universidad de Durkeim, algunos alimentos empeoran el sabor del cigarrillo, como las frutas, las hortalizas o los productos lácteos.

Por el contrario, consumir abundante carne, alcohol o café produce el efecto contrario, realza su sabor, haciendo más atractivo el hábito de fumar. Este estudio demuestra, pues, que el hábito de fumar parece estar reforzado por el consumo habitual de ciertos alimentos que potencian su sabor.

Investigaciones previas señalan que los que fuman menos o no suelen fumar consumen más frutas y vegetales. Pero ahora sabemos que las frutas y hortalizas condicionan ese vínculo con el tabaquismo, y no a la inversa.

Se ha demostrado que los componentes antioxidantes de las frutas y verduras ayudan al organismo a liberarse de la nicotina que se ha acumulado a lo largo de los años.

De manera que tomar una mayor cantidad de frutas y verduras reduciría el deseo de fumar y, por tanto, la cantidad de cigarrillos que se consumen diariamente.

Llevar una alimentación adecuada es absolutamente necesario para superar el estrés o la ansiedad que ocasiona dejar el tabaco, y a su vez, esta dieta equilibrada contribuye a reducir los kilos (entre 3 y 5) que se suelen coger al dejar de fumar.

“Con pequeñas modificaciones en la dieta, consumiendo productos que empeoran el sabor del cigarrillo, como la leche o un vaso de agua fría, y evitando los que realzan su sabor, como la cerveza, los fumadores podrían dejar de fumar mucho más rápida y fácilmente”, afirma el Dr. Joseph McClernon, del Centro Médico de la Universidad de Duke, en Durham.

La clave para acertar está en la elección de la materia prima. Déjate guiar por tus sentidos a la hora de comprar y escoge alimentos de color naranja, rojizo o amarillo (ricos en carotenos y beta-carotenos) como pimientos, zanahoria, berro, calabaza, tomate, naranjas, pomelos, higos, patatas, espinacas, berengenas…

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Al dejar el tabaco mejoran (mucho) los sentidos del gusto y del olfato. Por eso notarás que las comidas pasan a tener mejor sabor y aroma, lo cual despertará tu apetito. ¡Ahí está el peligro! No sólo comerás más, lo harás con más ganas.

Es probable que te apetezcan otro tipo de alimentos más contundentes, con sabores fuertes y más calóricos; por eso tienes que aprender a elegir bien lo que metes en el carro de la compra, lo que cocinas y lo que pones en el plato.

Para evitar tentaciones es mejor que revises la nevera y te deshagas de todos los productos azucarados e hipercalóricos; sustitúyelos por frutas y verduras.

Así cuando te pique el gusanillo tendrás a mano tentempiés sanos y bajos en calorías que además te aportarán vitaminas y fibra.

(Foto: Getty Images)

Incluye en tus menús las siguientes verduras frescas o congeladas: espinacas, acelgas, tomates, puerros, brócoli, judías verdes y guisantes. Entre las legumbres, da preferencia a las lentejas y los garbanzos.

Si quieres pescado (fresco o congelado) opta por la merluza, el lenguado o el bacalao. La carne más adecuada es la de pollo, conejo o pavo.

Ten a mano frutas y verduras fáciles de comer y muy eficaces para combatir el apetito y la ansiedad como el apio, los espárragos fresco, peras y las manzanas.

Es importante que bebas más agua de lo habitual, para hacerlo de manera natural prepara sopas, purés e infusiones hechas con alimentos diuréticos e intenta tomar zumos naturales.

Mónica de Haro