La conocida como función endotelial normal ha sido identificada como integrante de la salud cardiovascular. El endotelio está idealmente posicionado para responder a los cambios hemodinámicas y mantener la homeostasis sanguínea.
Originalmente considerado como una capa de células inertes y pasivas que solo recubrían los vasos sanguíneos formándole una cubierta protectora, el endotelio es ahora considerado como un importante órgano endócrino capaz de producir y responder a una serie de estímulos físicos y químicos reconociéndosele además propiedades antiaterogénicas que incluyen la inhibición del crecimiento y proliferación celular, reducción de la adhesión plaquetaria y leucocitaria a la pared del vaso, propiedades antitrombóticas y fibrinolíticas.
La pérdida de estos atributos protectores debido a la disfunción endotelial contribuye a la fisiopatogenia de la enfermedad ateroesclerótica y la mortalidad cardiovascular.
La pérdida de estos atributos protectores debido a la disfunción endotelial contribuye a la fisiopatogenia de la enfermedad ateroesclerótica y la mortalidad cardiovascular.
El endotelio produce numerosos componentes que regulan el tono vascular, siendo el óxido nítrico el vasodilatador principal. Es probablemente el más importante y mejor caracterizado mediador del endotelio, y su función vasodilatadora intrínseca es comúnmente usada como índice sucedáneo de la función endotelial. La función endotelial normal es indispensable para la correcta regulación del tono vascular.
Los frutos secos son alimentos naturales ricos en ácidos grasos insaturados. La mayoría de frutos secos contienen cantidades importantes de ácidos grasos monoinsaturados, mientras que las nueces son particularmente ricas en ácidos grasos poliinsaturados de la serie omega-6 y omega-3. Las grasas saludables en los frutos secos contribuyen a los efectos beneficiosos de su consumo frecuente observados en estudios epidemiológicos.
Sin embargo, los frutos secos son alimentos complejos que también contienen otros compuestos bioactivos con propiedades potencialmente saludables: macronutrientes, como proteínas vegetales y fibra; micronutrientes, como potasio, calcio, magnesio, tocoferoles (vitamina E), fitoquímicos como fitoesteroles y compuestos fenólicos. Los frutos secos podrían tener un efecto beneficioso sobre la reactividad vascular y los fenómenos íntimamente asociados con estrés oxidativo e inflamación.
Si bien en los estudios clínicos con frutos secos estos marcadores de daño vascular se han investigado mucho menos que los efectos en el perfil lipídico, existen evidencias crecientes de que la ingesta habitual de estos alimentos influye favorablemente en el riesgo cardiovascular más allá de la reducción de colesterol.
Los frutos secos son fuentes importantes de antioxidantes del tipo de los tocoferoles y compuestos fenólicos con un claro efecto de protección de la oxidación de las partículas de lipoproteínas de baja densidad (LDL), comprobado en experimentos in vitro. Es importante señalar que en todos los frutos secos la mayor cantidad de antioxidantes se localiza en la cutícula externa, por lo que es conveniente ingerirlos crudos y con la piel. En conclusión, las evidencias actuales sugieren que, independientemente de la clase de fruto seco, su consumo tiene un efecto neutro o moderadamente beneficioso en el estado oxidativo del organismo.
Aunque por ahora no se han publicado estudios de reactividad vascular tras el consumo de frutos secos distintos de las nueces, es previsible que también muestren efectos beneficiosos, ya que todos los frutos secos contienen cantidades importantes de moléculas capaces de influir positivamente en la función endotelial, como los antioxidantes y L-arginina
http://www.blogdefarmacia.com/la-funcion-endotelial-influye-la-ingesta-frutos-secos/
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