Está demostrado. Tomar sardinas en lata en aceite de oliva es de los alimentos más completos y saludables, baratos y cómodos del mundo. Y que sepáis que nosotros explotamos este producto como los mejores, merecía la pena pues rendir un discreto homenaje a tal suculencia ahora que además se está investigando en serio que las carencias de vitamina D deterioran el sistema inmunológico del ser humano.
Algo que falta aún por puntualizar, pero que está conduciendo a los científicos por otros caminos hacia el antídoto natural contra el resfriado común, al menos igual de efectivo que la vitamina C.
Y es que en este producto se uniría la alta proporción de vitamina D existente en el pescado azul, la gran dosis de calcio de la espina, las sales minerales propias de esta proteína de alta gama (fósforo, yodo, sodio etc), las grasas omega-3 y el ácido oléico tan beneficioso para nuestra salud. Por último las propiedades innatas del aceite de oliva, aderezo importante a la hora de adquirir este alimento en la tienda.
Dicen además que si esta maravilla la añadís a una improvisada ensalada repleta de tomate fresco y la aliñamos en vez de con vinagre con limón (y sin apenas sal), completaríamos las necesidades diarias más básicas del ser humano, es decir, ingeriríamos casi todas las vitaminas importantes (C, B, A, K, D, E) y la asimilación de un buen número de ácidos grasos poliinsaturados e hidratos de carbono propios del pescado azul y el aceite de oliva. También las maravillas propias del tomate como los bioflavonoides (Vitamina P) o el famoso Licopeno (pigmento rojo) etc.
Y si lo acompañamos con algo de vino tinto, algo de pan integral y una pieza de fruta, y comiendo siempre en una justa cantidad, tendríamos además un aporte correcto de fibras, azúcares y líquidos que completarían la totalidad de las necesidades primarias de la pirámide alimenticia mediterránea. Por tanto, y sin retocar mucho esta improvisada receta, tendríamos en la mesa una de las soluciones más económicas para poder ayudar a nuestro cuerpo a mejorar su estado de salud. Además, sólo por lo cómodas que son esta sardinas en lata, son el más rápido fast food mediterráneo que creemos que existe en nuestra gastronomía.
Nosotros disfrutamos mucho de ellas desgrasadas en bocadillo con un buen tomate raf. Ideal la preparación de las mismas como aperitivo, si éstas son sardinillas. Ponéis en un palillo, una rodaja de un huevo cocido, una sardinita y un mejillón en escabeche sobre un pan tostado con alli oli. También podéis comerlas en una cuchara sobre el zumo de dos olorosos tomates cherry, piparra picada, cebolla pochada y con una reducción de módena por encima y aceite de perejil. O ponerlas sobre el clásico pisto para coronar la faena. O comerlas en una rica escalivada. O acompañando a unos pimientos del padrón.
Pese a todas estas ventajas, este pescado también presenta un inconveniente para la salud en el caso de quienes padecen hiperuricemia o gota debido a su contenido en purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico.
Lo que está claro es que desde que el americano Frank E Booth prensara la primera lata en 1895 (Old Cannery Row), no ha habido alimento más cómodo, más completo, más sano y más económico que éste ¿alguien da más?.
Fuente: MercadoCalabajio.com / salood
http://vivesana.blogspot.com/2011/09/las-maravillosas-sardinas-en-lata.html
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