En los años 60 el psicólogo estadounidense Paul Ekman descubrió las microexpresiones, unos movimientos faciales que duran sólo un cuarto de segundo, y que muestran nuestro estado emocional.
A través del Sistema de Codificación de las Acciones Faciales de Ekman se puede aprender a reconocer estas microexpresiones.
La policía y los jueces lo emplean para detectar mentiras. Incluso hay políticos que también estudian sus expresiones.
Otras líneas de trabajo, como la Morfopsicología son de gran interés en este campo.
Según explica Julián Gabarre, uno de los máximos exponentes de esta disciplina: “la Morfopsicología es una ciencia clínica, humana, que estudia de manera muy precisa, el carácter, el modo de conocer y comprender a las personas, sus actitudes y aptitudes por medio de la observación del rostro y los elementos que lo componen. Se basa en un paciente trabajo de observación que de manera sintética cubre tres campos: la biología, la fisiología y la psicología”.
Si te interesa saber más sobre la Morfopsicología y el lenguaje del rostro, te recomiendo que leas el libro “El rostro y la personalidad – Rostro, cerebro y conducta”. Escrito por Julián Gabarre. Ediciones Flumen.
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