La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) ha difundido el Primer informe sobre fallecidos a causa de las pseudoterapias en España una de cuyas conclusiones es que, lo que ellos llaman pseudoterapias, matan a entre 1.210 y 1.460.
Pero estas cifras no pueden probarse y además sólo son una parte de las cientos de miles de fallecimientos por intervenciones y tratamientos sanitarios, lo que se obvia.
He leído dicho informe que se inserta en la campaña de desprestigio con intenciones de abolición de todo lo que huela a diferente en el ámbito sanitario que impulsan las sectas pseudocientíficas o cientifistas (que anteponen su visión de la ciencia por delante de los intereses sociales) en España.
El trabajo se centra sólo en lo que esos grupos fundamentalistas consideran pseudoterapias obviando por sistema los daños que provocan los sistemas sanitarios convencionales. Éstos se han convertido en los países más avanzados en la tercera causa de muerte.
Pero ese tipo de pseudociencia que mata la Medicina y a las personas en número de unas 200.000 sólo en Estados Unidos cada año y otras 197.000 en Europa, no es la que protagoniza el texto de la APETP.
El informe también tiene serios problemas. Es evidente, pero no lo escribo yo, lo publican desde Xataca en un post que, con escepticismo (supuesta ideología de quienes impulsan el citado informe), hacen la siguiente crítica:
Sobre todo [los serios problemas], en la estimación de fallecidos. Y no es que los autores no lo sepan. Casi al contrario, son plenamente conscientes de las limitaciones del trabajo (y lo dejan por escrito reiteradamente). Da la sensación de que la búsqueda de una cifra que llevar a los titulares les han llevado a concretar unos números que podrán ser verosímiles, pero no sabemos si son veraces“.
Si hay un mantra que repiten los pseudescépticos o cientifistas es que todo ha de basarse en la “evidencia científica” pero presentan un informe (que ha sugerido muchos titulares) sin pruebas, sin evidencias. Parece una contradicción ¿verdad?
A riesgo de repetirme, vuelvo a escribir: ¿quién no está de acuerdo en que haya pseudoterapias y en que sean malas, un timo o un fraude?
Y estoy al 100% con la definición que ofrecen los ministerios de Sanidad y Ciencia en su “Plan para la protección de la salud frente a las pseudoterapias” (cortado con el mismo patrón porque en él han influido estas sectas cientifistas):
Se considera pseudoterapia a la sustancia, producto, actividad o servicio con pretendida finalidad sanitaria que no tenga soporte en el conocimiento científico ni evidencia científica que avale su eficacia y su seguridad”.
¿Podríamos escribir entonces que ese informe es en realidad un pseudoinforme, no?
Sin embargo hay cosas en las que estoy de acuerdo. Dicen sus autores:
Toda intervención sobre la salud puede arrojar efectos secundarios y es algo que se tiene que valorar haciendo un análisis de riesgo y beneficio.
Es decir, las posibilidades por morir a causa de un tratamiento —sea real y basado en la medicina, o una pseudoterapia carente de efectividad terapéutica— existen. El problema en el segundo caso, es decir, en los tratamientos pseudocientíficos, es que no existen posibilidades de curación real”.
Pues eso, critiquemos TODA pseudociencia y pseudoterapia, no sólo una mínima parte.
Los datos recogidos por la prensa y la literatura científica, y teniendo en cuenta los más de 2.500 reportes recibidos por la APETP y otras asociaciones similares durante 2018, solo serían la punta del iceberg de un problema que, en realidad, es mucho más profundo y dejaría más muertos”, argumentan.
Con todos mis respetos por el sufrimiento de las personas y de las familias de quienes fallecen por tratamientos sanitarios (cuya investigación de los mismos me trajo a donde estoy hace ya 17 años), las cifras de fallecimientos presentadas de manera interesada por la APETP además de no poder verificarse son “anecdóticas” en el cómputo total de la verdadera epidemia de iatrogenia que vive la humanidad.
Por lo tanto, centrarse en ello, como se pretende con el informe, es manipular.
Esos 2.500 reportes, no se sabe bien de qué pues no se especifica, están por ejemplo, muy lejos de los recibidos a lo largo de 2018 por presuntas negligencias médico-sanitarias en la Asociación el Defensor del Paciente.
Esta entidad independiente dirigida por Carmen Flores, madre de un chico que murió tras repetidas negligencias sanitarias, ha recibido el año pasado un total de 14.335 casos (352 más que en 2017), de los cuales 810 han sido con resultado de muerte (29 más que en 2017). Sólo en España.
Las “pseudoterapias” que no le gustan a los autores del informe matan, según ellos y en todo el mundo, a entre 1.210 y 1.460 personas.
No dudo que haya estafas sanitarias (de hecho he denunciado tantas…), ni que haya terapias sospechosas, ni que pueda haber muertes por terapias no convencionales u oficiales, pero fijaros qué manera de desviar el foco de atención.
Insisto que tratamos de personas no de cifras y no pretendo que parezca esto una guerra de datos pero es deshonesto argumentar que hay muchas posibles muertes provocadas por unas terapias olvidando que los sistemas sanitarios, como están funcionando, son un problema de salud pública (y en parte, en parte, la gente que recurre a otro tipo de interpretaciones de la medicina lo hace por ello).
Creo que seguimos en una narrativa falsa y manipuladora por la que existiría un medicina que se considera “científica” y una serie de terapias que unos llaman complementarias, otros alternativas y hay quienes le dicen no convencionales. Éstas son las que se consideran “pseudoterapias” sin más cuestionamientos y ahora son las que matan…
Ha habido varias cosas que me han llamado la atención de ese primer informe pero hay una que me parece especialmente contradictoria. Hemos escuchado muchas veces que la homeopatía no tiene efectividad, que es placebo, que sólo es agua y azúcar.
Incluso hay quienes han intentado “popularizar” los “suicidios homeopáticos” ingiriendo muchas pastillas de homeopatía para demostrar, siempre según ellos, que esa medicina no funciona.
Bueno, pues resulta que en el informe de la APETP se recogen casos de personas que han muerto tras tomar medicamentos homeopáticos.
No tengo apenas conocimientos sobre homeopatía pero parece contradictorio decir que la homeopatía mata al tiempo que se indica que no tiene efecto alguno, que es como placebo. ¿En qué quedamos en que mata o en que no sirve para nada?
No sé yo, pero se me ocurre aconsejar a los redactores del informe de la APETP y su colaboradores que hagan los experimentos con gaseosa por si acaso, no se trata de engordar de manera artificial las cifras para el informe del próximo año. Se supone que con todo esto queremos generar debates, no más sufrimiento ¿verdad?
En fin, por si alguien no se había dado cuenta aún, este informe es parte de la campaña mediática que inició hace tiempo el escepticismo cientifista para intentar acabar con todo lo que no tiene la evidencia científica que ellos desean pero que ni siquiera muestran en sus críticas.
Por Miguel Jara 22 de enero de 2019
https://actualidad.rt.com/actualidad/302867-truco-evitar-comida-saludable-olerla
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