Existe mucha evidencia sobre los riesgos de las carnes rojas para la salud: a la larga, termina comprometiendo la salud. El precio es muy alto: según una reciente investigación realizada en los Estados Unidos, el consumo alto de carnes rojas aumenta el riesgo de muerte prematura hasta en un 20 por ciento, especialmente por cáncer o por enfermedad cardiovascular.
El trabajo en cuestión fue realizado por científicos de la salud pública de la Universidad de Harvard, quienes concluyeron que el consumo de carne roja es responsable de una de cada diez muertes que ocurren prematuramente.
Pero además, según este estudio cuyos resultados salieron publicados en la última edición del Archives of Internal Medicine, la sustitución de este tipo de proteínas por otras más saludables es una decisión inteligente, ya que disminuye el riesgo de muerte.
Sus responsables han asegurado que se trata de uno de los trabajos más amplios realizados hasta el momento sobre la relación entre la carne roja y la mortalidad.
En concreto, los científicos norteamericanos encontraron que las personas que consumían una porción de carne roja no procesada cada día experimentaban hasta un 13 por ciento más de riesgo de muerte prematura, por cualquier causa. El riesgo de morir por enfermedad cardiovascular subía un 18 por ciento, mientras que por cáncer, un 13 por ciento.
Pero aún peor, quienes ingerían una porción diaria de carne procesada (un embutido, por caso) las probabilidades de fallecimiento prematuro ascendía a un 20 por ciento, por cualquier causa.
“Nuestro estudio apoya la evidencia de los riesgos a la salud por consumir altas cantidades de carne roja, la cual ya fue vinculada en otros estudios a diabetes tipo 2, enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular y algunos tipos de cáncer”, explicó por su parte el director del trabajo, el doctor An Pan.
Por el contrario, se resaltan los beneficios de la llamada “comida viva”, es decir, comida cruda que al no haber sido cocida, mantiene sus nutrientes intactos. Recordemos que el proceso de cocción destruye gran parte de los nutrientes y enzimas de los alimentos.
Los alimentos vivos no sólo son más nutritivos sino que también permiten al cuerpo cargarse de una importante cantidad de energía. Los productos naturales, crudos y bien combinados, no dejarán toxinas ni residuos orgánicos en nuestro cuerpo, como sí hacen las carnes, grasas, harinas y azúcares.
Si bien esto no significa que uno deba comer todos los alimentos crudos sí es aconsejable que, en toda comida, haya algo sin cocción. Por ejemplo, si se consume arroz o mijo cocido, que sea junto a un plato de verduras o ensaladas frescas.
Vía Infobae
El trabajo en cuestión fue realizado por científicos de la salud pública de la Universidad de Harvard, quienes concluyeron que el consumo de carne roja es responsable de una de cada diez muertes que ocurren prematuramente.
Pero además, según este estudio cuyos resultados salieron publicados en la última edición del Archives of Internal Medicine, la sustitución de este tipo de proteínas por otras más saludables es una decisión inteligente, ya que disminuye el riesgo de muerte.
Sus responsables han asegurado que se trata de uno de los trabajos más amplios realizados hasta el momento sobre la relación entre la carne roja y la mortalidad.
En concreto, los científicos norteamericanos encontraron que las personas que consumían una porción de carne roja no procesada cada día experimentaban hasta un 13 por ciento más de riesgo de muerte prematura, por cualquier causa. El riesgo de morir por enfermedad cardiovascular subía un 18 por ciento, mientras que por cáncer, un 13 por ciento.
Pero aún peor, quienes ingerían una porción diaria de carne procesada (un embutido, por caso) las probabilidades de fallecimiento prematuro ascendía a un 20 por ciento, por cualquier causa.
“Nuestro estudio apoya la evidencia de los riesgos a la salud por consumir altas cantidades de carne roja, la cual ya fue vinculada en otros estudios a diabetes tipo 2, enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular y algunos tipos de cáncer”, explicó por su parte el director del trabajo, el doctor An Pan.
Por el contrario, se resaltan los beneficios de la llamada “comida viva”, es decir, comida cruda que al no haber sido cocida, mantiene sus nutrientes intactos. Recordemos que el proceso de cocción destruye gran parte de los nutrientes y enzimas de los alimentos.
Los alimentos vivos no sólo son más nutritivos sino que también permiten al cuerpo cargarse de una importante cantidad de energía. Los productos naturales, crudos y bien combinados, no dejarán toxinas ni residuos orgánicos en nuestro cuerpo, como sí hacen las carnes, grasas, harinas y azúcares.
Si bien esto no significa que uno deba comer todos los alimentos crudos sí es aconsejable que, en toda comida, haya algo sin cocción. Por ejemplo, si se consume arroz o mijo cocido, que sea junto a un plato de verduras o ensaladas frescas.
Vía Infobae
Fuente: http://www.vitadelia.com/alimentacion-y-nutricion/nuevo-estudio-advierte-sobre-los-riesgos-de-las-carnes-rojas
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